Una fuente autorizada por Javier Gómez Fidalgo asegura a elDiario.es que el préstamo de 900.000 euros para comprar el ático procede de inversores de su entorno personal y que es uno de los 15 «negocios» que ha hecho a través de la sociedad Babia Capital
El fiscalista de la pareja de Ayuso niega ante la jueza haber participado en el engaño a Hacienda
El fiscalista Javier Luis Gómez Fidalgo describe como “un negocio” el alquiler con derecho a compra de un ático de lujo que le paga Alberto González Amador y que el empresario disfruta junto a su pareja, Isabel Díaz Ayuso. González Amador calificó el 10 de abril en el juzgado como “un favor” que el administrador de Babia Capial SL adquiriera el ático para alquilárselo y que en el futuro pudiera ejercer la cláusula de compra, pero un portavoz autorizado por Gómez Fidalgo defiende a elDiario.es que el objetivo del fiscalista son las ganancias de un 12% que obtiene sobre los 950.000 euros que pagó en 2023 por la vivienda de cinco dormitorios y una amplia terraza en uno de los barrios más caros de la capital.
La declaración de Alberto González Amador el mes pasado acabó con la estrategia de silencio alrededor del descubrimiento que elDiario.es había hecho un año antes: la presidenta madrileña no solo disfrutaba del piso comprado en esa privilegiada zona de Madrid por su pareja, también lo hacía de un ático situado en la planta de arriba. Durante doce meses, Ayuso se limitó a cuestionar que el ático fuera “de lujo” –“hay que morirse de la risa con ustedes”–, pero González Amador, sin que nadie le preguntara, afirmó durante su declaración del 10 de abril que pagaba 5.000 euros al mes por un alquiler con derecho a compra.
También dijo que la adquisición del ático dos días antes de que la pareja se mudara al piso de abajo fue “un favor” de su fiscalista que le permitiría hacerse con la vivienda más adelante. La fuente autorizada por Javier Gómez Fidalgo asegura que ese favor no es tal y que Babia Capital, la sociedad que administra este fiscalista, obtiene un 6,3% de beneficio en concepto de renta, los alrededor de 5.000 euros mensuales de alquiler, a lo que hay que sumar casi otro 6% si González Amador ejecuta la opción de compra. Según las fuentes consultadas, ese es el precio de reventa pactado si finalmente se lleva a cabo la operación.
El contrato de alquiler con derecho a compra vencía en agosto de 2024, pero el fiscalista accedió a ampliarlo un año más a petición de Alberto González Amador, quien le trasladó que la investigación judicial a la que estaba sometido y el escándalo político y mediático le impedían ejecutar la opción de compra el verano pasado, describe la misma fuente. “Es lo único que se puede parecer a un favor”, precisa.
Esto implica que dentro de dos meses y medio expira esa prórroga y que Alberto González Amador deberá comprar el ático o renunciar a él, siempre que no se negocie un nuevo contrato. El portavoz de Fidalgo asegura desconocer por ahora las intenciones del novio de la presidenta madrileña.
El representante de Babia Capital SL ofrece una explicación al acuerdo entre Gómez Fidalgo y González Amador. La pareja de la presidenta compró en julio de 2022 un piso en la sexta planta del edificio. Entregó en mano 350.000 euros, cantidad coincidente con lo que había defraudado a Hacienda por los dos ejercicios anteriores, y suscribió una hipoteca de 500.000 euros con el banco. Todo a su nombre. La Comunidad de Madrid insiste en que Díaz Ayuso, quien meses antes de destaparse el fraude de la pareja anunció que estaba mirando un piso para comprar en el distrito de Chamberí, no paga alquiler alguno por vivir en esas dos viviendas de lujo ni en ninguna otra.
Cuando la pareja llevaba varios meses de reforma del piso que había comprado, según el portavoz de Fidalgo, salió a la venta el ático del piso de arriba, en el que la pareja ya se había fijado cuando González Amador adquirió la vivienda de abajo. En ese momento, González Amador ya era objeto de una inspección fiscal y Gómez Fidalgo le representaba ante Hacienda, lo que le ha valido la imputación en el caso: está acusado de ser colaborador necesario en el fraude fiscal del novio de Ayuso.
