Los últimos pueblos de La Rioja a los que llegó la luz se libraron del apagón

El suministro eléctrico de las aldeas de Santa Engracia del Jubera funciona con una comunidad energética independiente, por lo que la luz funcionó sin problemas durante el apagón del lunes

Apagón generalizado: La Rioja no es la única que se ha quedado sin luz

En las aldeas del municipio riojano de Santa Engracia del Jubera, Santa Marina, San Martín y El Collado, saben bien lo que es vivir sin luz. Están aislados de la red eléctrica y hasta 2023, se servían de placas solares individuales que no tienen suficiente autonomía para los días de nieve o niebla, habituales teniendo en cuenta que Santa Marina es el tercer núcleo de población más alto de La Rioja. Después, la puesta en marcha de una comunidad energética en 2023 permitió generalizar el suministro eléctrico de las aldeas, aunque sigue siendo independiente. Y eso les evitó el apagón. A los últimos pueblos de La Rioja que tuvieron luz, no llegó el apagón que afectó a todo el país y a zonas de otros países de Europa.


Instalación de la comunidad energética de Santa Marina

Fue Marino Domínguez, uno de los cuatro vecinos que viven de continuo en la aldea de Santa Marina, el primero en enterarse de la noticia a través de la radio. Después, una sobrina que llegó a comer con él y José, su hermano con quien vive, les contó con más detalles la magnitud de lo que estaba ocurriendo. A Roberto Calvo, el vecino más joven de la aldea con 34 años, le pilló en el monte con las abejas y los animales y con música en el coche así que no se enteró. “Aquí siempre andamos justos de cobertura así que, aunque sí funcionaba peor, no le di más importancia”.

Y así transcurrió el día, con la rutina de un día cualquiera, entre los paseos y quehaceres diarios de sus vecinos, ajenos a que casi todo el país estaba sin electricidad ni apenas comunicaciones. “Aquí solo llegan los servicios básicos, pero al menos ese día fuimos afortunados”, apunta Roberto Calvo, que decidió hace unos años dejar la ciudad y su profesión de ingeniero de montes para mudarse al pueblo de su abuela y dedicarse a la apicultura.


Inaugura de la comunidad energética de Santa Marina, en 2023

No hace tanto tiempo, pero cuando Roberto se instaló en Santa Marina el suministro eléctrico de la aldea todavía era muy limitado. Tenía una instalación con seis placas y dos baterías, que no cargan si no hay radiación solar. “Tanto las baterías como los generadores son más caros cuanta más potencia tienen y en formato individual no se puede asumir el coste” Así que, Roberto cuenta que tenía que “andar con ojo de poner la televisión o usar el ordenador y el frigorífico funcionaba con butano”.

Sus vecinos, además, saben lo que es vivir entre candiles de carburo y aprovechando bien la hora solar y hasta mediados de los años 80 que empezaron a instalar placas individuales no tuvieron ningún tipo de electricidad. Seguramente por esa vivencia, allí “la gente está más o menos preparada, tienen velas, linternas, generadores”.

Tras décadas buscando la mejor alternativa para generalizar el suministro en un núcleo tan alto y aislado, en 2023 se inauguró la comunidad energética, financiada entre el Gobierno de La Rioja, el Ayuntamiento y los vecinos que quieran conectarse. Además de las placas solares, la instalación cuenta con baterías de acumulación y un grupo electrógeno que garantiza el suministro y carga las baterías cuando las condiciones impiden que las placas cojan energía solar. Una instalación colectiva independiente que ha mejorado la calidad de vida de los vecinos de estas aldeas y hasta les ha librado de sufrir un apagón.


Nevada en la aldea de Santa Marina, a 1200 metros de altitud