Paula Fernández: la ‘chica de Rafa’ que conquistó la primera línea del PRC para suceder a Miguel Ángel Revilla

La mujer con mayor protagonismo en el Partido Regionalista de Cantabria tiene una «enorme capacidad de trabajo», buena voz para la canción montañesa y pasión por su pueblo

Entrevista – Paula Fernández, candidata a liderar el PRC: «Una mujer como líder del partido significa renovación»

“Una mujer pegada a un teléfono”. Así la describe un estrecho colaborador. Cuando Paula Fernández dejó de ser consejera de Presidencia muchos pensaron que iba a levantar el pie del acelerador de esas jornadas infinitas de trabajo y actividad constante a ritmo de vértigo. Sobre todo aquellas noches de pandemia que llegó a dormir en el despacho. Pero su agenda de diputada en la oposición no ha disminuido. “Piensa un poco en ti misma”, le recomiendan en su círculo. “Se vuelca con todo el mundo, tiene una enorme capacidad de trabajo”, destaca la también exconsejera Marina Lombó. Ella no puede estar sentada en el despacho, mantiene un calendario trepidante.

Cuando estaba en la primera línea del Gobierno de Cantabria cada día contaba en las redes sociales a dónde había ido, qué reuniones había tenido y, además, la receta de lo que acababa de cocinar esa noche para comer al día siguiente. Tenía tiempo de hacerlo y de contarlo. Uno de estos últimos lunes después del Pleno llegó a casa del Parlamento de Cantabria y preparó un primero de berenjenas rellenas de chorizo, jamón y queso y una cazuela de albóndigas mientras se grababa en la cocina. Dice que le relaja y que siempre está buscando recetas rápidas.

El día que la política llamó a la puerta de la casa de Paula Fernández Viaña (Bárcena de Pie de Concha, 1971) no preguntó por ella. Venían a buscar a su padre, matador de toros y ganadero, que había pasado fugazmente por UCD (la extinta Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez). Él se descartó de inmediato porque entonces ya tenía una ganadería de vacas limusinas que ahora lleva el hermano de Paula. “Pero tengo una hija que ha estudiado Derecho que tiene mucha vocación política y que podéis contar con ella”, les respondió su padre, casi por casualidad.

Así fue como Paula Fernández, que ya había terminado la carrera en la Universidad de Cantabria, entró a formar parte de la Corporación local como única concejala regionalista con un alcalde, José Félix de las Cuevas, con mayoría absoluta. “Aprendí y también lloré mucho, hice caparazón”, ha confesado en alguna ocasión sobre su primera experiencia en política local.

El día que la política llamó a la puerta de su casa no preguntó por ella. Venían a buscar a su padre, matador de toros y ganadero

Hasta que en 1999 Rafael de la Sierra, uno de los hombres fuertes del PRC e impulsores del cantabrismo cuando aún no existía ni la autonomía de Cantabria, quiso una secretaria con formación jurídica y alguien se acordó de ella. Salió del pueblo donde aún están sus raíces y sus amigos para trabajar en el Parlamento de Cantabria.

En 2015 pasó a formar parte de la lista electoral y salió elegida diputada. Solo duró tres días. “Paula, nos tenemos que ir al Gobierno”, anunció De la Sierra, que iba a ser consejero de Presidencia. Su fallecimiento marcó la siguiente estación política de Fernández. En abril de 2019 tuvo que sustituirlo en los últimos meses de su enfermedad. Pasó de ser su jefa de Gabinete a convertirse en la primera mujer consejera del PRC al que le costó más tiempo que al resto integrar a mujeres en puestos de responsabilidad. Todavía andan en ello.

El recuerdo de su mentor político es una evocación constante en todo su discurso. Fue aquella ‘chica de Rafa’ que se ha hecho un nombre propio escalando con tesón y trabajo hasta la primera línea política, pese a la “inseguridad” que le atribuyen algunas personas de su entorno. Una circunstancia que quizá pudo contribuir a retrasar su decisión de presentar su candidatura y que ha enturbiado la relación con un grupo representativo e influyente de alcaldes regionalistas.

Casada y con dos hijos de 20 y 15 años, Paula Fernández intenta cenar en familia a diario. Sigue muy apegada a sus raíces, a caminar por el monte, estar con sus yeguas y pasar tiempo con sus amigos de siempre. Le encanta su pueblo y hasta tiene el carné del Torina, el equipo de Bárcena de Pie de Concha, aunque no es muy futbolera. “No es nada pomposa, sigue siendo muy sencilla”, destacan en su entorno.

Es una persona que no se rinde, muy luchadora. Es muy difícil que exista el ‘no’ en su vocabulario, coinciden varias voces que le retratan como una mujer positiva, que mira siempre hacia delante y que es una buena compañera de filas

“Es una persona que no se rinde, muy luchadora”, subraya Lombó, con quien compartió Consejo de Gobierno durante la pasada legislatura, donde la pandemia puso las cosas complicadas a cualquier Gobierno. Es muy difícil que exista el ‘no’ en su vocabulario, coinciden varias voces que le retratan como una mujer positiva, que mira siempre hacia delante y que es una buena compañera de filas.

Sus partidarios le atribuyen además un amplio conocimiento de la Administración autonómica y local y una gran capacidad de trabajo para conocerlo todo de los asuntos que lleva en el Parlamento. Cogió las riendas de la oposición en sanidad y todos los días está en contacto con profesionales y personas del sector para estar al corriente de lo que pasa.

Las discrepancias en los testimonios de quienes la conocen en el ámbito político divergen en relación a la cuestión de su espíritu renovador. Para unos, ha luchado mucho por cambiar las viejas estructuras del partido en la medida en que ha podido o lo han permitido los estatutos. Para otros representa la continuidad, el aparato que ha ido tejiendo a su medida como vicesecretaria de Organización y la ambición de permanecer en la política como un “salvavidas profesional”.

Ella reivindica su lugar después de mucho tiempo en el que ha estado “donde ha dicho el partido”. Apela, además, a su condición de mujer. Un obstáculo, dicen las malas lenguas, para que haya sido percibida por muchos como sucesora de Miguel Ángel Revilla en el cartel electoral de 2027.  

Una mujer al frente del timón del PRC podría considerarse revolucionario, dadas las circunstancias, pero mientras Revilla lleve puesta la gorra de capitán del barco será más complicado rectificar el rumbo. En opinión de quién la conoce hay algo que les une: su exacerbado cantabrismo y su pasión por el folclore. Paula Fernández comparte con el veterano regionalista su afición a cantar montañesas. “Le gusta y lo hace muy bien”, enfatiza Marina Lombó, convertida en uno de sus apoyos durante esta campaña de primarias. Pero todavía le supera: ahora está aprendiendo a tocar la pandereta.