El Constitucional admite el recurso de las diputadas expulsadas por Le Senne tras romper la foto de las víctimas de Franco

El Alto Tribunal deberá determinar si el presidente del Parlament balear vulneró los derechos fundamentales de las parlamentarias al expulsarlas y al ordenarles que retirasen las fotografías que portaban de tres represaliadas del franquismo

El juez envía al banquillo al president del Parlament balear, de Vox, por romper la foto de víctimas del franquismo

El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el recurso de amparo presentado por las dos diputadas socialistas a quienes el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), expulsó tras romper, en pleno hemiciclo, una fotografía de tres víctimas del franquismo mientras se debatía la derogación de la ley balear de memoria democrática. Se trata de unos hechos por los que el dirigente de extrema derecha se encuentra, además, pendiente de ser juzgado -a falta de resolverse un último recurso en la Audiencia Provincial de Balears- por un delito de odio por el que los afectados reclaman para él hasta cuatro años de cárcel y hasta 11 años de inhabilitación. Por su parte, tanto Le Senne como la Fiscalía solicitan su absolución.

El episodio tuvo lugar durante el pleno celebrado el 18 de junio de 2024, cuando Le Senne instó a las dos socialistas, Mercedes Garrido y Pilar Costa -vicepresidenta segunda y la secretaria segunda-, a que sustituyeran las camisetas que portaban con la imagen de las mismas represaliadas con el objetivo de salvaguardar la neutralidad de la Mesa o bien que ocuparan sus escaños en el hemiciclo si preferían continuar llevándolas. En medio de un clima de máxima tensión y tras tres llamadas al orden, el presidente ordenó finalmente su expulsión, no sin antes desgarrar la fotografía que Garrido tenía expuesta en la tapa de su ordenador.

Ahora, el Alto Tribunal deberá determinar si Le Senne vulneró los derechos fundamentales de ambas al instarles a que abandonasen el pleno, al ordenarles que retirasen las fotografías adheridas en el anverso de sus ordenadores y de rasgar la que portaba Garrido, así al negarse el propio presidente a declarar lesionados estos mismos derechos, tal como reclaman Garrido y Costa en su recurso.

Cabe recordar que el letrado mayor del Parlament balear desaprobó el hecho de que el presidente de la Cámara las expulsase, alegando que no correspondía dado que no hay un artículo concreto en el reglamento que establezca que los miembros de la Mesa no deban llevar prendas con imágenes de este tipo. Durante la junta de portavoces celebrada el 16 de octubre, el jurista trasladó el malestar del cuerpo de letrados por no haber podido indicar durante el pleno cómo proceder en estos casos, tal como explicaron los representantes de los grupos políticos que participaron en la reunión.

Según señaló entonces Garrido, el letrado que estaba presente en el pleno informó a Le Senne de que no citar el artículo que se estaba infringiendo provoca que la expulsión no fuese precedente. Frente a ello, la portavoz de Vox, Manuela Cañadas, aseveró que el letrado mayor dejó “muy claro” que no existe ningún artículo que se hubiera podido citar porque no se encuentra regulado. Según aseguró, los letrados expusieron que es una costumbre de la Mesa mantener la neutralidad, el decoro y la imparcialidad.

Los hechos provocaron una oleada de indignación dentro y fuera de Balears, con peticiones de dimisión que el presidente del Parlament nunca ha atendido. Tampoco el PP le ha forzado a dimitir: el pasado 3 de septiembre, los populares salvaron con su abstención a Le Senne de la destitución, instada por los grupos de la oposición (PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos).

Tras conocer la resolución que le envió al banquillo de los acusados, Le Senne utilizó los canales oficiales del Parlament para remitir, vía Presidencia, un comunicado oficial en el que señalaba que “sigue amparado por la presunción de inocencia” y manifestaba su “voluntad de colaborar con la Justicia en el acto del juicio para despejar toda duda” de que “no cometió ningún delito”. “Aquel 18 de junio actuó únicamente en aplicación del reglamento y sin ninguna intención de humillar a nadie”, aseveraba, a pesar de que los propios letrados de la Cámara censuraron su comportamiento.

Pese a que el auto de apertura de juicio oral dictado contra él es firme, la Audiencia Provincial de Balears debe pronunciarse aún sobre el recurso que presentó Le Senne para impugnar el auto con el que, el 27 de enero, el instructor de la causa decretó que el procedimiento continuase adelante al considerar que su gesto lesionó “la dignidad de esas personas y sus familiares y de los partidos políticos de que eran militantes, y acredita la clara intención de humillarlos”. La sola admisión de este recurso impediría que el presidente del Parlament se sentase finalmente en el banquillo.