La joven católica que participó en el documental ‘Amén’ recuerda el momento en el que le entregó la tela y piensa que, tras la muerte de Bergoglio, «es importante que haya un próximo Papa que siga su legado»
Jordi Évole enfrenta al Papa a la juventud y a temas como el aborto, los abusos y el sexo
Milagros Acosta es la joven argentina que le entregó un pañuelo verde al papa Francisco con la consigna impresa de la Ley 27.610, la Ley de Interrupción del Embarazo: “Legal, seguro y gratuito”. La norma había sido aprobada el 30 de diciembre del 2020, a pesar del rechazo del Vaticano y sectores antiderechos que utilizaban pañuelos celestes para impedir la sanción de la norma.
La tela era el símbolo de la campaña que llevo adelante la lucha por el aborto legal en Argentina. Además, estaba bordeado con el arcoíris de la diversidad sexual. “Son bravas las santiagueñas”, le dijo Francisco, que aceptó en sus manos el símbolo y la abrazó. El intercambio se produjo en la filmación de Amén, Francisco responde, de Disney+, en Roma, en el que Francisco conversó con diez jóvenes de entre 20 y 25 años, en el 2023, con distintas posturas disidentes, dirigido por los españoles Jordi Évole y Màrius Sánchez. El documental se estrenó en la Semana Santa de hace dos años, en la misma fecha de la última participación pública de Jorge Bergoglio y de su fallecimiento, el 21 de abril, a los 88 años. Milagros pertenece a Católicas por el Derecho a Decidir y su gesto, con el icono por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en América Latina, va a quedar inmortalizado como uno de los diálogos más genuinos entre una joven feminista y el máximo referente de la Iglesia Católica.
— Yo le quiero entregar algo. Llevarlo en la mochila ha sido un tránsito muy duro y que ahora lo llevo con mucho orgullo y se lo quiero entregar con mucho amor y respeto —le dijo Milagros durante el encuentro y, con llanto, silencio y tensión, le entregó un pañuelo verde.
— Te agradezco —le dijo Francisco, y continuó:
— Vos acentuaste mucho la comprensión a la mujer que aborta. A los curas siempre les digo que cuando se acerca una persona en esa situación, con cargo de conciencia, porque es dura la huella que deja un aborto en la mujer, que no pregunten mucho y sean misericordiosos, como es Jesús, uno por más pecador que sea, el Señor no lo deja nunca.
— ¿Si yo no fuera feminista sería mejor cristiana? — le preguntó Milagros.
— Feminista es un adjetivo y a mí lo que me interesan son los sustantivos. Yo creo en la persona — rescató el Papa.
“Son bravas las santiagueñas”, le dijo el Papa. Él mismo canonizó como Santa a otra brava santiagueña. En 1730, en Santiago del Estero, nació la primera santa argentina, María Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula), considerada una escritora y feminista pionera, que fue canonizada el 11 de febrero del 2024. Milagros no es santa, pero su gesto queda como un símbolo del acercamiento de la iglesia con las jóvenes feministas.
Milagros tiene ahora 25 años, estudia comunicación social, es docente y catequista del barrio 8 de abril, en Santiago del Estero, en una zona humilde, popular y muy creyente, del noreste de Argentina. Milagros es la hija de Norma, una mamá soltera de Los Juries, en el mismo municipio, que no pudo terminar la primaria. Ella tiene tres hermanos y es la primera de su familia que pudo continuar estudiando después del bachiller.
“Mi fe ve un Dios bueno, amoroso, misericordioso, que busca el acercamiento con el otro y no opresor”, resalta Milagros, que también es coordinadora del grupo de jóvenes en Educación Sexual Integral (ESI), que, en Argentina, es obligatoria por ley, desde el 2006, con argumentos católicos y feministas, en articulación con las iglesias, la comunidad y los centros de salud en Católicas por el Derecho a Decidir donde encontró “un espacio de refugio”. En la organización ella se dio cuenta de que “no era la única que pensaba que dentro de las iglesias ocurrían injusticias y que la iglesia elitista no me representaba”.
Los jóvenes preguntan al Papa por aborto, sexualidad o abusos en Amén. David Herranz
La espiritualidad y la convicción no son sentimientos y pensamientos opuestos. “La lucha de los feminismos están entrelazadas con nuestra fe como católicas”, subraya. “Fue una hazaña de juventud, con una cierta rebeldía, entregarle el pañuelo verde al Papa, que representa la incidencia de los feminismos en los territorios populares de Argentina”, define.
Ella pasó por varias entrevistas en videollamada, desde España, hasta que fue elegida para la entrevista con el papa Francisco. Pero no supo, hasta último momento, que ese era el objetivo de la selección. Puso el pañuelo verde en la valija. Y, en el momento, a pesar del llanto, se animó a entregárselo y a dejar grabado ese instante de acercamiento entre dos visiones que parecían antagónicas. Ahora ha charlado con elDiario.es
¿Cómo fue la reacción del Papa Francisco al ver en su mano un símbolo tan potente de la lucha feminista?
