Un informe de la Ertzaintza reconoce 184 intervenciones con armas de fuego desde 2023, 19 de ellas «en contra de personas»

«No se puede determinar el diagnóstico médico porque, en la mayoría de los casos, no fueron alcanzados por el proyectil o no se dispone del dictamen médico», explica el documento

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Cada cuatro días y medio, la Ertzaintza tiene una actuación con armas de fuego en Álava, Bizkaia o Gipuzkoa. Desde el 1 de enero de 2023 hasta el 31 de marzo de 2025 han sido 184 los casos totales en que los agentes han tenido que disparar una escopeta o un lanzador. Fueron 81 en 2023, 80 en 2024 y 23 en los primeros meses de este año. En 157 ocasiones, los policías han usado la escopeta para abatir a un animal. Es, con diferencia, la incidencia más repetida. Sin embargo, en 27 ocasiones las armas se han usado para otros supuestos. Así, la Policía vasca admite haberlas usado “diecinueve veces en contra de personas”. “No se puede determinar el diagnóstico médico porque, en la mayoría de los casos, no fueron alcanzados por el proyectil o no se dispone del dictamen médico”, se explica.

El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha remitido al Parlamento Vasco a instancias del nuevo portavoz de EH Bildu para asuntos policiales, Gorka Ortiz de Guinea, un informe con todas las intervenciones con armas de fuego de la Ertzaintza de 2023 y 2024 y también las del primer trimestre de 2025. Se trata de un cuadro con la fecha, el lugar, un breve resumen del suceso y el arma y munición empleadas. No obstante, la Policía desarrolla algo más los 19 casos “en contra de personas”, algunas bajo investigación judicial como el caso de la mujer que cayó desplomada en el exterior del estadio de Anoeta de la Real Sociedad y que acredita lesiones en la cabeza que ella asocia a un proyectil de ‘foam’ de la Brigada Móvil. De hecho, en 18 de los 19 casos el arma empleada es el lanzador antidisturbios y la munición la SIR o la SIRX. Este segundo cartucho es más lesivo.

Eso sí, hay un suceso en el que agentes de la Ertzaintza usaron una escopeta con bala. Fue el 22 de julio de 2024 en Derio, en el área metropolitana de Bilbao. Los funcionarios dispararon a la rueda derecha “de un vehículo que se había dado a la fuga tras un robo en Amorebieta-Etxano”, a varios kilómetros del lugar de los hechos. Se hizo “con la única intención de evitar el acometimiento o el atropello de los agentes”, explica la Ertzaintza.

Muchas de las actuaciones con uso de armas de fuego guardan relación con eventos deportivos y, singularmente, con competiciones europeas de fútbol masculino de la Real Sociedad o del Athletic Club. Así, constan disparos en el Real Sociedad-Roma de marzo de 2023 (38 cartuchos de ‘foam’ y dieciocho salvas), en el Real Sociedad-Benfica de noviembre de ese año (diecinueve cartuchos y quince salvas), en el Athletic-Atlético de Madrid del 29 de febrero de 2024, en el Real Sociedad-PSG de unos días después, el que acabó con la mujer en el hospital, y en el Athletic-Roma de marzo de este año. No se apunta a la existencia de heridos aunque, en el caso de Anoeta, la Ertzaintza sí reconoce que existe una denuncia y que la conoce.

En otros siete casos, la Policía refiere personas con problemas psiquiátricos o tendencias autolíticas que tuvieron que ser reducidas con el uso de armamento. Y aquí sí se asume la existencia de lesiones. En Hondarribia, en marzo de 2023, la persona implicada recibió “tres disparos de bala de ‘foam’ que le ocasionaron contusiones en el brazo, el muslo y la espalda”. En Donostia, en julio de ese año, otros tres proyectiles causaron a una persona “contusiones en el abdomen y la pierna”. En septiembre de 2023, una persona pertrechada con un hacha atacó a los ertzainas actuantes y éstos usaron armas, aunque no le dieron y la reducción se hizo con un ‘taser’ o pistola eléctrica. Antes, explica la Policía, intervinieron negociadores, familiares y Bomberos.


El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria.

En julio de 2024, en Sopela, también falló el lanzador y se recurrió al ‘taser’. Era una persona con un cuchillo en la mano y con intenciones autolíticas que, además, había consumido cocaína. En Arrasate-Mondragón, en septiembre, ocurrió algo muy similar. En noviembre, en Donostia, una persona esgrimió dos botellas para autolesionarse. Intervino la unidad PRI -Intervención rápida- y al reducirle el varón acabó con “una contusión en el abdomen”. Finalmente, el caso más reciente es del 30 de marzo de este mismo año. En Bilbao, un hombre armado con un cuchillo recibió “cinco disparos de bala de ‘foam’ que le ocasionaron diversas contusiones en el tronco”.

Otro de los episodios fue un caso de violencia de género. El 17 de noviembre de 2024, en Pasaia, se disparó con ‘foam’ para “reducir y detener” a un hombre que llevaba un cuchillo y que antes había agredido con él a su pareja. Acabó con una “contusión en el cuello”, según los datos oficiales. Meses antes, en mayo, en Arrigorriaga, agentes emplearon el lanzador contra una persona que les había atacado con una navaja, aunque nuevamente el ‘taser’ fue la herramienta con la que le redujeron.

El resto de casos son “desórdenes públicos” variados. El primero ocurrió en noviembre de 2023 en Donostia. En el marco de una concretación del movimiento GKS frente a la sede del PSE-EE y en apoyo de Palestina hubo “incidentes” y la Policía arrojó nueve salvas y un cartucho de ‘foam’ sin que consten heridos. Sí los hubo en Tolosa en febrero de 2024 durante el Carnaval. En concreto, un joven tuvo lesiones en un ojo derecho. La investigación concretó que la Ertzaintza intervino en una zona de hostelería por la existencia de algaradas y que, al emplear el armamento, un proyectil “de rebote” se desvió y acabó impactando en la cara de una persona. Se puede leer aquí más información.

Unos pocos días después, en Vitoria, con motivo del aniversario de la matanza policial del 3 de marzo de 1976, una mujer refirió lesiones en la mandíbula. La Ertzaintza no indica el número de cartuchos empleados pero sí los utilizó. De hecho, en la imagen que acompaña esta información el fotógrafo Iñaki Berasaluce documentó cómo se recogían los proyectiles usados que habían quedado en el suelo. Finalmente, el 14 de abril de 2024, en Orduña, durante una “identificación” en un bar de madrugada se emplearon dos salvas y un cartucho de ‘foam’ del tipo menos lesivo.