La Fiscalía mantiene la petición de 16 años de cárcel por homicidio y la acusación popular y particular, realizada por Gehitu, pide una pena de 39 años por asesinato
Un jurado para el acusado de asesinar a hombres en Bilbao que lo niega todo: “Por favor, tengan presente a la víctima”
El juicio en la Audiencia Provincial de Bizkaia contra Nelson David Moreno por el presunto asesinato de otro hombre en Bilbao ha quedado este lunes visto para sentencia. O, mejor dicho, visto para veredicto, porque la última palabra es de un jurado. En sus conclusiones, la fiscal de este caso que sigue a otra condena a 10 años de cárcel por intento de homicidio y a la investigación por la muerte de siete hombres en 2021, ha asegura que de no haber sido detenido, el acusado, a quien al igual que lo hicieron psiquiatras forenses en juicios anteriores ha descrito como una persona con “un perfil psicopático”, “habría seguido matando”, según ha recogido la Cadena Ser.
También ha considerado “absolutamente probado” a través de los informes de telefonía y el cotejo de voz en la llamada al banco que el acusado “estaba en la casa de la víctima” cuando se produjeron los hechos, ya que “solamente desde la presencia del acusado en el domicilio del fallecido se puede explicar que una persona que no es el titular de la cuenta bancaria ni del teléfono haga una llamada a la entidad bancaria de la víctima, pida el cambio de contraseña y se haga bizum y transferencia desde la cuenta del fallecido a la suya”. Además, tras destacar que el teléfono móvil del fallecido se encontró en su vivienda, ha subrayado que la forma de entrar a la casa del fallecido “no fue casual”, sino que la víctima “abrió la puerta al acusado, le dejó entrar”, según detalla Europa Press.
Tanto en la declaración que el acusado realizó el pasado miércoles como en su alegato final ha negado haber estado en la vivienda de la víctima y haberle provocado la muerte con la técnica ‘mataleón’ de estrangulamiento. Según ha declarado, fueron otros dos miembros de una banda de cuatro que se dedicaban a robar a través de esta técnica los que quedaron con la víctima en su vivienda, mientras él esperó fuera “durante dos horas” a que salieran. Cuando salieron de la vivienda le entregaron a Nelson David Moreno, al que le llamaban ‘Cali’, una tarjeta de crédito que utilizó para retirar dinero y un ordenador portátil que vendió. Más vaga ha sido la explicación acerca de por qué recibió los bizums realizados desde la casa y con el móvil de la víctima en su teléfono. “Yo recibí el bizum, pero no lo hice yo. Para eso me contrataban. No tenía permiso de trabajo y tengo mi familia en Colombia. Me ofrecieron trabajo de tarjetero”, ha asegurado. En un proceso penal, los acusados tienen derecho a mentir.
A este respecto, la fiscal ha argumentado que la versión de otros tres miembros de una banda que eran los verdaderos culpables mientras que él solo se dedicaba a extraer el dinero de las tarjetas “adolece de una llamativa ausencia de pruebas” y que no se ha aportado “ningún dato de ninguna tercera persona que haya participado ni en éste ni en ningún caso” en los que está implicado. Por eso, la Fiscalía ha mantenido su escrito de acusación en los mismos términos y ha pedido 16 años y tres meses de cárcel por homicidio, estafa continuada y hurto leve.
El abogado de la acusación particular y popular Saúl Castro, que representa a la Asociación de gais, lesbianas, transexuales y bixesuales del País Vasco (Gehitu) ha insistido en que el fallecido “fue víctima de un asesinato discriminatorio cometido a sangre fría” por el encausado, “que seleccionó a la víctima exclusivamente porque era homosexual”. “Le hizo creer que quería tener relaciones sexuales con él, consiguió que le invitara a su piso con ese fin y le estranguló, con el método del ‘mataleón’, con la finalidad de apropiarse de su tarjeta bancaria. No era la primera vez que hacía esto. Que fuera homosexual era un elemento principal y necesario. Si la víctima no hubiera sido gay el acusado no habría ido a su casa. Si el acusado se hubiera hecho pasar por un revisor del gas no estaríamos hablando de un hecho discriminatorio por ser homosexual. El hecho de que la víctima fuera homosexual era un elemento principal, deseado y necesario para el crimen”, ha indicado Castro quien ha descrito al acusado como una persona “calculadora y fría, un mentiroso profesional que sabe aparentar y actuar muy bien para zafarse de cualquier responsabilidad por sus actos”, ha indicado.
