Ayuso se compadece de Feijóo en casa: “Así es muy difícil hacer oposición”

La presidenta madrileña agradece al líder del PP su temple pero opaca su discurso con una retahíla de ataques contra Sánchez

Feijóo carga contra el Gobierno: “Cuanto más débiles, más peligrosos”

Isabel Díaz Ayuso recibió este domingo a Alberto Núñez Feijóo con una versión de Lady Madrid a todo trapo en los altavoces del mitin en la zona noble de la capital: “Más bonita que ninguna, ponía a la peña de pie”. Era un acto delicado, porque se trataba de celebrar los dos años de las mayorías absolutas que logró el PP en la capital y en la Comunidad de Madrid en unas elecciones que el dirigente gallego interpretó sin mucho éxito como un preludio de su llegada a la Moncloa. Tres años después de su aterrizaje en Génova, Feijóo sigue recordando que en todo este tiempo no ha dejado de ganar al “sanchismo”. La presidenta madrileña quiso devolverle a la realidad con un mensaje de ánimo que terminó pareciendo todo lo contrario: “Así es muy difícil hacer oposición”. 

Feijóo se ha volcado en una serie de actos para ir calentando el congreso nacional que ha convocado para el próximo julio. El sábado estuvo en Castelldefels, en Barcelona, y este domingo quiso arropar a Díaz Ayuso y a José Luis Martínez Almeida en un acto del PP madrileño en el ecuador de la legislatura que terminó convertido en una oda al antisanchismo en el que paradójicamente el líder estatal del partido fue el más tibio contra el Gobierno. Ayuso llegó a pedir a la Unión Europea que presione a España como ya hizo en años anteriores con Hungría y Polonia por sus déficits democráticos. La idea original la había puesto en circulación José María Aznar hace algunas semanas.

El calor no amilanó demasiado a los seguidores del PP madrileño, que se acercaron al auditorio del Parque de Berlín sobreponiéndose a los 30 grados del verano adelantado en la capital. Había bastante gente, aunque Ayuso y Almeida habían decidido no arriesgar. El Parque de Berlín está al lado de El Viso, donde el PP sacó más del 70% de los votos en las últimas generales.

El secretario general del partido, Enrique Serrano, al que Feijóo ha dado un puesto en la organización del congreso nacional, pidió a la gente que se expusiera un poco más al sol con el fin de que no quedaran huecos entre el público. Admitió estar preocupado por lo que pudiera decir la oposición si veían sillas vacías y les ofreció a cambio un vaso de agua. Serrano había dejado además este domingo en El Mundo un mensaje de bienvenida a su líder: “El PP de Madrid es la mejor versión del partido y nuestro modelo es exportable a cualquier sitio”. 

Para que no pasase desapercibida esa forma de entender por dónde debe caminar el partido en los próximos meses, Almeida recuperó esa frase de la entrevista en su discurso. “Señor Feijóo, el partido Popular de Madrid es la mejor versión del PP en España”, dijo. Y añadió: “Vamos a volver a repetir la mayoría absoluta y si hay una persona que nos permite confiar en eso es la presidenta Isabel Díaz Ayuso, el mejor activo y la mejor líder para lo que se avecina”. Se lo decía al líder que hace no tanto presumía de ese PP gallego que mantuvo cuatro mayorías absolutas consecutivas sin necesitar a Voz ni a Ciudadanos.

Con esa presentación y jugando en casa, la dirigente madrileña tenía todo el campo para ella. Y después de algunas frases sobre lo bien que está la región bajo su gobierno, con unas condiciones para el personal sanitario “como nunca antes”, asumió su rol político más importante, el de figura de oposición al Gobierno estatal. “Cuando España esté despistada, ahí puede que convoque [elecciones]. Todos los españoles tienen que poner pie en pared”, advirtió.  

Ayuso criticó los movimientos del Gobierno para hacer oficial el catalán, el euskera y el galego en Europa, le acusó de “normalizar el crimen”, de amnistiar la corrupción y de intentar “amordazar” a todo el mundo. En un desatado discurso llegó a decir que a la ministra de Sanidad, Mónica García, le gustan las drogas. “A la ministra le gustan los porros y a mí, la fruta, recurrió otra vez a la expresión con la que su equipo intentó tapar el ”hijo de puta“ que se le escapó en la tribuna del Congreso hacia Pedro Sánchez. Luego hizo una encendida defensa de las cañas y el vino, rememorando pero sin citar a aquel Aznar que defendió que la DGT no le tenía que decir a él cuántas copas debía tomar. Ayuso se quedó un poco antes pero pidió que no se equiparase la cerveza y el vino a las drogas. La presidenta da a entender que no lo son. Su intervención saltó de tema en tema siempre con el Gobierno en el centro de su diana.

