El Gobierno de Almeida afina un proyecto para pasar andando bajo la Puerta de Alcalá, con más aceras y menos bulevar

El área de Obras propone reorganizar la plaza de la Independencia para permitir el tránsito peatonal bajo su monumento más icónico, según un proyecto de reforma desde Cibeles que ya ha sido presentado a los vecinos pero que todavía no es definitivo, a falta de valoración de Patrimonio y de la Unesco

Las obras para abrir el bulevar peatonal de la calle Alcalá comenzarán en 2025

El proyecto de reforma de la calle Alcalá entre las plazas de Cibeles y la Independencia ha tomado forma casi definitiva, a falta de que los organismos que velan por la conservación del Paisaje de la luz den su visto bueno al proyecto. Según los detalles a los que ha tenido acceso ese periódico, el Ayuntamiento de Madrid apuesta por reducir el tráfico en este tramo para crear un carril bici más seguro, un pequeño bulevar y un acceso peatonal a la Puerta de Alcalá, a la que se podrá acceder andando y caminar tanto a su alrededor como atravesarla por debajo, si los planes municipales salen adelante.

La idea del equipo de Almeida es dejar el tráfico rodado en tres carriles de subida y otros tres de bajada, incluyendo en ellos dos para el carril bus-taxi, frente a los nueve actuales (cuatro de subida y cinco de bajada), a lo que se añadirá un carril bici bidireccional junto a la acera de los pares, protegido por árboles y setos del resto del tráfico, según los planos consultados por Somos Madrid.

Aunque las mayores novedades llegarán en las zonas de aceras: la de los impares se ensanchará considerablemente y se añadirá una segunda hilera de árboles, al estilo del tramo de Alcalá que confluye en la Gran Vía. En el centro aparecerá un estrecho bulevar peatonal que permitirá transitar hacia la Puerta de Alcalá. Su anchura será sensiblemente inferior a la que dejaban ver las primeras imágenes del proyecto que desveló el alcalde en febrero del año pasado y que, aunque se tomaron como definitivas por el público general, eran solo un esquema de movilidad que distará bastante del resultado final.

El cambio más llamativo para madrileños y visitantes de la Puerta de Alcalá estará en la rotonda donde se encuentra, en la Plaza de la Independencia. Allí se ampliará la isleta triangular de acceso desde el oeste y se creará un nuevo paso de cebra que creará un acceso peatonal desde el pequeño bulevar, hasta el emblemático monumento. Alrededor habrá un adoquinado especial para realzar el espacio y también se ha estudiado un nuevo ajardinamiento alrededor de los arcos, con caminos peatonales para recorrer la rotonda.

El renovado carril bici tendrá dos sentidos y aproximadamente 2,6 metros de ancho. Discurrirá a lo largo del actual, en la calzada de subida desde Cibeles, pero se extenderá alrededor de casi toda la parte exterior de la rotonda de la Puerta de Alcalá, enganchando con la acera ciclista de la calle Serrano. La estación de Bicimad se colocará más cercana a la calzada en lugar de donde está ahora, pegada a la puerta de entrada al Retiro.

Proyecto bien recibido en el Consejo Cívico y Social

La planificación de la reforma la está llevando a cabo el área de Obras y Equipamientos y se encuentra en tramitación, por lo que todavía no puede darse por definitiva, indican a este periódico fuentes del área, que no confirman aún ninguno de los detalles avanzados por Somos Madrid. “Cuando sea definitivo lo presentaremos”, indica un portavoz. Cualquier cambio urbanístico en esta zona tiene que pasar por la Comisión Local de Patrimonio Histórico y recibir el visto bueno de la Unesco, ya que toda la zona está declarada como Patrimonio de la Humanidad desde el año 2021.

Sus detalles principales se presentaron en la última reunión del Consejo Cívico y Social, donde las entidades que acudieron valoraron la mejora del espacio público planificada por el Ayuntamiento y dieron su visto bueno para avanzar con los trámites e iniciar la reforma cuanto antes. El área de Obras mantiene que intentará comenzar los trabajos este 2025, para los que se han planificado 1,5 millones en los actuales presupuestos municipales.


Vista del entorno de la Puerta de Alcalá durante su restauración

La reforma urbanística pondría la guinda a este lugar después de la restauración de la Puerta de Alcalá, recientemente concluida, que fue necesaria debido al deterioro del arco triunfal que levantó Carlos III por el temporal Filomena y también por el continuo paso de coches a su alrededor, como reconoció el área de Cultura durante el pasado mandato. Hace casi dos años, el alcalde ya anunció que estudiaría cambios en el entorno para reducir el tráfico en la zona.

“Ha sido un acierto que desaparezcan los árboles del bulevar, porque quitaban la vista de la Puerta de Alcalá desde Cibeles”, explican fuentes de la Asociación Vecinal Retiro Norte, que ha tenido acceso al proyecto y considera acertados los cambios con respecto a las primeras recreaciones que difundió el Ayuntamiento y que solo apoyaban el estudio de movilidad, sin condicionar el proyecto que el área de Obras está desarrollando. En Retiro Norte explican que la reforma se basa en la recuperación histórica de lo que fue este tramo de la calle Alcalá en el siglo XIX, con otra línea de árboles y donde nunca hubo un bulevar.

Además de valorar la reforma, los vecinos de Retiro Norte reclaman al Ayuntamiento más actuaciones en la zona del Paisaje de la Luz, como ampliar la exigua acera de Alcalá junto al gran parque de Madrid y dar alguna solución para extender el carril bici por ese tramo hasta el que discurre por O’Donnell. También han reclamado ampliar el espacio peatonal en la calle Menéndez Pelayo, en la acera pegada a la valla del Retiro.