El porcentaje de personas con depresión en España se ha triplicado en tres años

Más de la mitad de la población tiene alguna dolencia: las más comunes son la hipertensión, el dolor lumbar y el colesterol alto, aunque se hace más ejercicio, se comen más frutas y verduras y se fuma menos, según la última Encuesta de Salud de España del INE

La pandemia causó depresión y ansiedad a 129 millones de personas, un estrago invisible revelado por un macroestudio

La Encuesta Nacional de Salud es algo así como un mapa que sitúa cómo se encuentra la población en un determinado momento. Desde que se hace, en 1987, la autopercepción del estado de salud ha ido mejorando pese al envejecimiento y un 74% asegura que está bien –más hombres que mujeres– en la última edición, publicada por el Instituto Nacional de Estadística este martes y correspondiente a 37.500 encuestas realizadas entre 2023 y 2024. Aunque comemos mejor, fumamos menos y hacemos más ejercicio, los talones de Aquiles son la tensión alta (20,2%), el dolor de espalda crónico (19,8%) y el colesterol alto (18,3%).

Y la salud mental, que maneja su propia curva. El porcentaje de personas con cuadros depresivos ha crecido del 5,4% al 14,6% entre 2020 y 2023. Ninguna edad se salva del aumento, aunque es mayor entre las personas con más años.

La prevalencia de trastornos severos, los más graves, también ha ascendido con el mismo ritmo y ya afecta a un 8% de la población, es decir, a casi una de cada diez personas, con un impacto mayor en la población de más edad (hasta el 10,5%).

Los números escalan mucho más cuando se pregunta cuál es severidad de los síntomas depresivos: en este caso, el porcentaje de personas que aseguran tener alguno –de leve a grave– aumenta hasta el 29,8%. En este caso, el resultado se mide por la percepción, no por el diagnóstico. La prevalencia, además, es un mucho mayor entre quienes no pueden trabajar. Ya sea por una incapacidad o porque están en desempleo.

También se ven diferencias por comunidades. La Comunitat Valenciana, Baleares, Madrid, Canarias y Galicia han acusado más este empeoramiento, como se muestra en el mapa de abajo.

Aunque hay más personas que refieren tener algún tipo de enfermedad (57,7%) que las que no tienen ninguna, parece existir cada vez más conciencia sobre los hábitos de vida saludables, según el histórico de los datos. Por ejemplo, poco más de la mitad (53%) de la población consumía fruta y verdura a diario hace 25 años; ahora supera el 65%, aunque el progreso siempre marcado por el nivel económico. Quien ingresa más, consume más productos frescos.

El sedentarismo también mejora desde hace una década. La actividad física ha ido ganando muy lentamente espacio en las rutinas de la población, aunque el margen de mejora es todavía muy amplio. El 46,6% de las mujeres y el 35,9% de los hombres declaraban no realizar ninguna actividad física en su tiempo libre en 2014, cifras que han descendido En 2023, esas cifras han descendido al 32,6% en ellas y 25,3% en ellos.

Por otra parte, el consumo de alcohol continúa descendiendo –como pasa desde hace años– y cada vez hay más personas que no beben nada. En 2017 eran un 20% y ahora, un 32%. Tomar bebidas alcohólicas al menos una vez por semana también ha bajado, aunque la mitad de los hombres siguen haciéndolo y el 40% de las mujeres. El descenso es mucho más acusado en el tabaco. En 1997, el 32,1% de la población fumaba a diario frente al 17% actual.

El sobrepeso y la obesidad, pese a la mejora en algunos hábitos, ha subido sin freno desde 1987 aunque parece que el crecimiento empieza a estancarse. Entonces había un 45,3% de hombres con exceso de peso y un 33,5% de mujeres. En 2023 estas cifras se sitúan en el 62,2% y el 48%, en función de los sexos. Las proyecciones, si nada cambia con más fuerza, son desalentadoras y un grave problema de salud pública: un estudio publicado en The Lancet hace unos meses calcula que tres de cada cuatro hombres tendrán sobrepeso u obesidad en 2050 si seguimos como estamos.