Si buscas un destino diferente, tranquilo, lleno de cultura y con mucho que contar, apunta este nombre: Coria
Parece el Caribe, pero es Almería: la preciosa playa de aguas turquesa de nombre poco alentador
El pueblo español de 14 habitantes que está escondido entre un laberinto de rocas y a orillas de un río
Puede que no figure entre los destinos más mediáticos de España, pero Coria es, sin duda, una de esas ciudades que sorprenden a cada paso. Situada en el noroeste de la provincia de Cáceres, esta joya del Valle del Alagón presume de ser una de las ciudades más antiguas del país. Y lo mejor de todo, sigue conservando intacto el encanto de sus calles medievales, su muralla romana y una catedral que custodia uno de los objetos más enigmáticos del mundo cristiano.
Pasear por Coria es como perderse en un decorado medieval. El casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural en 1993, está repleto de palacios, conventos y casonas señoriales. Entre sus calles se encuentran edificaciones como el Palacio Episcopal, la cárcel real y conventos de los siglos XVI y XVII, que testimonian la riqueza patrimonial de la ciudad. Además, no hay que dejar de visitar la antigua judería, donde aún se conserva el trazado de sus callejuelas y se respira la historia sefardí de la ciudad.
Coria es uno de esos lugares que no necesitan grandes campañas para enamorar. Su autenticidad, su historia milenaria y el calor de su gente hacen que el viajero se sienta parte de ella. Aquí no encontrarás multitudes, pero sí silencios con siglos de historia. A veces, lo más antiguo es también lo más nuevo por descubrir.
Un viaje a través de más de dos mil años de historia
Los orígenes de Coria se remontan al siglo VII a.C., cuando los vetones se asentaron en la zona. Más tarde, con la llegada de los romanos, pasó a llamarse Caurium y recibió la ciudadanía romana. Desde entonces, visigodos, musulmanes y cristianos han dejado su huella en este enclave estratégico a orillas del río Alagón.
La muralla de Coria, construida entre los siglos III y IV, es uno de sus mayores tesoros. La construcción se extiende hasta más de un kilómetro de piedra que rodea el casco histórico, con 23 torres cuadradas y cuatro puertas que siguen en pie. Estas reciben el nombre de la Puerta de San Pedro, del Carmen, de la Guía y de San Francisco. Sin duda, caminar junto a ella es como abrir un libro de historia al aire libre.
La Catedral de Coria y el “Mantel de la Última Cena”
Imagen de la Catedral de Coria
Uno de los mayores atractivos de Coria es su impresionante Catedral de Santa María de la Asunción. Levantada entre los siglos XV y XVIII sobre una antigua iglesia visigoda, esta joya combina el gótico tardío con elementos renacentistas y barrocos. Desde su imponente fachada hasta el interior repleto de detalles, todo invita a detenerse.
¿Sabías que aquí se guarda uno de los objetos más curiosos del mundo cristiano? Se trata del Sagrado Mantel de la Última Cena, una reliquia que, según la tradición, utilizó Jesús en su última comida con los apóstoles. Se conserva en el Museo Catedralicio, junto a piezas de arte sacro, orfebrería y documentos históricos.
Un castillo de película
Imagen del castillo de Coria
Muy cerca de la catedral se encuentra el Castillo de Coria, mandado construir en el siglo XV por el duque de Alba sobre una fortaleza anterior. Aunque hoy no puede visitarse por dentro, su exterior es impresionante, sobre todo su torre del homenaje de planta pentagonal, única en la región. Desde sus alrededores se obtienen vistas espectaculares del valle del Alagón.
El castillo está en proceso de recuperación, y existen iniciativas locales para abrirlo al público. Si eres amante de la historia o simplemente disfrutas con las buenas panorámicas, no te lo puedes perder.
Qué hacer en Coria
Valle del Alagón
Recorrer el paseo fluvial del Alagón: naturaleza y patrimonio se dan la mano en este paseo ideal para caminar, correr o montar en bicicleta. La ribera del río ofrece todo un recorrido entre zonas verdes y miradores donde detenerse a contemplar esta preciosa postal.
Degustar la gastronomía extremeña: Coria sabe bien. Aquí podrás probar productos locales de primera calidad como su jamón ibérico, los quesos de cabra, migas extremeñas, caldereta de cordero o embutidos artesanales. Todo maridado con vinos de la zona o licores caseros.
Vivir las fiestas de San Juan: si visitas Coria en junio, prepárate para una experiencia única. Las Fiestas de San Juan, declaradas de Interés Turístico Nacional, son una explosión de tradición y emoción. Verbenas, música en la calle y fuegos artificiales convierten la ciudad en toda una fiesta.
Explorar los alrededores: Coria está muy bien situada para hacer excursiones de un día. Puedes acercarte al Parque Nacional de Monfragüe, avistar aves rapaces en libertad, o descubrir pueblos con encanto en la Sierra de Gata. Otra opción es adentrarse en la Ruta de los Conventos o visitar Plasencia, a tan solo media hora.
Consejos prácticos para tu visita
La mejor época para visitar Coria es en primavera y otoño, cuando el clima es templado y la ciudad muestra todo su esplendor entre murallas, jardines y calles empedradas. Para quienes deseen sumergirse en su tradición más vibrante, la mejor fecha para citarte con este destino es en junio, durante la semana de San Juan, cuando la ciudad se llena de color, música y festejos populares.
Además, Coria se encuentra a unos 100 kilómetros de Cáceres y a 70 de Plasencia, y es fácilmente accesible en coche desde Madrid en poco más de tres horas. También cuenta con conexiones de autobús desde las principales localidades extremeñas.