El parlamento germano tiene dos semanas para elegir canciller si quiere evitar el riesgo de una repetición electoral
El candidato democristiano Merz fracasa por sorpresa en la primera votación para ser elegido canciller en Alemania
Lo expertos y comentaristas alemanes repasan hoy el articulado de la ley fundamental del país para conocer qué va a pasar en el inédito escenario abierto después de que el candidato a canciller, el democristiano Friedrich Merz, no haya sido elegido en primera vuelta. La posibilidad de una repetición electoral es lejana, pero no inverosímil.
El artículo 63 de la Ley fundamental alemana, que es el nombre que recibe la constitución, indica que, si el candidato no consigue la mayoría absoluta en la primera votación, se abre un periodo de 14 días en el que se podrán celebrar sucesivas sesiones parlamentarias para elegir canciller, que podría ser el mismo Friedrich Merz u otro.
Los democristianos de la CDU, sus socios bávaros de la CSU y el socialdemócrata SPD, que habían pactado elegir a Merz, debaten ahora si conviene o no acelerar al máximo la siguiente votación y así minimizar la crisis. El problema es que adelantar a mañana u hoy mismo la siguiente sesión de investidura requeriría una mayoría de dos tercios que obligaría a contar con otros partidos, como los verdes o Die Linke.
La situación es asimismo compleja porque la votación parlamentaria es secreta, de modo que los diputados díscolos no tienen que dar explicaciones ante sus líderes y pueden, si lo desean, mantener el bloqueo. Hasta el momento, ningún parlamentario ha reconocido haber desobedecido a su partido ni dado explicaciones al respecto. CDU, CSU y SPD suman teóricamente 328 escaños, 12 más que la mayoría absoluta, pero Merz solo ha logrado 310.
Los ultraderechistas de AfD ya tratan, por su parte, de pescar en río revuelto y reclaman un adelanto electoral. En las elecciones generales lograron por primera vez el segundo lugar, y alguna encuesta ya los sitúa como primera fuerza. Su líder, Alice Weidel, ha dicho que el de hoy es “un buen día para Alemania”.
El colíder de Los Verdes, Felix Banaszak, ha escrito en X que lo sucedido supone un “mal punto de inflexión” y que Alemania y Europa necesitan estabilidad, pero que no se puede culpar a la oposición de que el Gobierno no logre la mayoría.
Si en las dos próximas semanas no se consigue que un candidato obtenga la mayoría absoluta, se abriría una tercera fase aún más incierta pues, aunque el canciller podría elegirse por mayoría simple, requeriría posteriormente el aval del presidente federal, que podría optar, en cambio, por disolver la cámara y convocar elecciones. Mientras tanto, seguirá ejerciendo como canciller interino el socialdemócrata Olaf Scholz.