Once vecinos de Leciñena fueron deportados entre 1940 y 1941 al campo de concentración de Mauthausen. Cinco de ellos fallecieron entre sus muros y nunca pudieron regresar a su localidad ni con sus familias, tampoco volvieron los seis supervivientes. 80 años después de la liberación de este campo de exterminio, Leciñena ha homenajeado a sus vecinos con un memorial.