El aumento de turistas en Ibiza desborda de basura la isla

La mayor de las Pitiüses enviará a partir de octubre sus residuos a Mallorca porque su vertedero no da para más debido a la mala gestión. «No es una solución sostenible ni solidaria», lamenta el ecologista Joan Carles Palerm

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A falta de infraestructuras de incineración de los residuos no reciclables en Eivissa, el Govern ha decidido intermediar entre el Consell de la isla y el de Mallorca para que estos restos sean quemados en Son Reus a partir de octubre. El vertedero de Ca na Putxa, en Eivissa, está al límite. Esta solución permitirá la clausura de la instalación ibicenca, según la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, que ha participado esta semana en la mayor de las Pitiüses en la Conferencia de Presidentes de Balears.

Esta medida que, según Prohens, se toma para hacer cumplir la normativa europea, supondrá más gastos para Eivissa, que tendrá que pagar el servicio a Mallorca y que no podrá tener rebajas en la factura eléctrica por la incineración de residuos. Como es habitual en estas infraestructuras, el beneficio recaerá también en la isla receptora. Además, el Consell d’Eivissa tendrá que sufragar los gastos del transporte marítimo, que estará, asimismo, a merced de averías, temporales marítimos o huelgas de estibadores y trabajadores. La ciudad de Eivissa sufrirá, además, el tráfico rodado de los tráileres de alrededor de 40 toneladas que transportarán la basura.

Según los grupos ecologistas, la situación en la que Eivissa se encuentra en estos momentos se debe a la falta de previsión por parte de las administraciones públicas, que “no han querido coger el toro por los cuernos”, y al déficit en la cantidad de residuos reciclados que ha provocado la saturación del vertedero de Ca na Putxa. La única alternativa, hasta el anuncio del traslado de residuos esta semana, según las autoridades medioambientales del Consell, entidades ecologistas como el GEN (Grupo de Estudio de la Naturaleza), e incluso Podemos, es la construcción de una incineradora; pero esta tardaría alrededor de 10 años en estar a punto. La otra opción, la que se ha tomado finalmente, es mandar los residuos a Mallorca (se podría haber hecho también a la península) para su tratamiento, “lo que genera más impacto ambiental y, por lo tanto, más afecciones al cambio climático”, explica a elDiario.es Joan Carles Palerm, presidente del GEN. 

La única alternativa hasta la fecha era la construcción de una incineradora, pero esta tardaría alrededor de 10 años en estar a punto

El vertedero de Eivissa no tiene más capacidad para alojar el volumen de residuos que tanto residentes, alrededor de 160.000 según datos de 2024, como turistas, 3.600.000 el año pasado, generan. El actual basurero solo aguantaría 3 años más. No es una sorpresa. Estaba previsto en todos los estudios. El Plan Director Sectorial de Prevención y Gestión de Residuos no peligrosos de la isla de Eivissa (PDSPIGRE) no incluyó, en su momento, la construcción de instalaciones adecuadas para gestionar los residuos cuando el vertedero existente se llenara, ni lo ha hecho desde entonces. Además, la normativa europea -la Directiva de modificación (UE) 2018/851-, de obligado cumplimiento para todos los países miembros desde julio de 2020, impone que antes de 2035 los vertederos sólo puedan acoger el 10% de los residuos totales sin reciclar, “cifra aún muy lejos del 60% actual y, a este ritmo, totalmente imposible de alcanzar”, según asegura el GEN.

El equipo de gobierno de PSOE y Podemos en el Consell d’Eivissa, entre 2015 y 2019, fue el que elaboró el PDSPIGRE, que fue presentado poco antes de que terminara ese mandato, justo al filo de las elecciones autonómicas y municipales en las que se hacía con el poder el Partido Popular, que gobierna hasta hoy. Sin embargo, ni la coalición progresista ni los populares incluyeron en el Plan la creación de nuevas infraestructuras para los residuos no reciclados, a pesar de que los análisis preveían el agotamiento de la capacidad del vertedero entre 2026 y 2028. 

