A través de la Plataforma de Bomberos contra los desahucios, estos profesionales buscan blindarse ante la posibilidad de ser requeridos en un lanzamiento. Consideran que no entra dentro de sus funciones
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En julio del año pasado, el bombero del Ayuntamiento de Madrid César Contreras fue activado por un código 5, un intento de suicidio. Cuando llegó a Lavapiés se encontró algo muy diferente. Un activista por el derecho a la vivienda se había colgado a través de un sistema de cuerdas. Si la Policía abría la puerta de la vivienda, el activista caería al vacío. Meses después se creó la Plataforma de Bomberos contra los Desahucios, donde decenas de estos profesionales se organizan y blindan ante este tipo de requerimientos que exceden sus competencias. “Si actuamos es para salvar a las personas de un peligro, no para dejarlas en una situación de mayor vulnerabilidad que la que ya tienen”, apuntan.
En aquel momento, Contreras no estaba trabajando con su grupo habitual. Pronto decidió retirarse un poco del operativo. “Me vi totalmente en shock. Llegué pensando en hacer mi trabajo, en ayudar a una persona que intentaba suicidarse, y luego vi que lo que tenía que hacer era ir en contra de mi vocación. Ese activista estaba totalmente seguro y la maniobra fue más peligrosa que dejarle colgado”, se explaya.
Él es uno de los bomberos que forma parte de esta Plataforma a nivel estatal a través de la que intentan hacer fuerza para que estos hechos no se vuelvan a repetir. “También hay algo de miedo, porque nos activa la Policía con una orden judicial, y hay una jerarquía a la que si nos negamos a actuar podría suponer cierta responsabilidad. Eso coacciona mucho”, comenta. Los siguientes días, Contreras se vio inundado por la angustia, la frustración y la rabia. Pensó incluso si tenía sentido ser bombero ante semejantes situaciones.
El Ayuntamiento de Madrid publicó en marzo un procedimiento operativo en relación a los accesos forzados. Se incluye un apartado denominado “intervenciones no urgentes”, que determinan la presunta obligación de los bomberos a participar en desahucios o lanzamientos de vivienda. Esta semana, la Plataforma ha entregado a la vicealcaldesa de la capital, Inmaculada Sanz, un completo informe de más de 15 páginas en el que desgranan por qué, según la propia normativa del Cuerpo de Bomberos, no tendrían que actuar en este tipo de casos.
Argumentos legales para oponerse
Íñigo Campos es compañero de Contreras: “Tenemos que dar algún paso en sentido contrario para parar esta dinámica de que los bomberos participen en desahucios”. En el último año, hasta en dos ocasiones los Bomberos de Madrid han ayudado a desahuciar a personas. Más allá de la consideración social que a cada uno de ellos le pueda provocar la crisis de vivienda que arrastra España, explicitan argumentos legales y jurídicos en base a sus propias normativas. “Según nuestro reglamento un desahucio no entraría en la definición de siniestro, que es nuestro ámbito operacional”, introduce el mismo Campos.
Por otra parte, la Ley de seguridad Ciudadana, conocida como ley Mordaza, les obliga a colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “siempre dentro de nuestras funciones, y un desahucio escapa a ellas”, apuntilla este bombero. Asimismo, mencionan la ley de Prevención de Riesgos Laborales. Campos recalca que en ocasiones también se han visto obligados a ceder material a agentes policiales, así como a subirles a un medio aéreo. “La ley exige que para ello haya una formación y aprendizaje en el manejo. Ha habido veces que policías se han subido a una autoescala con nuestros propios arneses”, ilustra.
Estas motivaciones tan solo son un resumen del informe que ya obra en poder del Consistorio madrileño. Sin embargo, el Ayuntamiento ha hecho caso omiso a sus peticiones de diálogo. “Pedimos una reunión hace un mes a través de CC.OO., el sindicato mayoritario en los Bomberos. No nos han respondido”, completa Campos.