“Cuántos funcionarios de carrera están desolados con las decisiones sectarias de su ministro, cuántos empleados de Telefónica después de años de servicio ven cómo está siendo profundamente politizada la principal empresa madrileña para devolver favores…”, aseguró pasando por alto que fue Aznar quien privatizó la compañía para poner al frente a un compañero de colegio y amigo desde la infancia.

“Quedan dos años a no ser que se inventen algo, que son artistas”, advirtió a continuación, para agradecer a Feijóo la labor que está haciendo “en un momento como este, tan complicado, con todo en contra”. “El partido mayoritario está siendo amordazado en el Congreso, no tiene voz y la tiene EH Bildu”, prosiguió Ayuso sin especificar qué calla a los 137 diputados del PP que cada semana intervienen en la Cámara Baja. 

Y a continuación, se compadeció de su jefe: “Así es muy difícil hacer oposición, con la prensa del régimen, que esparcen bulos al borde de la legalidad”. “Así es muy difícil porque son tiempos de inversión de la verdad”, prosiguió para agradecer el “temple” de Feijóo, que está “dispuesto a aguantar todos los golpes”, “con responsabilidad”, “con enorme paciencia”, “intentando respetar a cada uno”, “con una paciencia infinita”, recitó. 

La solución más inmediata para Ayuso no es de hecho Feijóo sino la Unión Europea, a la que pidió que actúe contra España como si hubiese cometido las mismas regresiones democráticas que Polonia y Hungría. “¿Qué más tiene que pasar en España?”, se preguntó. “La inmensa mayoría de las dictaduras caen”, dijo con esa forma medida de decir las cosas para que nadie pueda acusarla después de haber llamado dictador a Sánchez. 

Después de esta introducción, se había generado algo de expectación sobre qué podía decir Feijóo, que tenía tantas ganas de hablar que se levantó antes de tiempo. Faltaba que pusieran un vídeo con algunos de sus discursos más importantes. “Madrid nunca falla”, dijo el líder del PP, que agradeció primero a Almeida y después a Ayuso por su “enorme y contagiosa ilusión”. 

El discurso de Feijóo estuvo lleno de algunas de esas excusas que nadie pide. “¿Cómo va lo de Génova con el PP de Madrid? Les dejo que piensen”, preguntó retóricamente sorprendiendo a propios y extraños. Más tarde respondió para alivio del público: “Quien tiene un problema con el PP de Madrid no es Génova, es La Moncloa”. “Quiero agradecer al PP de Madrid, que me haya apoyado desde el primer instante, me habéis acogido, acompañado y el trabajo sabéis que no ha terminado. Llegaré a la presidencia del Gobierno porque me está apoyando el PP de Madrid”, dijo. 

El líder de la oposición siguió respondiendo a supuestas acusaciones. “No me voy a dejar impresionar ni por los que dicen que tenemos que dar más caña ni por los que dicen que desde la derecha nos marcan el mensaje”, dijo. “Este partido ha gestionado los peores momentos de España, se le ha votado cuando no había ninguna solución. Este partido es la única alternativa que tiene España, no os dejéis impresionar por quienes nunca han gobernado en ningún sitio”, añadió. 

Quizá el líder de Vox, Santiago Abascal, se puso el mitin de Feijóo antes de su discurso un poco más tarde en la localidad madrileña de Navagalmella. Allí, el diputado de extrema derecha acusaba a Feijóo de copiarle los discursos: “Ha empezado a hablar de fanatismo climático. ¿Os suena?”. “El otro día dijimos que este gobierno es la mafia y al otro día Feijóo estaba diciendo que el gobierno es la mafia. Algún asesor listillo le ha debido decir que hay que quitar el discurso a Vox pero es que nos están copiando literalmente el discurso”, le reprochó.

Feijóo terminó afinando sus promesas. “Hace tres años vine por aquí y os dije que íbamos a ganar las elecciones, mucha gente no me creyó. […] Hace tres años os prometí que íbamos a ganar a Pedro Sánchez y lo cumplimos, ahora os digo que vamos a gobernar España y lo voy a cumplir”, cerró.