El rector archiva los expedientes abiertos por distribuir imágenes y datos del docente acusado, lo que las organizadoras de las protestas interpretaron como un intento de «amordazarnos y silenciarnos»
La Universidad de Sevilla propone expulsar a dos alumnos que difundieron datos de un profesor investigado por acoso sexual
La Universidad de Sevilla (US) finalmente no expulsará a las dos alumnas expedientadas en 2024 a raíz de acciones de protesta para denunciar a un profesor por acoso sexual. El rector, Miguel Ángel Castro, ha ordenado el archivo de los expedientes disciplinarios abiertos, que proponían la pérdida de derechos de matrícula durante un curso o un semestre académico, lo que ha sido celebrado por el Sindicato de Estudiantes y la asociación Libres y Combativas como una victoria: “Denunciar el machismo no es delito”.
El origen de los expedientes está en la convocatoria de un acto de protesta, para lo que se distribuyeron por las instalaciones universitarias carteles con la imagen y el nombre completo del acusado de “sexualizar” a alumnas, que fue apartado de su puesto de trabajo. Las acciones de la Hispalense contra las estudiantes fueron por “haber distribuido folletos ofensivos y difamatorios en puntos del edificio rectoral contra un miembro de la comunidad universitaria”, aunque las convocantes lo interpretaron como un intento de “amordazarnos y silenciarnos
Las dos organizaciones convocantes de las acciones de protesta han celebrado que no se hagan efectivas las expulsiones, que achacan a la campaña desarrollada incluso a nivel estatal “contra este atropello”. “Se trataba de aleccionar y castigar ejemplarmente a quienes se atrevieran a denunciar públicamente el acoso machista en la US”, señalan en un comunicado.
“Seguiremos dando la batalla”
En el mismo, acusan a la institución de “criminalizar la protesta y el derecho a la libertad de expresión introduciendo el miedo entre las estudiantes”. La Universidad de Sevilla, por su parte, insistió en todo momento que se trataba de una resolución provisional y desmentía haber expulsado a ninguna estudiante por motivos disciplinarios, recordando que la última palabra la tenía el rector, que finalmente ha declarado la caducidad del procedimiento disciplinario y ordenado el archivo de las actuaciones.
Tanto el Sindicato de Estudiantes como Libres y Combativas consideran que con este proceso se ha fortalecido la idea de que “denunciar el machismo o el acoso no es ningún delito”. Además de anunciar que “seguiremos dando la batalla”, recuerdan que recogieron más de 3.000 firmas de apoyo de estudiantes y profesores y que todas las acciones desembocaron en una manifestación para exigir “una universidad libre de machismo” que fue “una enorme demostración de fuerza”.
“Hemos demostrado que si tocan a una, nos tocan a todas es mucho más que una consigna”, se felicitan las convocantes, que inciden en que “la lucha es el único camino” pero que también “necesitamos organizarnos para defender nuestros derechos”. “Nos merecemos un mundo sin acoso, sin machismo, sin racismo, sexismo ni opresión. Y lucharemos juntas por conseguirlo en todos los ámbitos de nuestra vida”, concluyen.