Bajo el lema ‘’De ‘guarras’ a ‘Charos’, de bulos a ‘incels’, la celebración convoca a más de 200 personas en el Palacio de la Prensa de Madrid en un evento para reflexionar sobre las estrategias de agresión y silenciamiento en las redes: «Es el mismo machismo de siempre, pero con nuevas herramientas”
“¿Cuánto hemos cambiado en estos años?”: Así ha sido el décimo aniversario de Micromachismos
Más de 200 personas han llenado hoy el cine del Palacio de la Prensa de Madrid para celebrar el 11º aniversario de Micromachismos. Bajo el lema ‘’De ‘guarras’ a ‘Charos’, de bulos a ‘incels’: las feministas tenemos que hablar del machismo online“, el acto ha contado con la participación de numerosas voces expertas, que han conversado y compartido opiniones en un evento abierto que este año ha sido patrocinado por el Instituto de las Mujeres.
Con la moderación de la redactora jefa de Género de elDiario.es y creadora del blog en 2014, Ana Requena Aguilar, la primera actividad ha consistido en una mesa redonda bajo el título “Las feministas no nos queremos callar. Hablemos del machismo online”. En ella, expertas como Ana Bibang, consultora de extranjería y movilidad internacional; Laura Camargo, especialista en sociolingüística y profesora de la Universitat de Ies Illes Balears; Pablo Santos, formador y facilitador de grupos de hombres y Cristina Hernández, directora del Instituto de las Mujeres, han debatido y compartido opiniones sobre violencia digital y machismo online.
“Lo que está pasando es una reacción al poder que ha demostrado el feminismo en lo últimos años. No es un machismo nuevo, es el mismo de siempre pero mucho más hipersexualizado, con más vigilancia hacia el cuerpo de las mujeres y sobre todo, a través de nuevas herramientas”, analizaba Cristina Hernández.
Ponentes de la mesa de debate del 11º Aniversario de Micromachismos.
A su lado, Ana Bibang coincidía en que las redes sociales se han convertido en “un instrumento de doble filo”. “Han permitido llevar el feminismo un paso más, alcanzar y llegar a espacios dónde antes no se podía llegar. Sin embargo, también se han convertido en un campo de batalla para crear ruido, ridiculizar y atacar a las mujeres”, añadía la afrofeminista y miembro de la organización Espacio Afro.
Una de las cuestiones puestas sobre la mesa durante la jornada fue también la asociación del feminismo con movimientos reaccionarios como la antiinmigración o el negacionismo al cambio climático. “Esta ola reaccionaria, estos pensamientos extremistas se aglutinan bajo el paraguas del antifeminismo y que consideran que el feminismo ha llegado demasiado lejos”, reflexionaba Laura Camargo. Para la autora de Trumpismo discursivo, estas ideologías se asocian con una “reacción al feminismo”.
La directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández.
Los jóvenes, uno de los grupos que se han nutrido de esta ola reaccionaria son para Pablo Santos una de las piezas clave de este entramado. “A través de la educación es necesario trabajar cuestiones básicas como la autoestima o la tolerancia a la frustración porque si no lo trabajamos desde el feminismo y desde la pedagogía, estos chavales van a buscar la solución en las redes y ahí está el problema”, incidía el educador.
Camargo enumeraba algunas de las estrategias que confluyen en el machismo online. “En las redes prima un tipo de discurso especialmente agresivo, violento, que se manifiesta a través de diversas prácticas. Una de ellas son los denominados ‘rituales de lapidación’. Esta práctica consiste en coger a una figura de una mujer y que se sale de los parámetros que ellos consideran normativo y acosarla por este mismo hecho a través del espacio online”, explicaba. Otra de las estrategias consiste en la ‘normalización por afirmación’. “A través de bulos como que las mujeres tienen ahora más poder que los hombres se crean discursos que mucha gente asume como algo real”, añadía la profesora y especialista en sociolingüística.
Volver a ocupar espacios
Los cuatro ponentes coincidían en la necesidad de que el feminismo vuelva a ocupar los espacios (públicos y digitales). “Hay que dejar claro que no estamos solas, contamos con compañeros pero es importante acercar el conocimiento sobre el feminismo en todos los espacios. Si no lo hacemos nosotras esos espacios los llenan otros”, hacía hincapié Ana Bibang. “A los hombres que se llaman progresistas los estamos esperando hace mucho. No es admisible que estén de brazos caídos frente a una violencia de género que es masculina. Hay que llenar este espacio desde el feminismo, desde el debate y la educación”, se sumaba a sus palabras Hernández.
La hacker feminista Rebeca Paz.
El evento ha contado también con la participación de Rebeca Paz, hacker feminista, quién volvía a remarcar la idea de que el fondo y la base de esta violencia online sigue siendo la misma que la del “machismo tradicional”. “Lo digital también es real, la violencia que sufrimos a través de la pantalla tiene también un impacto en nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestro bienestar. Muchas veces se piensa que no tiene la misma gravedad pero esta violencia trasciende la pantalla y nos afecta de la misma forma”, detallaba Paz.
Tras su intervención, han subido al escenario Marta Villuenda y Rosa Calleja, integrantes de Locas de qué, un podcast de la entidad Arcadia que busca visibilizar las opiniones y saberes de las mujeres con un diagnóstico de salud mental. Ambas han compartido opiniones sobre el estigma que sufren algunas mujeres a las que se las califica como “locas”. “Te infantilizan, te sobreprotegen y muchas veces esto condiciona tu propia libertad, el hecho de tener amigos, formar una familia, enamorarte…”, han relatado. En todo caso, ambas han defendido la reapropiación del término para reivindicar su condición y reivindicarse: “Mejor ser locas del coño que tontas del culo”, zanjó Villuenda provocando risas y aplausos en el público.
Marta Villuendas y Rosa Calleja, integrantes del podcast ‘Locas de qué’ junto a la periodista Ana Requena.