El Comité de Bioética de Catalunya defiende regular la gestación subrogada, en contra de la postura del Gobierno

El organismo considera que, ante la imposibilidad de prohibir esta práctica a nivel internacional, se debería garantizar el registro de los recién nacidos y garantizar sus derechos, así como los de la mujer gestante

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El Comitè de Bioètica de Catalunya (CBC) se ha posicionado a favor de regular la gestación subrogada, en contra de la postura del Gobierno, que hace una semana publicó una instrucción por la cual se establece que los bebés fruto de esta práctica ya no se podrán registrar en el Registro Civil, a pesar de que haya una sentencia extranjera que valide el contrato.

El CBC considera, por contra, que dificultar el registro de estos bebés es una decisión que podría atentar contra los derechos de los recién nacidos, sus familias y la mujer gestante. Esta consideración se basa en la dificultad, según el Comitè, de prohibir o regular de manera internacional esta práctica, sobre todo, apuntan, viendo el crecimiento de solicitudes en países como Ucrania, donde esta práctica es legal.

Por eso, el organismo apuesta por una regulación nacional como herramienta para “proteger” y “garantizar” los derechos de todas las partes implicadas. Así lo establece en un informe encargado por el anterior Departament de Salud, con Manel Balcells al frente y bajo el Govern de Pere Aragonès. Por su parte, el actual Ejecutivo ha rechazado valorar el informe, asegurando que el CBC es “un organismo independiente”.

En el estudio, que evalúa tanto la percepción pública como las “dudas éticas” de la gestación subrogada, así como el marco legal, establece que esta práctica se debería regular “bajo un marco de supervisión pública” que asegure los derechos de todos los implicados y “vele para evitar la mercantilización”.

Aun así, el organismo destaca que no pretende fomentar la gestación subrogada, pero considera que una adecuada regulación estatal (y sin intermediación económica de agencias y otros actores) “haría más equitativo el acceso” a esta práctica que actualmente, según reiteran, sólo es posible para aquellas personas que disponen de elevados recursos económicos.

Con todo, el CBC considera que la gestación subrogada debería establecerse como una “práctica altruista, pero con una justa compensación” a la mujer gestante establecida por un ente regulador. Se propone una compensación de los gastos, “los esfuerzos y los riesgos” a la que se podrá renunciar siempre que la gestante así lo considere.

El órgano regulador también, según la propuesta del CBC, sería el encargado de valorar la idoneidad de las gestantes y de los progenitores de intención, que lleve un registro y que emita autorizaciones para cada caso individualmente. Igualmente, en esta supuesta regulación, se prohibiría la actuación de agencias y otros intermediarios.

También se propone establecer criterios de acceso para las mujeres gestantes, como que hayan tenido al menos un hijo previamente, impedir que una supuesta vulnerabilidad económica no sea limitante para su libertad o limitar el número de veces que pueda subrogar su vientre.

Igualmente, se concretarán los derechos de la gestante, como la posible revocación del consentimiento hasta el momento del parto o, incluso, más allá si así lo determina el legislador.

Por otro lado, el documento también contempla los derechos del recién nacido, como el de garantizar su filiación a los progenitores de intención y la posibilidad de no tener vinculación jurídica con la mujer gestante. De la misma manera, se establece que el bebé debería tener el derecho a conocer sus orígenes biológico, en los mismos términos que se prevén en casos de adopción.

Con todo, el Comitè de Bioètica sostiene la necesidad de regular la gestación subrogada a escala nacional, “dando la opción de llevarla a cabo en el propio país de forma segura, ética y protectora de los intereses de los menores, de las mujeres gestantes y de los progenitores de intención”.

Además, el CBC considera que no afrontar el debate implica “seguir exportando una demanda social real, basada en el deseo legítimo de tener descendencia, con riesgos de discriminación elitista, explotación de mujeres vulnerables y mercantilización”, sostienen.

Desde este organismo se muestran conscientes de que el debate sobre la gestación subrogada es polémico y candente, pero reiteran la necesidad de regular también, en base a que la mayoría de la población española (58%) está a favor de una regulación, según una encuesta publicada en 2023. También destaca que, concretamente en Catalunya, el 73% de la población considera que la práctica debería ser legal y que el 70% se muestra a favor de la filiación de los menores, según una encuesta del GESOP.