El liberal Mark Carney consigue la victoria en Canadá tras el vuelco electoral impulsado por las amenazas de Trump

El partido, dado por perdedor hace meses con Justin Trudeau, se asegura un cuarto mandato después de que las amenazas de Donald Trump impulsaran su campaña, según la cadena nacional CBC

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El Partido Liberal de Canadá ha ganado un cuarto mandato –tras los de Justin Trudeau–, culminando una resurrección política impensable hace tres meses, y marcando una victoria histórica para el exbanquero central y novato en la política institucional Mark Carney, quien se prepara para enfrentarse al presidente de EEUU, Donald Trump.

La noche del lunes, los Liberales habían ganado o estaban a la cabeza de las proyecciones con suficientes escaños como para evitar que cualquier otro partido formara gobierno, según la cadena nacional CBC. A medida que llegaban los resultados de las provincias atlánticas de Canadá y las regiones con gran cantidad de votos, como Quebec y Ontario, los seguidores presentes en la fiesta electoral de los Liberales estallaron en vítores.

No estaba aún del todo claro si los Liberales tendrían suficientes escaños para un gobierno en solitario o si Carney necesitaría el apoyo de otros grupos para gobernar. Después de una victoria estrecha en las elecciones federales anteriores, los Liberales dependieron del partido de izquierda Nueva Democracia para ayudarles a aprobar leyes.

Para los Liberales, la victoria marca una recuperación notable para un partido que, hasta hace poco, estaba en camino hacia una devastación electoral. El predecesor de Carney, Justin Trudeau, fue primer ministro durante casi diez años, pero el final de su liderazgo estuvo marcado por luchas internas, disputas y un electorado cansado.

Hasta finales de 2024, los escenarios más optimistas en el Partido Liberal pasaban por ser decisivos en un gobierno comandado por los conservadores. La victoria no estaba en el radar.

“Estábamos muertos y enterrados en diciembre. Ahora vamos a formar un gobierno,” dijo David Lametti, exministro de Justicia Liberal, a CTV la noche del lunes. “Hemos dado la vuelta a esto gracias a Mark,” añadió.

Pero las amenazas de Trump de anexionar Canadá para convertirlo en el estado número 51, su descalificación de Trudeau como “gobernador” y las amenazas de chantaje comercial contribuyeron a un agudo sentimiento de ira hacia el vecino del sur.

“El cambio en las encuestas fue absolutamente sin precedentes,” dijo David Coletto, jefe de la firma de encuestas Abacus. “Pero ver la luna de miel que siguió, y la forma en que el apoyo se mantuvo, también es sin precedentes. No puedo pensar en otros lugares del mundo donde hayamos visto este tipo de reinicio total. Y esto se debe a dos factores: lo impopular que era Justin Trudeau y lo mucho que Donald Trump ha significado como amenaza y punto de inflexión para Canadá.”

Para los Conservadores, la derrota marca un final decepcionante para unas elecciones que el partido había estado exigiendo durante meses. Bajo el liderazgo de Pierre Poilievre, los Conservadores parecían, durante los últimos dos años, casi seguros de formar gobierno.

Pero, a las pocas semanas de las amenazas de Trump y el surgimiento de Carney como el nuevo líder liberal, la ventaja de 25 puntos de su partido se evaporó. Estar tan cerca de la victoria y luego perder probablemente dará inicio a una revisión en el partido y a disputas internas sobre el futuro del movimiento conservador, de perfil populista de derecha afín a lo que representa Trump.

Para Carney, quien fue primer ministro durante solo nueve días antes de convocar las elecciones anticipadas, estaba destinado a hacer historia en el partido, pero también por lo contrario: si hubiera perdido, habría heredado el título de primer ministro de Canadá con menos tiempo en el cargo.

“Vi cómo Carney se comportó y sentí que realmente era un hombre que estaba a la altura del momento,” dijo Ian Laroque, un voluntario de la campaña que vive en el distrito electoral de Carney en Ottawa. “No era un político pulido. Pero es el tipo de persona que necesitamos para liderar el país en este momento: no todos los días tienes un economista durante una crisis económica.”

Las elecciones del lunes también fueron inusuales en otros aspectos: por primera vez en casi 70 años, los dos principales partidos iban a obtener más del 80% del voto entre ambos, reflejando el colapso de otros partidos más pequeños, incluidos el partido de izquierda Nueva Democracia y el separatista Bloc Québécois.