Por ello, solicita una pena de 39 años por un delito de asesinato, con las agravantes de alevosía, motivación discriminatoria por orientación sexual, suplantación de identidad y robo. Únicamente ha modificado su escrito inicial en el apartado de responsabilidad civil, para solicitar una indemnización de 90.000 euros para la madre de la víctima y de 10.000 euros para el tío materno del fallecido, por los daños morales generados.
Por su parte, el abogado defensor ha pedido que prevalezca “la presunción de inocencia” y únicamente ha admitido la comisión del delito de estafa por la extracción de dinero de cajeros con la tarjeta de la víctima. “No hay absolutamente nada que incrimine en el homicidio al acusado, ni una sola prueba que contravenga el principio de inocencia porque de verdad no lo hizo. No hay ninguna prueba, ninguna huella, ningún WhatssApp, ni un mensaje que le relacione con la víctima, que ni siquiera sabemos de qué murió”, ha insistido.
Por último, al igual que lo hizo el pasado miércoles, Moreno ha hecho uso de su derecho a la última palabra para pedir al jurado, compuesto por siete hombres y dos mujeres, que le condenen “por lo que ha hecho” y “no por lo que no ha hecho”. “He sido ladrón y estafador, pero nunca he agredido a nadie. El bobo de la trampa fui yo. Me considero utilizado”, ha sostenido tras afirmar que la representante del ministerio fiscal y el abogado de la acusación particular y popular lo que han hecho en el juicio ha sido “armar un puzle a su conveniencia y a su favor”. En la jornada de este martes, a puerta cerrada, se procederá a la formalización y entrega del objeto de veredicto a los miembros del tribunal del jurado que, posteriormente, se retirarán a deliberar hasta lograr un veredicto.
Las claves del caso
El mayo de 2022 salió a la luz el caso de un hombre que en 2021 presuntamente había intentado asesinar a varias personas con las que contactaba a través de una aplicación de citas. Las pocas informaciones que habían sido confirmadas en aquel momento apuntaban que se investigaba un único caso de presunto homicidio consumado con demostración de prueba toxicológica y positivo en GHB. Además de este, se investigaban otros dos casos de presunto homicidio en grado de tentativa, es decir, frustrados, y se había abierto una línea de investigación en tres fallecimientos más que, en ese momento estaban certificados como muerte natural y que aún siguen así.
Tras semanas de investigaciones, en las que se contó con el trabajo de otros cuerpos policiales tanto de España como de otros países, principalmente de América Latina, y en las que el que por aquel entonces era vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka y el jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda, realizaron varias comparecencias tratando de aclarar lo ocurrido, el sospechoso, al ver que su imagen estaba siendo distribuida por las redes sociales, se presentó de forma voluntaria en una comisaría de la Ertzaintza en Irún. Días después el juez titular del el Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao, José María Eguia, decretó prisión provisional.
El pasado octubre de 2023 se celebró el juicio por intento de homicidio de una de las víctimas. Las tres jornadas de juicio, con los testimonios del acusado, la víctima, las vecinas de la víctima, los ertzainas y los forenses que han participado en el caso dejaron entrever que el acusado, más allá de por este delito, está siendo investigado por la muerte de un total de siete personas y el intento de asesinato de otras dos, ya que en la habitación del acusado encontraron “documentación bancaria sobre compras con las tarjetas de los fallecidos, y bizums realizados minutos después de sus muertes”. Junto con ello, también hallaron teléfonos móviles de algunos de los fallecidos. Todos ellos utilizaban la misma aplicación de citas. Según la hipótesis de los ertzainas que han declarado, las personas fallecidas y que fueron declaradas como muertes naturales, “pudieron ser atacadas con la técnica del abrazo o ‘Mataleón’”, que produce asfixia, la misma de la que la víctima de este caso logró escapar.
Las investigaciones de los delitos supuestamente realizados por el acusado se encuentran bajo secreto de sumario y la información sobre las causas abiertas, al encontrarse en fase de instrucción, se conoce con cuentagotas. Sin embargo, Gehitu, ha hecho público que se ha personado como acusación popular en siete procedimientos que están abiertos en diferentes salas de Bilbao por dos tentativas de homicidio y por cinco posibles homicidios tras los que se habrían cometido diferentes delitos patrimoniales. Tras la sentencia del Tribunal Supremo los seis procedimientos restantes se llevarán a cabo en distintos juzgados y se encuentran en distintas fases.