Unos bomberos al lado del pueblo
Su colega de profesión Alberto Sopeña trabaja para el Ayuntamiento de Zaragoza: “Nosotros nos sentimos parte del sector más popular de la población, y como tal nos debemos al pueblo. Nuestro cometido, más allá de la extinción de incendios, es la asistencia a personas, animales y bienes, en ese orden”, inicia su discurso. Este bombero condensa bien la postura de la Plataforma: “Nunca podemos realizar una intervención que deje al sujeto en una situación peor que la que tenía antes”.
En la práctica eso significa que los bomberos no deberían derribar la puerta de la vivienda que será desahuciada. “Si esa persona se queda en la calle sin alternativa habitacional, está claro que estamos empeorando sus condiciones, lo que va frontalmente en contra de lo más básico de nuestra profesión”, ejemplifica.
Por el momento, en Zaragoza no les han requerido todavía para participar de un lanzamiento, aunque sí han actuado a petición del arquitecto municipal. Si se ha dado un desalojo con intervención de los bomberos es porque había un informe técnico que señalaba peligro de derrumbe. “Nosotros no cuestionamos ese informe. La presión que haya podido tener el arquitecto para su justificación técnica es algo que no conocemos”, añade.
Sopeña, como tantos otros, ha pensado qué hacer si en algún momento le requieren para participar en un desahucio. Admite que se negaría. “No por desobediencia como tal y en abstracto, sino porque me parece lo más profesional. Somos bomberos y estamos para ayudar a las personas”, reitera una y otra vez.
La acogida de la Plataforma en Zaragoza ha ido a más en las últimas semanas, incluso hermanándose con colectivos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. “Luchamos a nivel interno para oponernos a colaborar en desahucios, pero a nivel externo también mostramos nuestra solidaridad con el derecho a la vivienda”, explica. Este bombero recalca, parafraseando sus términos, que parece que vivimos en un momento que profesionalmente y desde todos los ámbitos se nos llama a ponernos de lado, tachando esta realidad de política, y que no hay que meterse. “Política es todo y no tomar partido es ser cómplices de la vulneración de lo que en teoría es un derecho básico, como la vivienda”, concretiza.
Más allá de los bomberos
La Plataforma de Bomberos contra los Desahucios ha crecido, sobre todo, en Catalunya. Mario Aspano es bombero en el Ayuntamiento de Barcelona y subraya que el 80% de los compañeros del Cuerpo son jóvenes. “Ellos mismos viven el problema del acceso a la vivienda, a diferencia de la gente más veterana y a la que igual esto no les toca tan de cerca”, dice. La comisión jurídica de la Plataforma en Barcelona ya está estudiando la normativa para evitar que suceda lo mismo que en Madrid, porque no les extrañaría un movimiento similar, a tenor de lo expresado por este bombero.
La organización en Barcelona supera al Cuerpo de bomberos. “Participamos en un colectivo que intenta englobar a todos los trabajadores municipales que de una forma u otra participan en un desahucio, desde el principio hasta el final, desde quien firma la orden a los servicios sociales y terminando en los Bomberos. Juntos podemos quizá hacer algo más de resistencia para entorpecer los desahucios”, subraya Aspano.
A día de hoy los Bomberos de Barcelona todavía no han sido requeridos para participar en un lanzamiento. Sin embargo, la relación de la Plataforma con diversos colectivos de vivienda de la región les ha hecho prever que podrían encarar un conflicto cercano. “Estamos preparándonos para lo que pueda suceder”, remacha el propio Aspano.
Contreras, el bombero madrileño que sin quererlo se vio envuelto en un desahucio el pasado julio, expresa que una de las mejores cosas de la Plataforma es el haberse convertido en punto de reunión. “Siento que hay mucha gente que siente lo mismo que yo, y eso me tranquiliza”, sostiene. La rabia y frustración inicial se ha convertido en organización social: “A nivel individual poco podemos hacer. Incluso si nos negamos a actuar, algún compañero por ideología o miedo lo hará. Hay que hacer presión como grupo para que la decisión no caiga en el bombero. Tenemos que conseguir que desde arriba no permitan llevar a cabo estas actuaciones, y eso solo se logra a través de la lucha y la unión”, finaliza.