El gambiano llegó en patera sin familia siendo menor y ahora trabajaba como cuidador con otros niños supervivientes de la ruta canaria. En las últimas semanas comenzó a presentar síntomas de un problema de salud mental
La Policía abate a tiros en el aeropuerto de Gran Canaria a un hombre que intentaba robar portando un cuchillo
Abdoulie Bah cumplió 19 años el 5 de mayo. Doce días después fue abatido a tiros en el aeropuerto de Gran Canaria por agentes de la Policía Nacional. El joven gambiano llegó a Canarias en patera hace tres años. Lo hizo solo y siendo aún menor de edad. Hasta cumplir los 18 años, Bah vivió en un centro para niños y adolescentes sin referentes familiares. Después comenzó a convivir con otros tres jóvenes más en un piso de alquiler en Lomo Blanco, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria.
“Estaba completamente integrado y normalizado en cuanto a su permiso de residencia y de trabajo”, cuenta Susana Socas Benítez, trabajadora social. En la actualidad, Bah trabajaba como cuidador en un centro de menores no acompañados porque “su comportamiento era ejemplar”. También jugaba al fútbol en el equipo de Lomo Blanco y en una liga africana de reciente creación, en la que participaba dentro del equipo de Senegal.
Según ha informado Efe, se había graduado en ESO en el instituto de Santa Brígida. También había estudiado formación profesional básica como administrativo, tenía experiencia laboral como mecánico, albañil. En su país también había trabajado como ayudante de cocina. En Canarias se formó como peón agrícola con la coordinadora de agricultores COAG.
Desde hace algunas semanas sufría algunas “situaciones límite” en relación a su salud mental. “Nos tenía preocupados a su casero, a sus amigos y a mí”, cuenta en declaraciones a este periódico. Este mismo lunes, la trabajadora social iba a acompañar al joven para empezar las valoraciones sobre su salud. “No te puedo decir un diagnóstico. Igual si esto hubiera sido la semana que viene, te podría haber contado más, pero desgraciadamente ya no va a poder ser. Eso ya no va a pasar”, lamenta Socas.
Abdoulie Bah fue abatido a tiros el pasado sábado 17 de mayo a las 16.55 horas en el aeropuerto de Gran Canaria. El Juzgado de Instrucción número 2 de Telde investiga las circunstancias en las que falleció el joven. El cuerpo recibió cinco disparos, uno de ellos en el cuello.
Un buen amigo del chico gambiano ha avisado a la familia de Bah de lo sucedido. Ahora, Socas y la fundación en la que trabaja van a iniciar los trámites para intentar repatriar el cadáver y que sus seres queridos puedan velarlo.
Según han informado desde el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), los vídeos “evidencian que el fallecido aparentemente se encontraba fuera de sí portando un cuchillo de dimensiones considerables” y que “después de atacar a un taxista derribó a un agente de la autoridad, intentó derribar a otro y que deambulaba armado en una zona con un gran número de personas”.
“Este es un caso de una persona con problemas de salud mental y una intervención policial con cinco tiros”, asevera la trabajadora social. “Yo llevo ocho años trabajando en centros de protección. He estado en centros en Jinámar, he visto un apuñalamiento en mi cara y nunca he visto una intervención policial de este calibre. A mí lo que me importa es que esta historia sea bien contada”, concluye.
La asociación Mujeres Africanas y Afrodescendientes en Canarias ha lanzado un comunicado en el que exigen »claridad, transparencia y justicia» en las investigaciones judiciales. »Seálamos como culpables y responsables al racismo institucional, estructural y sistémico de Canarias y del Estado español de las circunstancias que atraviesan muchas personas negras y africanas, especialmente jóvenes en situación de vulnerabilidad», apuntan.
»Señalamos al sistema de desprotección y desacogida que arroja a los jóvenes negros y africanos a situaciones incompatibles con la vida», añaden desde la asociación, que ha enviado un mensaje de ánimo y apoyo a los familiares y amigos de Abdoulie.