La ministra Rodríguez ha anunciado que la incorporación de elementos de industrialización puntuarán hasta un 10% en las licitaciones de la Empresa Pública de Vivienda
España construye el mayor número de viviendas tras la burbuja inmobiliaria pero no está claro que eso baje los precios
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (Perte) de la Industrialización de la Vivienda, con el que pretende desarrollar e impulsar un sector que, según las estimaciones del Ejecutivo permitirá reducir el tiempo de construcción, aumentar el la eficiencia y la capacidad productiva e incrementar la oferta para mejorar el acceso a un hogar para miles de personas atrapadas en la crisis residencial que asola el país, donde más de un millón y medio de familias destinan más de un 30% de sus ingresos a pagar el alquiler y el precio de compra no para de crecer.
El Ministerio de Vivienda capitanéa este Perte, dotado con 1.300 millones de euros vehiculados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en forma de préstamos a las empresas. Con esta financiación, el presidente Pedro Sánchez estimó ya la semana pasada que se construirían, de media, 15.000 viviendas al año en la próxima década y unas 20.000 anuales a partir de 2025. A la espera de establecer los convenios, fuentes ministeriales avanzan que la financiación se priorizará, siempre que se pueda, para aquellos proyectos de los que resulte vivienda asequible.
La construcción industrializada permite fabricar de forma automatizada sistemas que se ensamblan fácilemnte en obra o en terrenos intermedios. Así, se pasa del andamio a la fábrica, donde se construyen estructuras como estancias, baños o habitaciones, que se montan una vez concluidos. “Afecta a la calidad de las propias viviendas, a la calidad de la edificación y a la calidad de su arquitectura”, ha explicado la ministra Isabel Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Además, según las estimaciones del Gobierno, reduce el tiempo de edificación entre un 20 y un 60%.
Esos 1.300 millones de euros en préstamos para el sector se dividirán en 1.000 para el impulso y la transformación de la industria y 300 para la capitalización de empresas que generen oferta. “Se estima que el Perte podría tener un efecto total de 2,4 veces superior al volumen de inversión desplegado. Así, por cada euro de inversión pública podría generar un incremento total de la economía de 2,4 euros, tanto directa como indirectamente”, indican fuentes del Ministerio de Vivienda. De lo que no se han facilitado estimaciones, por el momento, es de cuánto reducira los precios este tipo de construcción industrializada.
Además del incentifo de financiación, Rodriguez ha anunciado otra palanca con la que el Ministerio quiere impulsar este sector. La nueva Empresa Pública de Vivivienda puntuará hasta un 10% los elementos de industrialización en sus licitaciones, empezando por las 1.600 viviendas que serán licitadas bajo el paraguas del Sepes en las próximas semanas. “Este será el modelo. Incorporar, valorar la industrialización en las licitaciones públicas para acompañar al sector y garantizarles la demanda de este tipo de industria para acompañar su dimensión y lograr el objetivo de que se produzca en términos similares a la producción de vivienda industrializada del entorno europeo”, ha indicado la ministra. Actualmente, la productividad de este sector en España se sitúa un 20% por debajo de la media europea.
Las 15.000 viviendas al año de media en la próxima década que el Gobierno pretende impulsar con este Perte, y que aún no ha podido aclarar cuándo empezarán a entregarse de forma significativa, son solo una de las piezas con las que Vivivienda quiere aumentar el parque y facilitar el acceso a una vivienda digna y asequible. De cumplirse la previsión, se levantarían 150.000 viviendas de aquí a 2035.
Solo en 2024, se finalizaron 110.306 viviendas, un 7,6% más que en 2023 y comenzaron a levantarse 122.220, un 14,5% más que el año anterior. Según las estimaciones del Banco de España, el país sufre un déficit de medio millón de viviendas.
“Nadie discute”, ha defendido Rodríguez, que para solucionar el problema de vivienda “se precisa de un incremento de la oferta que ocurra en términos de asequibilidad” y que este Perte permitirá “reducir costes y tiempos de edificación y dar respuesta cuanto antes a ese reto”.