La próxima pandemia, que te pille en Madrid con seguro privado

Los «protocolos de la vergüenza» madrileños, que discriminaban a los residentes en función de si tenían o no seguro de salud, son el último episodio tras décadas de deterioro de la sanidad pública y facilidades a la privada. Normal que sea la comunidad con más porcentaje de ciudadanos con seguro privado

Cinco años después de la pandemia, podemos decir que hemos sacado lecciones para el próximo virus, no nos pillará desprevenidos. Ya sabemos los cinco básicos que no pueden faltarnos cuando empiecen las primeras toses: mascarilla, lavado de manos, distancia, vacuna… y seguro privado. Al menos si vives en Madrid, e imprescindible si estás en una residencia de mayores. Eficacia probada: a los residentes madrileños con seguro privado les fue mucho mejor. No se libraban del virus, y muchos también fallecieron, pero al menos tuvieron asistencia sanitaria y una muerte más digna que los recluidos en residencias.

En los peores momentos de la pandemia, el seguro privado era un superpoder que anulaba los llamados “protocolos de la vergüenza”: llamabas y te enviaban una ambulancia privada al momento, para trasladar a tu familiar a un hospital privado donde recibiría atención. Si no tenías seguro, el traslado era denegado por el geriatra de enlace en aplicación de las instrucciones del gobierno madrileño, incluso aunque hubiese camas libres en los mismos centros privados o en el famoso hospital de IFEMA.

Más ventajas de tener seguro de salud en Madrid en caso de pandemia: en los peores meses de 2020, la Comunidad tomó el mando de toda la sanidad, pública y privada. Los recursos de esta última quedaban subordinados al interés general. Pero era una subordinación de guiño-guiño-codo-codo: los hospitales privados no ponían a disposición todas sus camas, sino solo las que les quedaban libres una vez atendidos sus asegurados privados. Es decir, unas pocas camas, y algunos días ninguna.

La diferencia entre tener un seguro privado o sufrir el infame protocolo no era que disfrutases de una bonita habitación individual con cama para acompañante: era a vida o muerte. Hoy sabemos que entre los residentes que sí fueron trasladados, el 65% salvó la vida. Y los que murieron pese al traslado, lo hicieron en mejores condiciones que los encerrados en las residencias, esos 7.291 que persiguen a Ayuso desde entonces.

Este martes declaró en el juzgado el presidente de HM Hospitales, uno de los gigantes de la sanidad privada. Dijo que ellos sí recibían pacientes de la sanidad pública, pero derivados desde otros hospitales, no desde residencias. Como dos noticias juntas se entienden mejor, solo unos días antes el CEO de la misma empresa contaba en una entrevista que desde la pandemia no para de crecer el número de asegurados, y por tanto su negocio. ¿Se entiende, o saco el muñeco de trapo para explicarlo?

Está claro que los madrileños lo entienden, tras décadas de deterioro de la sanidad pública y facilidades a la privada: es la comunidad con más porcentaje de ciudadanos con seguro privado, el 38,1%, frente al 24,4% de media nacional. Dos millones y medio de madrileños asegurados, y creciendo desde la pandemia.

Juro que este artículo no está patrocinado por ninguna aseguradora privada, aunque parezca un publirreportaje. Es que no necesitan ni anunciar sus productos, pues tienen a su mejor agente comercial sentada en la Puerta del Sol.