A HazteOir no le gusta el tratado impulsado por la OMS para lograr un reparto más equitativo de productos como las vacunas y recurre a una de sus estrategias habituales
Más de 190 países aprueban el primer tratado mundial contra pandemias impulsado por la OMS
A HazteOir no le gusta el tratado impulsado por la Organización Mundial de la Salud para abordar futuras pandemias porque sería, dicen, “entregar el poder a las élites globalistas”. Para quejarse han recurrido a su estrategia habitual y han movilizado tres autobuses para situarlos frente en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra.
La ministra de Sanidad, Mónica García, que participa este lunes en la Asamblea Mundial de la Salud, ha viajado en el mismo vuelo que un activista de HazteOir, que le ha pedido una foto sin aclarar hasta el final quién era. “Un fascista coge un vuelo, me pide una foto y aparca un autobús delante de la sede de la ONU para intentar frenar un tratado de pandemias que dará respuesta a futuras crisis sanitarias. Su antiglobalismo no es más que odio a los pobres, guerra y crueldad contra el sur siguiendo la agenda trumpista”, les ha respondido García.
La ministra ha añadido que siguen “luchando por la salud global” porque “nadie está a salvo si no estamos todos a salvo”.
Mejorar el reparto de los recursos
El acuerdo que no gusta a HazteOir tiene que recibir ahora el visto bueno de la Asamblea Mundial de la Salud. Este acuerdo internacional ayudará a una mejor coordinación entre los países y a un reparto más equitativo de los recursos disponibles para enfrentar la próxima pandemia, que los científicos concuerdan en que ocurrirá tarde o temprano con algún nuevo patógeno.
El pacto crea una red global de cadena de suministro y logística para intentar asegurar un acceso equitativo, rápido y asequible a los productos (medicinas, vacunas, material médico, entre otros) destinados no solo a enfrentar y controlar una pandemia, sino necesarios también en situaciones de crisis humanitarias.
El propósito es que haya transparencia en toda esa cadena y coordinar las reservas internacionales que existan, lo que se complementa con otro artículo, que plantea que los países no deben realizar “reservas nacionales excesivas” de productos vitales para frenar una pandemia.