La formación de Carles Puigdemont fija a marchas forzadas una posición matizada sobre el uso de prendas musulmanas para salvar la cara ante el debate de una propuesta xenófoba del partido de Orriols
Los alcaldes de Junts empujan hacia la derecha para competir contra Aliança
Junts se ha visto obligado esta legislatura a hacer de funambulista en el Parlament. La llegada de Aliança Catalana a la cámara, y el auge que el independentismo xenófobo tiene en algunas poblaciones que habían sido feudos convergentes, obligan a los de Carles Puigdemont a hacer equilirbios: desmarcarse de la retórica más ultra pero sin renunciar a propuestas similares o que se cruzan de lleno con la agenda ultra de Sílvia Orriols, para evitar la fuga de votos.
Eso es lo que ha vuelto a pasar este jueves en el Parlament, cuando el debate de una propuesta de resolución –sin ningún valor legislativo– impulsada por los ultras ha supuesto un quebradero de cabeza y un nuevo ejercicio de acrobacia de los de Junts.
Sin que la cuestión del velo islámico en el espacio público haya ocupado en las últimas semanas ningún tipo de polémica ni debate mediático o social, la inminencia de una moción de Aliança Catalana que llegaba este jueves al pleno obligó a Junts a salir el miércoles a marcar una posición propia y matizada sobre el tema. El objetivo de la formación era votar en contra de un texto con un evidente tufo xenófobo, pero blindarse ante posibles críticas por haberse mostrado favorables al fondo de la iniciativa.
La resolución registrada en la Cámara es un texto islamófobo. Defiende, por ejemplo, que la “elevada concentración de partidarios del islam pone en riesgo la convivencia y dota de fuerza demográfica a una ideología político-religiosa que choca frontalmente con los valores, libertades y principios democráticos de nuestra tierra”, que el Islam es “incompatible con los valores occidentales” o que “el conjunto del mundo musulmán muestra una notoria resistencia hacia la influencia occidental, a diferencia de otras culturas que se han abierto a derechos civiles y libertades públicas”.
En Junts no querían apoyar una moción de estas características liderada por su gran rival, Aliança, ni tampoco estában cómodos con el redactado. Pero creían que mostrar su oposición y votar en contra podría generar poca comprensión entre los votantes que están entre Junts y Aliança. Por eso, el miércoles por la tarde, fuentes de Junts se encargaror de fijar una posición pública sobre el asunto.
En concreto, Junts defiende la prohibición de todo tipo de velo islámico utilizdo en centros educativos, además de la prohibición de las vestimentamentas que tapan la cara, como el niqab y burka, en el espacio público. Algo parecido recepta para las piscinas, lugares donde este conflicto suele estar más a flor de piel, y donde Junts considera que solo cabe la ropa técnica.
“En un giro inesperado de guión, han decidido virar hacia las posiciones de Aliança. No porque sean conscientes del peligro sino porque son conscientes que se juegan el sillón. Han tenido años para posicionarse contra este elemento misógino y discriminatorio y no lo han hecho”, ha cargado Orriols con contundencia contra Junts, en una exposición que siempre es breve para los asuntos de poca trascencencia, como son las propuestas de resolución.
“Ustedes nos han estigmatizado, ¿y ahora plagian nuestro discurso sin manías?”, ha continuado la diputada y alcaldesa de Ripoll, que ha asegurado que los catalanes “elegirán al original antes que a la copia”. Además la ultra ha acabado dando a Junts la “bienvenida a la extrema derecha”.
Si la hostilidad con Junts ha sido palmaria, el buen tono entre Aliança y Vox también ha dado fruto en el debate, con varias enmiendas transaccionadas entre ambos y buenas palabras desde el atril.
En su turno de réplica, la formación de Puigdemont se ha desmarcado con contundencia de las formas de Orriols, a la que directamente han acusado de discurso de odio.
“Usted cruza un límite que no puede cruzarse en democracia, porque fomenta el odio hacia grupos concretos. Sus posicionamientos se basan en el odio contra otras culturas y otras personas. Catalunya no se ha construido así y ningún proyecto colectivo se contruye desde el odio”, le ha replicado el portavoz de Junts, David Saldoni. “Usted aparta y quiere expulsar a parte de la gente que vive en Catalunya”, ha continuado.
“Nosotros no colaboraremos en su alboroto sino que seremos los de las soluciones”, ha subrayado el portavoz de Junts, que ha presumido de “afrontar los debates”. “Junts quiere un país que integre las personas, las que vienen y las que han nacido aquí. Queremos que en la escuela y en la plaza se hable catalán y se viva en la nuestra cultura, pero también que se respeten las demás culturas, que queremos conocer y compartir, desde la catalanidad”, ha remachado Saldoni.