La fuente autorizada por el fiscalista asegura que González Amador le contó que no podía comprar el ático en el momento en que se había puesto a la venta, en plena inspección de Hacienda, y Gómez Fidalgo apreció una oportunidad de negocio, así que le pidió el contacto del vendedor a su cliente. Según ese relato, González Amador le propuso que en el futuro se lo alquilara o vendiera, algo que el fiscalista entendió en un principio que se le formulaba “en tono de broma”.
Entre el comienzo de los contactos con la familia heredera del ático y la formalización de la compra pasaron varios meses, según el entorno del fiscalista. La formalización de la compra justo cuando Ayuso y su pareja se mudaban al piso de abajo fue una casualidad, de acuerdo al citado relato.
8.000 euros al mes para que vivan la presidenta y su pareja
González Amador pagaba ya una hipoteca de casi 3.000 euros mensuales por el piso del sexto y debió añadir otros 5.000 por el alquiler con derecho a compra del ático. En total, 8.000 euros al mes por los dos pisos de los que disfruta junto a la presidenta madrileña. Desde que son pareja, González Amador ha multiplicado por cuatro sus ingresos procedentes de Quirón, la empresa de la sanidad privada que recibe cientos de millones todos los años de la administración autonómica que preside Ayuso.
En el caso de que Alberto González ejecute el próximo agosto el derecho a compra del ático, el precio que pagará por la vivienda, entre el alquiler durante dos años y el casi 6% adicional a lo que pagó Fidalgo será de alrededor de 1.127.000 euros, aun por debajo del precio de mercado. Por la vivienda del sexto, González Amador cerró una compra de 850.000 euros. Casi 2 millones de euros para el disfrute de la presidenta madrileña y su pareja por 380 metros cuadrados entre las dos casas la mejor zona del distrito de Chamberí.
Javier Gómez Fidalgo no es la única persona que hace “negocio” con el ático. Babia Capital SL, la sociedad que lo adquirió, está participada también por su esposa, otro familiar directo y el hostelero leonés Jorge de Pablos, tal y como reveló elDiario.es. Según el portavoz del fiscalista, los cuatro se dedican a recaudar dinero entre su entorno para hacer operaciones similares a las del ático y que, en este caso, recibieron un préstamo de 900.000 euros a través de distintas aportaciones que están declaradas ante el organismo competente de la Comunida de Madrid.
En total, este “club de inversión”, según lo califica la citada fuente, ha realizado 15 o 16 operaciones como la del ático, de las que mantienen activas en este momento cuatro. Una de ellas consiste en un local comercial en Alzira (Valencia), de la que informó en enero este periódico y otras es la vivienda alquilada con derecho a compra por González Amador.
La misma fuente descarta que el presiente de Quirón Prevención, Fernando Camino, o su esposa participen en la inversión en inmuebles. Este portavoz asegura que Gómez Fidalgo y Camino no son amigos, no tienen trato y que su relación profesional se ciñó a la gestión administrativa que el despacho del fiscalista prestó a la mujer del presidente de Quirón Prevención con las cuentas de Círculo de Belleza SL. Esta es la sociedad que compró Alberto González por medio millón de euros cuando no facturaba ni 30.000 al año, lo que la acusación sospecha que se trata del pago encubierto de una comisión por el negocio de 2 millones en comisiones de mascarillas que encumbró empresarialmente a la pareja de Ayuso durante la pandemia.
Ante la jueza del caso, Javier Luis Gómez Fidalgo ha declarado este martes que Alberto González Amador contactó con su despacho recomendado por alguien que desconoce y que por eso realizó la declaración tributaria de la empresa que había comprado a Gloria Carrasco y a la que había rebautizado como Masterman & Whitaker. Esa declaración fraudulenta es una las operaciones que le han valido a Javier Gómez Fidalgo la imputación como cooperador del delito de fraude fiscal de González Amador.
Javier Gómez Fidalgo no ha trasladado en su declaración como imputado las condiciones del alquiler del ático porque la jueza ha cortado las preguntas del fiscal y del abogado del PSOE, que ejerce la acusación popular, alegando que esta cuestión no es objeto de la pieza principal de la causa, en cuyo marco declaraba el fiscalista.