El índice de las hipotecas desciende 1,6 puntos respecto al 3,68% de mayo de 2024 y abarata los préstamos variables que se revisan en junio cerca de 1.500 euros al año en promedio
La inflación se modera por debajo del 2% en mayo y marca un mínimo desde octubre de 2024
El Euríbor ha bajado al 2,08% de media en mayo, desde el 2,14% de abril, en su quinto mes consecutivo de caídas. El índice de las hipotecas marca un mínimo no visto desde agosto de 2022, y señala otro recorte de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE) en su reunión sobre política monetaria del 5 de junio, del 2,25% actual al 2%.
Respecto al 3,68% de mayo de 2024, el Euríbor desciende 1,6 puntos de golpe, y abarata las hipotecas y los préstamos a tipo de interés de variable que se revisan cada 12 meses en cerca de 1.500 euros al año, ó 130 euros en cada cuota, en promedio —tomando como referencia una hipoteca de 150.000 euros, a 25 años, y con un tipo de interés construido con el Euríbor más un diferencial de un punto—.
Para este mismo préstamo hipotético, la rebaja en las cuotas es de 35 euros al mes si la revisión de lo que se paga es semestral. Por supuesto, estas cifras varían para cada caso concreto. Pero la noticia es que las hipotecas y los préstamos se están abaratando en general, también los nuevos que se contraten a tipo de interés fijo.
El Euríbor es el índice que refleja el tipo de interés al que los bancos de la eurozona se prestan dinero entre sí. Su comportamiento va anticipando las decisiones del BCE sobre los tipos de interés oficiales, concretamente sobre la facilidad de depósito, que es el tipo de interés al que el banco central remunera el exceso de liquidez de los bancos comerciales para que funcione de referencia en el mercado comercial, al que acceden las familias y las empresas.
Desde 2022 hasta mediados de 2024, como se puede observar en el gráfico de esta información, el BCE, la Reserva Federal de Estados Unidos y el resto de bancos centrales encarecieron y dificultaron el acceso a la financiación para ahogar a las empresas y a las familias y moderar así la inflación. Fue un agresivo ciclo de austeridad monetaria que llevó los tipos de interés de referencia al 4% en la eurozona, y hasta el 5,5% en Estados Unidos. Desde mediados de 2024, el camino es el contrario.
Este ciclo de abaratamiento de las hipotecas y de los préstamos en general empezó a mediados del año pasado por la moderación de la inflación, y prosigue ahora por la amenaza al crecimiento del conjunto de la eurozona, en un momento en el que las necesidades de inversión son acuciantes —defensa, transición energética y digital—.
“Desde principios de abril, la escalada de las tensiones comerciales a nivel global y su impacto sobre los mercados financieros internacionales han supuesto una extraordinaria perturbación, que ha distorsionado de forma notable el escenario macrofinanciero y geopolítico mundial y ha complicado la conducción de la política monetaria del BCE”, observa el Banco de España en su informe anual, publicado la semana pasada.
La misma institución, en su informe de estabilidad financiera, incide en que “la reducción de la presión financiera de los hogares en 2024 fue generalizada por nivel de renta, aunque más intensa para las rentas más bajas”, por las bajadas de los tipos de interés y del Euríbor. Es decir, la proporción de hogares vulnerables cuya carga financiera (las deudas que pagan) superó el 40% de su renta el año pasado descendió a una de cada cuatro, cuando en 2020 llegaron a ser una de cada tres.
Con el petróleo cayendo, el euro subiendo —abarata las importaciones en dólares, como precisamente las energéticas, y encarece las exportaciones, potenciando el daño de los aranceles— y la incertidumbre en la economía mundial por la guerra comercial, el BCE se encuentra en un escenario en el que el objetivo del 2% de inflación se puede dar por hecho. Aunque las próximas decisiones sobre los tipos de interés están sujetas a “un intenso debate”.