La actualización de este espacio ha permitido integrar estudios sobre la sinagoga y la relación con otras culturas, especialmente la andalusí. Su inauguración coincidió con el apagón eléctrico que vivió el país este lunes
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A mediados del siglo XIV, Samuel ha Leví, tesorero del rey Pedro I de Castilla, mandó erigir en la antigua Judería de Toledo una sinagoga que ha sido objeto de diversos vaivenes y modificaciones. Más conocida ahora como la Sinagoga del Tránsito, fue construida “con fundamentos propios del arte islámico”. Anexo a ella, se sitúa el Museo Sefardí, que ha renovado recientemente el relato de la historia y el patrimonio hispanojudío en su exposición permanente.
La inauguración oficial de este espacio se llevó a cabo este lunes con la presencia de diversos representantes de instituciones y entidades, que ofrecieron varias intervenciones en la imponente Sala de Oración. Tras los discursos, la directora del museo Carmen Álvarez, realizó una visita con todos para mostrar el trabajo que han hecho en los últimos años y que coincidió con el apagón eléctrico que afectó a casi todo el país. El último tramo del recorrido se realizó ya sin luz.
Se trata de la reforma más importante que han llevado a cabo en los últimos 20 años en este museo, el tercero de titularidad estatal más visitado en 2024, cuando celebró su 60 aniversario. Con ella, su exposición permanente ofrece ahora una lectura más actualizada y clara de sus colecciones sobre el patrimonio hispanojudío, así como también incluye novedades y destaca a mujeres de la cultura sefardí.
“Se ha actualizado de forma significativa para destacar la multiculturalidad, con un mensaje más sólido desde el punto de vista arqueológico que incluye también descubrimientos de los últimos años”, destacó Álvarez, que recordó la labor de sus predecesores -Ana María López y Santiago Palomero-, y destacó “la sinergia” que han establecido con la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) para poder actualizar el museo y conectarlo con sus raíces.
La reorganización que ha hecho el Sefardí se ha llevado a cabo en distintas fases. Comenzó con el cambio de los sistemas de iluminación de las vitrinas expositivas y ha continuado con la conceptualización e incorporación de estudios de investigadores. Una fase reciente ha incluido la limpieza manual de cada pieza por la conservadora-restauradora Raquel Lozano.
Todo este trabajo representa un esfuerzo significativo por modernizar la presentación de su colección, mejorar la accesibilidad para un público internacional e incorporar los hallazgos y estudios más recientes. Así, una de las principales novedades es que incorpora el bilingüismo -español e inglés- en los paneles informativos y cartelas -anteriormente solo estaba en castellano- para fomentar el alcance internacional del museo.
Nuevas piezas y estudios incorporados
También se ha optimizado el espacio expositivo integrando estudios sobre la sinagoga y la relación con otras culturas, lo que enriquece la experiencia del visitante y la comprensión de la historia y la cultura sefardí en España. A través de mapas, textos y diferentes objetos se puede conocer la interrelación entre la cultura judía y las culturas con las que convivía a lo largo de la historia (Romana, Visigoda, Andalusí).
Se revaloriza los llamados ‘siglos de oro’ sefardíes, destacando personajes de la idiosincrasia hispanojudía, así como sus aportaciones científicas e intelectuales, desde la formación de la Escuela de Traductores de Toledo en el siglo XII hasta configuración del pensamiento occidental tal y como lo conocemos hoy en día. También se recoge su situación en la España cristiana, con los conflictos de convivencia que se dieron y la etapa de la Inquisición, y la experiencia de los judíos conversos o del criptojudaísmo, profesado por personas que en secreto mantenían costumbres judías, pero públicamente se declaraban cristianas por miedo a represalias.
Por otra parte, también se incluirá un nuevo relato en clave de género, que explicará la riqueza del papel de la mujer en la cultura sefardí, desde la tradición hasta la actualidad. Y será también relevante la presencia del legado fundacional del Museo y sus colecciones, a través de sus vínculos con la comunidad sefardí española y muchas de sus familias.
Exposición permanente en el Museo Sefardí de Toledo
Para todo ello, se han reorganizado y se han reducido las piezas expuestas, a alrededor de 200, “para reducir la fatiga visual y dar una sensación mayor de amplitud” . Tal y como explica a este medio Tamara Buendía, técnica del departamento de Difusión del Museo Sefardí, entre las novedades que se han incluido gracias a investigaciones recientes destacan dos conos sumerios que se justifican por la influencia de textos como el ‘Poema de Gilgamesh’ en el desarrollo del judaísmo.
Estos conos sumerios, subraya Buendía, son piezas “muy especiales que casi no hay en las colecciones españolas”. “Se introducían en los templos y contenían inscripciones de consagración a una diosa”, agrega la experta, que detalla que la incorporación de estas piezas se debe a los estudios e inscripciones de Daniel Sánchez.
El cielo y el paraíso de la Sinagoga del Tránsito
También, gracias a las excavaciones arqueológicas que se hicieron en las oficinas del museo, de las que inauguraron su renovación en el año 2020, se han podido incorporar a la exposición una jarrita y una mano de almirez, detalla. En este punto también destaca la integración de estudios arqueológicos específicos sobre la sinagoga como la investigación de María Ángeles Utrero, que confirman que los vanos de una pared son “originales de la sinagoga” y no añadidos posteriores.
Los estudios de Utrero también han relevado una tribuna que se pensaba que era de época cristiana pero que en realidad es anterior. Asimismo, las investigaciones de Daniel Muñoz han aportado una interpretación simbólica a diferentes niveles de la sinagoga. Según esta, el techo representa el cielo y el friso con decoración vegetal simboliza el paraíso, el jardín. Además, los vanos que rodean la sinagoga hacen referencia a Ariel (Jerusalén), que se consideraba que estaba “entre el cielo y la tierra”.
Relación con el mundo andalusí
En este proceso de renovación se ha prestado especial atención a la relación con el mundo andalusí, en colaboración con la Fundación de Cultura Islámica. Una parte importante de esta colaboración es la renovación de los patios del museo, que también formarán parte de la exposición permanente -tras su inauguración el próximo 12 de mayo-.
Las plantas de estos patios, resultado de investigaciones arqueológicas y botánicas que ha realizado FUNCI, “tienen mucho que ver con la botánica y la medicina de la que todos bebían”. Destacan el arrayán (relacionado con Sucot, una festividad judía que entremezcla elementos religiosos y agrícolas) o el olivo (relacionado con Hanuca).
Varios detalles de la renovación de la exposición permanente del Museo Sefardí de Toledo
También destaca Buendía el significado de la menorá, una pieza y un símbolo de gran importancia en la cultura judía al que se le ha dado mayor protagonismo en la exposición. “En el contexto hispanojudío es crucial para la investigación arqueológica. Encontrar una vasija con una menorá indica un resto hispanojudío, a diferencia de otros símbolos como la Estrella de David, que se compartió con el cristianismo en ciertos periodos”, explica.
La reorganización del Museo Sefardí armoniza las reformas realizadas anteriormente en la infraestructura y recorridos internos del museo con las zonas públicas. Además, la renovada muestra se complementará con un ciclo de conferencias titulado ‘Museo Sefardí: una nueva mirada a la exposición permanente’, que se celebrará durante los meses de mayo y junio.