“Si la instalación, fuera incineradora o vertedero, hubiese sido incluida en el Plan Director Sectorial, no estaríamos en esta situación. La cuestión es que ahora necesitamos tres años para elaborar un proyecto, cinco años de tramitación para poder construirlo y, luego, hay que hacerlo, como mínimo otros dos años, con lo que nos ponemos en diez años. Habría que haber dado soluciones en su momento a un asunto tan importante como este”, explica Joan Carles Palerm, presidente del GEN, en conversación con elDiario.es.

“Pero, al parecer, ni los unos ni los otros han querido ser los artífices de la idea de la creación de una incineradora en la isla de cara a la ciudadanía, de cara a los electores”, explica Palerm, en referencia a la previsible oposición ciudadana a una instalación de este tipo en Eivissa. El PP, que ha gobernado desde entonces, aunque ha sido consciente de las necesidades de la isla en cuanto a sus residuos no reciclados, “no ha querido coger el toro por los cuernos”. La situación ahora es límite. Así las cosas, la isla se verá obligada, sí o sí, a enviar los residuos fuera, al menos por una década, porque en Eivissa no hay ninguna infraestructura operativa. 

“Las 100.000 plazas de turismo ilegal también crean residuos. Si no estuvieran, el vertedero nos duraría cinco años, e igual llegaríamos. Esta situación la conocen todos desde hace tiempo y nadie ha hecho nada”, puntualizan desde el GEN. “Enterrar la basura tampoco es una buena opción y, aunque en los últimos años hemos bajado algo en residuo per cápita, tenemos que disminuir nuestras basuras no reciclables mucho más, como así lo indica la normativa europea”, concretan. “Esto pasa porque haya menos personas produciéndolas, es decir: hay que decrecer”, explica Joan Carles Palerm.

Las 100.000 plazas de turismo ilegal también crean residuos. Si no estuvieran, el vertedero nos duraría cinco años, e igual llegaríamos [a las cifras que marca Europa]. Esta situación la conocen todos desde hace tiempo y nadie ha hecho nada

Joan Carles Palerm
Presidente del GEN-GOB Eivissa

¿Por qué la incineradora y no otro vertedero?

“No hay otra alternativa que buscar una salida a un residuo que se va a generar sin una instalación aprobada para su gestión y esto condiciona nuestra postura. Nosotros preferimos un vertedero que una incineradora porque incentiva más el reciclaje y la reutilización, ya que tiene una vida útil y de lo que se trata es enviar allí lo mínimo posible”, puntualizan desde el GEN en línea con el espíritu de la Directiva europea que lo regula.

“Pero, si queremos cumplir con la normativa de Europa, hay que procesar los residuos en una incineradora sí o sí, debido a la incapacidad para bajar los porcentajes y llegar al 2035 con un 90% de reciclaje de los residuos, de manera que solo vayan al vertedero un 10%. Si hubiésemos trabajado mejor estos años sería posible un vertedero, pero así es imposible”, reitera Palerm. Por lo tanto, “o dejamos la basura en medio de la calle o la llevamos a otro sitio”. “Lamentamos que hagan las cosas tan mal, que no haya margen para poder trabajar en serio y tengamos que esperar hasta que se construya la incineradora”, especifica.

Nosotros preferimos un vertedero que una incineradora porque incentiva más el reciclaje. Pero, si queremos cumplir con la normativa de Europa, hay que procesar los residuos en una incineradora sí o sí, debido a la incapacidad para bajar los porcentajes y llegar al 2035 con un 90% de reciclaje de los residuos, de manera que solo vayan al vertedero un 10%

Joan Carles Palerm
Presidente del GEN-GOB Eivissa

El Consell d’Eivissa, tal y como se comprueba en su página de transparencia, encargó en diciembre de 2021 un estudio de alternativas de las instalaciones de gestión de residuos, elaborado por Uxama Ingeniería y Arquitectura. En el mismo se contemplaban estas dos posibilidades: “El tratamiento en una nueva instalación a construir en la isla de Eivissa o bien el envío de los residuos a la isla de Mallorca para tratarlos en la única incineradora existente en el ámbito de la Comunidad Autónoma”. La institución insular en aquel momento no consideró estas conclusiones.

