Collboni saca pecho de avances en limpieza o vivienda a medio mandato pese a las críticas de la oposición

El alcalde de Barcelona encara el tramo final sin socios dentro del gobierno municipal y con la remodelación de la reserva del 30% de vivienda social como gran asignatura pendiente

Collboni reorganiza su gobierno para completar el mandato en solitario

Jaume Collboni cruzará en las próximas semanas el ecuador de su mandato y lo hará con un gobierno en solitario que todo apunta a que no cambiará hasta 2027. Aun así, el alcalde asegura que su Ejecutivo funciona y para demostrarlo ha presentado este miércoles un balance de sus primeros dos años al frente del Ayuntamiento de Barcelona en los que ha destacado avances en seguridad, limpieza o vivienda. 

El edil barcelonés, que remodeló el gobierno municipal recientemente para afrontar la segunda parte del mandato, ha insistido una vez más que su prioridad es pactar con las fuerzas de izquierdas, como los Comuns o ERC. Pero tendrá que ser en políticas concretas y no como socios dentro del Ejecutivo, sobre todo después de que los republicanos renunciaran definitivamente a entrar. En cuanto a los Comuns, ambas partes ya daban por descartada esa opción desde hace tiempo.

Con todo, Collboni ha asegurado que ha sido capaz de aplicar la geometría variable con distintas formaciones, como las ordenanzas fiscales de 2025 con Barcelona en Comú. O los acuerdos con ERC en materia de rehabilitación de fincas o de incremento de la tasa turística (hasta el doble de la actual). “Cuando hemos querido hablar, hemos podido”, ha resumido el alcalde, que aun así tiene como principal mancha no haber podido aprobar ningún presupuesto por la vía ordinaria. 

En su comparecencia dos años después de las elecciones municipales –la fecha exacta de ecuador de mandato será el 17 de junio–, Collboni ha sacado pecho sobre todo de avances en limpieza, seguridad o vivienda. Aunque también ha repasado medidas como el Plan Clima, que incluye un incremento de 22 hectáreas de verde urbano, la mejora en distintos indicadores económicos el record de afilicados a la Seguridad Social.

Bajo el nuevo lema de Barcelona mejora, el gobierno municipal ha detallado que el 29% de los compromiso del Ejecutivo para este mandato ya se han cumplido y que un 56% están en marcha. Queda pendiente un 15% de planes que todavía no se han puesto sobre la mesa, y que incluyen por ejemplo la revisión de la reserva del 30% de vivienda social en nuevas promociones, el plan de abrir interiores de manzana, o la prometida nueva ordenanza de civismo y convivencia. 

“Hay problemas estructurales que necesitan más de un mandato, dos o incluso tres, pero las políticas empezadas y los resultados que estamos obteniendo van en la buena dirección”, ha expresado en un Saló de Cent al que han acudido la mayoría de sus concejales. 

El mayor reto, ha recordado, es el de garantizar el acceso a la vivienda de los barceloneses. En este sentido, ha defendido que han doblado el ritmo de producción de pisos protegidos (actualmente hay 4.783 en construcción) y ha destacado que la regulación de los precios del alquiler ha logrado frenar su encarecimiento. También ha insistido en su intención de cerrar los 10.000 pisos turísticos de la ciudad. 

Sin embargo, no ha mencionado la pendiente regulación de los arrendamientos de temporada y no ha resuelto cuándo prevé llevar a votación la prometida reforma de la reserva del 30% de pisos de protección. Esto último está en fase de negociación con ERC y sobre todo Junts, que pide a cambio una rebaja del IBI en 2026. 

En cuanto a limpieza y seguridad, Collboni ha señalado que eran dos de los principales problemas de los barceloneses y que esa percepción se ha reducido en dos años. Especialmente en la gestión de las basuras, que ha defendido que ha mejorado con el Pla Endreça (de más de 1.000 actuaciones para ordenar y sanear el espacio público). Así, ha apreciado, si en 2022 el 16% de vecinos lo consideraban su principal preocupación, hoy es el 5%.

En su discurso, Collboni se ha detenido también en las políticas de gobierno del turismo, con un discurso cada vez más orientado a limitar su masificación. “La ciudad no puede estar sometida a la industria del turismo”, ha proclamado, y ha mencionado el compromiso para cerrar dos terminales de cruceros –pendiente de valoración por parte del Puerto– o el incremento impositivo a las estancias o al IBI de los hoteles. 

Tras su balance, no han tardado los partidos de la oposición en cargar contra su Ejecutivo y pedirle que de la cara también frente a los grupos municipales. Janet Sanz, líder de los Comuns, ha recordado que Collboni suspende en los barómetros en cuanto a valoración de la ciudadanía. “Más que un gobierno es una gestoría de los que más pagan a la ciudad, porque ni un solo proyecto refleja lo que la ciudadanía está pidiendo”, ha señalado, para luego calificar de “triunfalista” el balance.

También el concejal Jordi Coronas, de ERC, ha hablado de exceso de satisfacción por parte de Collboni, aunque ha sido más comedido. “El 85% de logros o no es cierto  o era poco ambicioso y ya se pueden ir a casa”, ha comentado. El republicano ha hecho en su caso una “valoración positiva” de lo que ellos han logrado desde la oposición y se ha comprometido a seguir “fiscalizando” la acción de gobierno desde fuera. 

Junts, por su parte, ha sido mucho más duro, y directamente ha dado por “acabado” el mandato. “Lo que ha hecho hoy es un ejercicio de propaganda con todo lo que dice que quiere hacer y no tiene fuerza para hacerlo”, ha expresado el edil Jordi Martí Galbis. “Collboni tiene bastantes problemas y ninguno de los que tiene la ciudad se han solucionado”, ha concluido.