La reacción de él, al principio, fue de sorpresa. Me ha dicho: “Son bravas las santiagueñas”. Pero cuando le entrego el pañuelo sentí una cercanía y un abrazo. Yo siento que me ha apoyado y para mí el gesto de la escucha fue más que suficiente para poder sentirme bien.
¿Cómo fue su respuesta cuando le entregaste el pañuelo verde?
No lo he notado como un Papa líder superior, sino como un párroco más, en una conversación con diez jóvenes con posturas disidentes. Eso me dio la postura para darle el pañuelo verde y expresarme con convicción, con mi postura como católica, mi historia personal y la historia del movimiento feminista. Muestra la llegada de una joven de un barrio popular que le entrega el pañuelo verde al papa Francisco y hasta donde ha llegado la marea verde, en los barrios, en Argentina y que han pasado muchas conexiones para llegar a ese momento en el que, con total humildad, con total sinceridad, con nervios, pero con firmeza y respeto, le pude entregar el símbolo de las luchas de feminismos y disidencias y que es una conquista por lograr la ley.
¿Cómo tomaste su respuesta?
Él asienta poder acompañar a la mujer que aborta. En un comunicado él también dice a los sacerdotes que pueden perdonar a la mujer que aborta en un acto que antes era solo reservado a los Obispos. Nosotras no queremos el perdón, queremos nuestra libertad de decisión. Pero estos gestos de un Papa argentino son muy importantes dentro del contexto actual.
¿Cómo fue la repercusión de tu gesto?
Santiago del Estero es un lugar muy religioso y en donde se habla del feminismo y del aborto como un pecado. Para muchos no ha sido bien recibido, sino que lo calificaron de un acto “atrevido”. Pero, en mi propia iglesia, una semana antes que saliera el documental, me confesé y le pregunté al párroco si quería que siguiera yendo porque podía existir alguna polémica por el documental. Él se sorprendió, pero me dio un mensaje bíblico y me dijo que, muchas veces, las personas que son disidentes y denuncian las injusticias reciben algunos piedrazos, pero que le alegraba ser una iglesia de puertas abiertas y que podía participar de la comunidad y que me iba a apoyar y a acompañar.
Javier Milei destacó, en el comunicado oficial por el fallecimiento del Papa, que Francisco defendió la vida desde la concepción. ¿Cuál es tu opinión de este comunicado?
El papa Francisco ha tenido este gesto del perdón y en el documental resalta la importancia de acompañar a la mujer que aborta.
¿Cuáles son las contradicciones del Papa en relación con los derechos de las mujeres y la diversidad sexual?
La organización que me sostiene defiende una fe liberadora, libre de culpas, con un Dios comprensivo, mucho más allá de una iglesia conservadora. El movimiento feminista no es solo el aborto, sino que está presente frente a las injusticias sociales, está con los jubilados, con los universitarios, con la justicia social, con el movimiento LGTBQI y encontramos en Francisco un aliado. Sabemos que en su pasado, Jorge Bergoglio estuvo en contra del matrimonio igualitario o en otras cuestiones como obispo. Pero el papa Francisco está con los curas villeros, recibe el pañuelo, abre las puertas de la Iglesia para que las mujeres ocupen un lugar más importante. Muestra una iglesia donde el otro importa. Los creyentes como los no creyentes lo hemos tomado como nuestro Papa. Sus gestos de humanidad nos han hecho volver a creer en la Iglesia.
¿Cuál es la importancia de la figura de Francisco en la realidad argentina?
En el actual contexto económico, en donde nos gobierna la derecha, y, a nivel mundial, donde los discursos de odio se hacen cada vez más fuertes, es muy importante la voz de un líder humano. Rezaba para que pueda seguir vivo un tiempo más. Pero confío que ha sido muy inteligente y que dejo varias ovejas para que puedan continuar su legado. Necesitamos voces como las de él que defiendan a los migrantes, que hable del tema ambiental y de la justicia social y que reconozcan el lugar de las mujeres.
¿Qué rescata de su legado?
Rescato la escucha y no tener miedo a decir lo que pensaba del colectivo LGTBQ+. El documental es un ejemplo de respetar los pensamientos diferentes. Antes de morir dijo: “No se puede hablar de paz sin respetar las opiniones ajenas” y pidió no ceder a la logística del miedo que aísla y combatir el hambre. Son las armas de paz las que construyen el futuro en vez de sembrar el miedo y la muerte.
¿Qué reformas sobre las mujeres son una deuda pendiente?
Se han reconocido tareas de las mujeres católicas. Hubo pequeños gestos en el Vaticano que parecen insignificantes, pero que son históricos y que dan pasos hacía una nueva iglesia. Pero falta un montón. Otra de las preguntas que le hice fue por qué impedía que hubiera mujeres en el sacerdocio. Me respondió que era un problema teológico y me dio una respuesta muy machista. La Iglesia es machista, conservadora y homofóbica. Falta mucho más para que pueda cambiar. Por eso es importante que haya un próximo Papa que siga su legado.