Llegado 2025 sin ninguna solución, el transporte de los residuos que Eivissa se va a ver obligada a realizar abocará a la isla a otros problemas. En primer lugar, se multiplicarán los costes del proceso. “Y, por otra parte, esta solución implica depender de múltiples factores humanos y climatológicos que podrían complicar, y mucho, que los residuos no reciclados salieran de la isla: huelga de estibadores, mal tiempo, imposibilidad de navegar por averías, etc”, comentan desde el GEN-GOB.

Los ecologistas apuestan por permanecer en esta situación el mínimo tiempo posible con la creación de la incineradora en Eivissa. “Además, a las emisiones de la incineración se sumarían las del transporte, y esto es totalmente inadmisible. Las partículas que se emiten con la quema de residuos, lo que se llama finalistas, no se pueden reciclar. Además, estas se transportan a través del aire. Es trasladar el problema a otro sitio, pero no dejar de tenerlo”, aseguran desde la entidad ecologista. 


La planta incineradora de Son Reus. La imagen corresponde a una protesta de Greenpeace en 2008, que colgó una pancarta de 120 metros con la frase «quemar basura contamina».

La oposición tiene visiones opuestas

La coalición progresista -PSOE y Podemos- que redactó el Plan Sectorial de Residuos de Eivissa tiene posiciones diferentes en cuanto a la solución a este grave problema. El conseller socialista, Víctor Torres, ha declarado que su formación es partidaria del traslado de los residuos a Mallorca y ha remarcado, según han informado en nota de prensa, que “la construcción de una incineradora es la peor de las soluciones”.

Por su parte, desde Podemos aseguran que “hay que afrontar la realidad”. “No es de recibo que otros gestionen nuestros residuos y, con ello, además, contaminar el doble. Es hipócrita trasladar el problema a otro sitio. Si queremos soberanía insular será para lo bueno y para lo malo”, asegura Mónica Fernández. Y añade: “La solución, hoy por hoy, pasa por la construcción de la incineradora en Eivissa. Lo que hay que hacer es implantar políticas que garanticen la reducción de generación de residuos, que obliguen a los proveedores a reducir los embalajes y, también, reducir la cantidad de personas que vienen a la isla para generar menos residuos. No hay otra. Así tendremos menos residuos y contaminaremos menos”.

Para la formación morada, la única posibilidad es una planta de Valorización Energética, una incineradora. “La tecnología ha avanzado para que pueda ser una planta de poco impacto ambiental y visual. Todo depende del proyecto y de todos los informes que se tienen que hacer con datos actualizados”, explica Fernández.

“Cuando nosotros elaboramos el proyecto presentado en 2019, se tenía la esperanza en que el efecto de la planta de triaje, prevista en el Plan, disminuyera los residuos y, por ello, pusimos toda nuestra energía en ello. Pero no ha sido así. Si trasladamos nuestros residuos fuera de la isla, como ya vamos a tener que hacer en los próximos años, se necesitará una flota de camiones de gran tonelaje, unas 40 toneladas, que van a tener que circular por carreteras que no están preparadas”, explican en Podemos. Además, ponen de manifiesto la necesidad de barcos especializados para estas labores. “Cada día pasarían por la ciudad de Eivissa alrededor de 10 de estos camiones. ¿Estamos preparados para esto?”, se cuestiona la política.

En cuanto a las afecciones en la economía de Eivissa, Fernández se refiere también al beneficio económico que supondría una incineradora en las Pitiüses, “que reduciría la factura de la recogida de basuras y la eléctrica”. Con la decisión de enviar los residuos a Mallorca es Eivissa la que tiene que pagar el transporte y la recepción por parte de la incineradora de Son Reus. “¿Queremos pagar este precio siempre y perder en soberanía?”, pregunta la edil morada.

Por su parte, el Departamento de Gestión Ambiental del Consell d’Eivissa convocó hace semanas una consulta popular en la que aún se puede participar. Si los resultados son concluyentes “formarán parte del proceso de toma de decisiones sobre el futuro tratamiento finalista de los residuos”, explica la institución, aunque no son vinculantes. La consulta, que el PSOE tilda de “paripé”, da a escoger entre “enviar los residuos a la incineradora de Mallorca” o “construir una planta de valorización en Eivissa”.