Alberto González Amador, según la transcripción de su testifical, afirmó ante el juez Hurtado que sus abogados no le «consultaron» antes de ofrecerse a aceptar ocho meses de cárcel en su caso de fraude fiscal
El Supremo y su abogado acaban con los intentos de la pareja de Ayuso de no ser llamado defraudador confeso
“¡Cómo no me avisas!”. Así pidió explicaciones la pareja de Isabel Díaz Ayuso a su abogado Carlos Neira cuando, según dijo en el Supremo como testigo, se enteró por la radio en la noche del 13 de marzo de 2024 de que su defensa había propuesto un pacto a la Fiscalía en su caso de fraude fiscal. La transcripción de su testifical ante el juez Ángel Hurtado, a la que ha tenido acceso elDiario.es, muestra la contradicción entre sus palabras y las de su abogado Neira hace unos días, también como testigo: el empresario asegura que sus abogados no le “consultaron” pero su letrado fue contundente al decir que sí le explicaron claramente cuál iba a ser su estrategia aunque no le hiciera llegar el correo.
González Amador testificó durante algo más de una hora ante el magistrado que investiga al fiscal general por la filtración del correo en el que su defensa, el dos de febrero de 2024, ofrecía un pacto a la Fiscalía: reconocer su fraude fiscal de 350.000 euros, aceptar ocho meses de cárcel y pagar medio millón a cambio de no pisar la prisión. Él le había pedido algo “rápido y sin ruido”, dijo la pareja de Ayuso al juez Hurtado.
Según dijo Neira en su testifical, el 30 de enero del año pasado ambos tuvieron una reunión y explicó claramente a su cliente qué salida iban a buscar en su nombre: un pacto para aceptar una condena simbólica de cárcel a cambio de que todo el proceso pasara por debajo del radar. En su declaración, también obligado a decir la verdad, González Amador explica que esa confesión que remitió a un fiscal y a un Abogado del Estado le pilló por sorpresa. “Yo el cabreo que me cogí fue monumental porque no entendía nada. No me consultaron”, dice en distintos pasajes de su declaración. “Me cabreé con él”, llegó a decir ante el juez.
El juez Hurtado llegó a preguntar si Neira seguía siendo abogado de su confianza, a lo que González Amador contestó afirmativamente. Según su versión, llamó a Neira muy enfadado, se reunió con él para pedirle explicaciones y el letrado le dijo que esa confesión era la estrategia que habían pactado en enero. Quedó satisfecho con las explicaciones. Pero insistió: “Quiero que quede claro una cosa. Jamás tuve conocimiento de ese correo, pero es que es peor, jamás participé en ese correo, jamás me preguntó el señor Neira si el contenido del correo me parecía bien o mal”.
El “haz lo que consideres” a Miguel Ángel Rodríguez
También dedicó parte de su declaración a explicar que permitió a Miguel Ángel Rodríguez difundir otro email, este del fiscal Julián Salto a su letrado, en la noche del 13 de marzo, después de que El Mundo publicara una versión falsa de cómo se estaban desarrollando esas conversaciones, y de que otros medios publicaran lo cierto: que él había buscado un trato mientras su pareja decía que todo era una conspiración contra ella.
Habló con un periodista de ese periódico pero, añade, no le trasladó ninguna información sobre un pacto que, según su versión, desconocía. “Haz lo que consideres”, dijo entonces a Miguel Ángel Rodríguez. Varios testigos han explicado que las difusiones del jefe de gabinete de Ayuso con versiones manipuladas del caso llevaban ya varias horas circulando cuando El Mundo publicó su primera información, antes de esa autorización verbal de González Amador.
También explicó ante el juez que iba informando al jefe de gabinete de su pareja de los hitos de su inspección de Hacienda y posterior investigación en la Fiscalía. “Lo creía relevante, interesante, porque él como jefe de gabinete es un subordinado de la presidenta y quien coordina su comunicación, lleva diferentes cuestiones que son estratégicas para mi pareja. Entonces yo le mantengo informado”.
González Amador también invirtió parte de su declaración en dejar claro que, según sus sospechas, estuvo bajo la lupa de Hacienda, la Fiscalía y los tribunales por ser pareja de Isabel Díaz Ayuso, aunque incluso el fiscal Julián Salto ha dicho que no supo quién era hasta después de denunciarle. “La intención es destrozar a mi pareja, que por lo que se ve en las encuestas no, pero se me ha destrozado públicamente”, lamentó. “Es un destrozo lo que me han hecho”.
En un momento dado del interrogatorio, el empresario habló de los pleitos civiles que ha interpuesto contra dos decenas de políticos, partidos y periodistas que se han referido a él como “defraudador confeso” y afirmó desconocer si alguna de esas demandas había desembocado en una sentencia. Pocos días después la Sala de lo Civil ha rechazado la que interpuso contra María Jesús Montero y en la que pedía 40.000 euros de indemnización a la ministra por referirse a él en esos términos.