El instructor sostiene que la construcción del edificio se ajustaba a la legalidad vigente en la época en que se levantó, en plena burbuja inmobiliaria
Las construcciones de la burbuja inmobiliaria, en el foco tras el incendio de Campanar
El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de València ha concluido que el incendio del edificio de Campanar, en el que fallecieron 10 personas, fue accidental y ha acordado archivar la causa. El auto asegura que, tras las pruebas practicadas a lo largo de la instrucción del procedimiento, no hay “ningún autor conocido o desconocido” al que se pueda imputar por haber actuado “de forma dolosa o imprudente”. “Los desgraciados hechos” del 22 de febrero de 2024, que “tanta alarma han causado en el seno de la sociedad valenciana”, han sido clasificados como accidentales.
Un incendio “exento pues de un actuar humano y debido a un accidente”. El juez instructor desestima así la diligencias solicitadas por una de las partes personadas en la causa. La resolución afirma que el incendio se inició “por causa accidental” en la vivienda de la puerta 86 del edificio, concretamente a partir del serpentín de la nevera. El foco se inició “sin intervención humana”, agrega la resolución, que no es firme y contra la cual cae recurso.
Ese primer fuego, “de manera absolutamente rápida con el asombro de los propios bomberos y de cuantas personas en todo el mundo pudieron observar tal desarrollo” se propagó al resto del edificio, “hasta su total destrucción, salvo la estructura básica del mismo”, anota el juez.
“Junto a estos daños de tipo material, muy cuantiosos sin lugar a dudas, lo más lamentable y lo que ha constituido el mayor dolor, no solo a familiares y vecinos, sino a toda la sociedad valenciana, ha sido el fallecimiento de las 10 víctimas que se encontraban en aquel día, 22 de febrero de 2024, y en aquellas horas en el interior de sus viviendas en el edificio sin poder ser rescatadas, aun a pesar de toda la dedicación de los miembros del Cuerpo de Bomberos que intervinieron en las labores de extinción y rescate del fuego”, afirma el auto.
La construcción del edificio, revestido de una fachada de tipo ‘sándwich’ (un aislante efectivo, pero muy combustible), se ajustaba a la legalidad vigente en la época en que se levantó, en plena burbuja inmobiliaria.
El instructor alude a la actuación “profesional” tanto de los técnicos que intervinieron en la construcción como de los cuerpos de Bomberos durante el incendio y de la Policía Nacional en las pesquisas. Ocho de los bomberos resultaron heridos (en algún caso grave), lo cual confirma el “máximo interés y dedicación” de los efectivos contra incendios.