La UCM asegura que continuará con la tramitación del expediente disciplinario por supuestos comentarios machistas: el Punto Violeta de Somosaguas critica que la universidad no informe a las denunciantes de cómo evoluciona el proceso y la Fiscalía subraya que los hechos «pueden corregirse en vía disciplinaria»
La Fiscalía rechaza investigar a Monedero por supuesto acoso a alumnas en la Complutense
La Fiscalía anunciaba el lunes que no seguiría investigando los hechos cometidos por Juan Carlos Monedero contra alumnas de la Universidad Complutense de Madrid: el Ministerio Público constata que utilizó expresiones “inadecuadas” e insultos machistas, pero que no son constitutivas de delito. La decisión de la Fiscalía pone ahora todo el peso sobre la Complutense, que tendrá que evaluar si continúa con la investigación y si sanciona o no a su profesor. A preguntas de elDiario.es, el centro asegura que seguirá con la tramitación del expediente disciplinario. El Punto Violeta de Somosaguas, el campus al que pertenece la facultad de Ciencias Políticas de la que Monedero ha sido profesor durante más de 30 años, critica que la universidad no haya informado a la denunciante de la evolución del expediente y reclama a la Complutense que continúe con la vía disciplinaria.
Fue en febrero cuando la Universidad Complutense anunció que abría “un expediente de información reservada confidencial por una denuncia de una alumna” contra Juan Carlos Monedero por comportamientos sucedidos en clase. El anuncio tenía lugar muy poco después de que este medio desvelara las quejas internas de varias mujeres a Podemos por el comportamiento del que fuera uno de sus fundadores. La denuncia en la universidad se producía al amparo del protocolo de actuación contra el acoso sexual y/o sexista con el que cuenta la UCM. A partir de ahí, la Complutense ponía en marcha el protocolo, que incluye poner en conocimiento de fiscalía o policía los casos más graves y enviar el resto de denuncias a una comisión técnica y de garantías “para su valoración y/o evaluación”.
A comienzos de abril, la Universidad Complutense trasladó a la Fiscalía el expediente abierto contra Juan Carlos Monedero. Los hechos relatados por la mujer sucedieron durante el curso académico 2021-2022 y afectaron a varias alumnas. Las conductas incluidas en el expediente consisten en expresiones “calificadas como inadecuadas, improcedentes, fuera de lugar y reprochables moralmente, sobre todo de quien se dedica a enseñar y a quien se le exige una cierta responsabilidad social vinculada a transmitir unos valores éticos” pero no son constitutivas de delito, explicó el Ministerio Público, pues solo el trato degradante más lesivo es punible. Para ello, la jurisprudencia establece que debe haber reiteración, desvalor, o menoscabo grave de la integridad moral.
Según ha podido saber este medio, entre los comportamientos que el expediente atribuye a Monedero hay comentarios como “tienes cara de zorra” a una alumna, presumir de haber mantenido relaciones con algunas de ellas o comentar el vestido que llevaba una de las jóvenes en el aula. Aunque la Fiscalía no ve mimbres para que los hechos constituyan un delito contra la integridad moral, sí señala “el perjuicio y daño que pueden causar estos comportamientos entre el alumnado” e insta a la Complutense a actuar. “Esta situación de vulnerabilidad y de asimetría debe ser conocida por quien tiene la autoridad para restablecer el equilibrio y evitar que se produzcan estas situaciones, cuanto menos desafortunadas, impropias, inadecuadas y gratuitas, las cuales podrían, en su caso, corregirse en vía disciplinaria mediante la continuación de la tramitación del Expediente Disciplinario incoado”, dice el Ministerio Público.
La pelota está, por tanto, en el tejado de la Complutense. Su protocolo dice que las denuncias de casos que no sean de “extrema gravedad” serán vistas por una comisión técnica y de garantías, que indagará y evaluará el caso, y lo enviará a la Delegada del Rector para la Igualdad de Género con recomendaciones, por ejemplo, sobre elevar el asunto a la Inspección de Servicios o archivarlo. Si bien el centro no puede actuar en los casos en los que existan procedimientos judiciales o policiales en curso, tal y como estipula su protocolo, esta ya no sería la situación de la denuncia contra Monedero.
“En este caso concreto, tras el archivo por parte de la Fiscalía, la Universidad Complutense continuará la tramitación del expediente disciplinario conforme a la normativa que rige los procedimientos sancionadores”, han asegurado fuentes de la UCM a elDiario.es.
Críticas a la UCM
El Punto Violeta de Somosaguas, en el que participan distintas personas de la comunidad educativa y que acompaña situaciones de acoso sexual y sexista en la universidad, ya ha manifestado su preocupación por el proceder de la Complutense y por el futuro del caso. Aseguran que, como ha sucedido en otras ocasiones, la universidad no comunicó a la denunciante el traslado de los hechos a la Fiscalía ni nadie le ha informado del estado de su reclamación o se ha interesado por ella. “Todo ello genera a las denunciantes una situación de indefensión, abandono y desconcierto; en este caso, además, por su repercusión mediática, añade una enorme tensión al verse expuesta públicamente”, afirman en un comunicado, en el que piden a la UCM que reactive la vía administrativa y continúe con la tramitación del expediente disciplinario.
También reclaman que en todos los casos la universidad “cuide, informe y repare” a las denunciantes, por ejemplo, informándoles del estado de sus reclamaciones durante todo el proceso, “interesándose por su estado y necesidades”, ofreciendo asistencia jurídica y psicológica gratuita, estableciendo medidas cautelares y haciéndose cargo del impacto de sus decisiones institucionales.
El Punto Violeta alerta de que la forma de proceder establecida –enviando los expedientes a la Fiscalía sin informar a las mujeres– implica que, si se abren diligencias, las víctimas tengan que personarse como acusación particular, algo que implica, entre otras cosas, “un importante desembolso económico”. Si, por el contrario, la Fiscalía archiva el caso, prosiguen, “se alimenta la interpretación errónea de que ‘aquí no ha pasado nada’”. Con mucha frecuencia, argumentan, estos archivos sirven a las universidades para cerrar “sin más” los expedientes incoados“.
La Complutense explica que las denuncias recibidas se elevan a la Comisión Técnica y de Garantías, que evalúa cada caso “y decide, si procede, su remisión a la Inspección de Servicios”. “Una vez derivado el expediente a ese órgano, la Unidad de Igualdad informa a la persona denunciante, y deja de tener competencias en el procedimiento, salvo para continuar con el apoyo psicológico y social, que permanece disponible para quien lo solicite. En todo el proceso se respeta rigurosamente la decisión de la persona afectada sobre si desea o no presentar denuncia o recibir acompañamiento. La Inspección de Servicios, si considera que hay indicios de delito, suspende el expediente disciplinario y remite el asunto a la fiscalía”, afirma el centro. El caso vuelve ahora, por tanto, a depender de la UCM.