El PP europeo avala la línea dura y los pactos con la extrema derecha con la entronización de Manfred Weber

El alemán revalida, sin rival, el liderazgo de la organización en un momento dulce para los populares europeos, que gobiernan en la mayor parte de los países europeos

Von der Leyen ignora la DANA en su discurso en el congreso del PP europeo en Valencia

Sin rival, el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, ha sido reelegido en el congreso que la organización celebra este martes y este miércoles en Valencia. Con 502 votos a favor y 61 en contra, ha revalidado el 89% del apoyo con el que fue proclamado en 2022. A pesar de las dudas iniciales, por celebrar ese cónclave meses después de la DANA, la familia europea de Alberto Núñez Feijóo decidió, igualmente, mantener el evento, a pesar del histórico apagón que sufrió España este lunes y que ha complicado la llegada de los delegados a la ciudad. Con la entronización de Weber, los populares europeos avalan la línea más dura del partido y el levantamiento del cordón sanitario a la extrema derecha del que el alemán ha sido el valedor.

Los populares europeos han llegado al cónclave de Valencia en uno de sus momentos más dulces: han recuperado buena parte del poder en el continente, lo que se traduce en una Comisión derechizada -con 14 comisarios, además de la presidenta Ursula von der Leyen, de su familia política, y con el espaldarazo fundamental que supone la victoria de Friedrich Merz, que ha pronunciado uno de los discursos más aplaudidos de esta tarde.

El Gobierno de coalición con los socialdemócratas en ese país evidencia una de las contradicciones más grandes que tiene el Partido Popular Europeo: pacta en la denominada locomotora de Europa con los socialdemócratas para mantener el veto a Alternativa por Alemania, que representa a los herederos del nazismo, mientras gobierna en otros países gracias a fuerzas ultras e incluso llega a acuerdos con esas formaciones en el Parlamento Europeo en lo que se ha denominado la ‘mayoría Venezuela’ por el pacto que alcanzó con las tres formaciones ultras para reconocer como presidente al opositor Edmundo González, que fue la primera vez en la legislatura que los populares europeos se desmarcaron de socialistas y liberales, los grupos con los que ‘gobierna’ la UE.

Weber ha desplegado su argumentario más duro en el discurso antes de conocer el resultado de la votación al presumir del endurecimiento de la política migratoria o haber actuado como freno al Pacto Verde Europeo impulsado por el exvicepresidente de la Comisión Europea, el socialista Frans Timmermans. De hecho, ha aprovechado para cargar contra socialistas, liberales y verdes para erigirse como la “roca” frente a los extremismos, a pesar de sus acuerdos.

“Los socialdemócratas renuncian a defender a la clase trabajadora. Verdes y liberales se refugian sólo en los barrios bonitos de las ciudades de los votantes privilegiados y bien educados”, ha reprochado a los que son sus aliados en la UE. Weber ha dicho que sus enemigos son los “extremos”.

El escoramiento del PPE lleva tiempo produciéndose. De hecho, se le impuso la derechización en el programa a Von der Leyen, que en el anterior mandato mantuvo la alianza con socialistas y liberales, abriéndose a los verdes, y se resistió a rebajar la ambición de la agenda verde. Sin embargo, el programa electoral ya apuntaba a descafeinar esas medidas, que fueron una de las banderas de la anterior legislatura, o al endurecimiento máximo de las políticas migratorias al plantear que los solicitantes de asilo puedan ser deportados a terceros países e imponer cuotas anuales para la aceptación de personas vulnerables.

Las contradicciones del PP europeo

Ahora la dirección del Partido Popular Europeo se jacta de que su programa se ha convertido en la hoja de ruta de la Comisión Europea y pugna para que Von der Leyen se olvide de los acuerdos con los verdes y mire a los Reformistas y Consevadores (ECR), el grupo que lideran los Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, a pesar de que es una línea roja para socialistas y liberales. “Todo el mundo entiende que Meloni debe ser parte del proceso europeo. Necesitamos a Italia. Necesitamos a Giorgia Meloni en esto”, argumentaban fuentes de la dirección hace unos días. “Sin ella no habría habido Pacto Migratorio unos meses antes de las elecciones europeas”, agregaban esas fuentes que aseguraban que, pese a las diferencias, la líder de la extrema derecha italiana se asemeja a los populares en temas como la economía. Los populares gobiernan con Meloni a través de Forza Italia, liderada por el ministro de Exteriores, Antonio Tajani.

A pesar de que ese acercamiento a Meloni y, con ella, a los polacos ultranacionalistas de Ley y Justicia que son los principales rivales del actual primer ministro Donald Tusk, que es otro de los pesos pesados del PPE, el endurecimiento de la política migratoria con la defensa de destinar dinero europeo a la construcción de muros o decisiones como intentar tumbar la ley de restauración de la naturaleza provoca grietas, Weber está dispuesto a seguir adelante.

Weber se ha reivindicado al recordar que cuando se hizo con las riendas de la organización en el congreso de Rotterdam de 2022, gobernaban sólo en ocho países y estaban en la oposición en 19. “El PPE estaba políticamente a la defensiva. Los socialistas soñaban con una década socialdemócrata. Los Verdes marcaban la agenda política. ¡Macron y los nuevos liberales hicieron sonar la campana de la muerte para los partidos tradicionales! Numerosos comentaristas ya habían declarado el fin político de la democracia cristiana”, ha rememorado. Ahora gobiernan en 13, la mitad de los asientos del Consejo Europeo.

“¡Lo conseguimos! ¡Hemos ganado! Esto es el PPE en estado puro! Basándonos en estos éxitos nacionales, también ganamos de forma impresionante las elecciones europeas de 2024”, ha celebrado. Y los votos este martes le han dado la razón: seguirá con el bastón de mando de la organización otros tres años, hasta 2028.