Crujiente por fuera, jugoso por dentro y con un relleno a base de jamón, ternera y queso que te gana desde el primer bocado. En esta tierra, donde la buena comida es casi religión, recorremos los sitios donde probar algunos de los mejores cachopos
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En Asturias se come bien. Muy bien. Pero lo mejor de todo es que se come con calma, con ganas y con cariño. Aquí, la comida es excusa para reunirse, para charlar largo y tendido, y para compartir momentos. Entre tantos platos ricos que tiene esta tierra, el cachopo se ha convertido en uno de los grandes favoritos. Y no es casualidad.
Dicen que nació en Oviedo allá por los años cuarenta, en el Bar Pelayo, de la mano de Olvido Álvarez Fernández. Y aunque en aquel momento era un plato humilde, pensado para saciar con poco, ha ido creciendo hasta convertirse en toda una estrella. Ahora lo encuentras en casi cualquier restaurante asturiano, cada uno con su estilo, su toque, su versión. Pero todos con algo en común: el placer de compartirlo y disfrutarlo como se merece, porque pocas veces tan pocos ingredientes consiguen un plato tan apetecible.
Una fiesta en el plato
El cachopo es de esos platos que es difícil dejar pasar cuando lo ves en la carta. Para que nos entendamos: se trata de dos filetes bien grandes de ternera, preferiblemente asturiana, rellenos de jamón serrano y queso, empanados y fritos hasta quedar dorados y crujientes por fuera, con el queso fundido haciendo de las suyas por dentro. ¿Suena bien? Pues sabe aún mejor.
Pero ojo, que no todo es ternera, jamón y queso. Con el tiempo, el cachopo ha dado rienda suelta a la creatividad de muchos cocineros. Hoy en día puedes encontrar versiones de pollo, cerdo, incluso cachopos de merluza o de setas, pensados para quienes prefieren alternativas diferentes o no toman carne. También cambian los rellenos: queso azul, cecina, setas, espárragos, marisco, foie… Hay opciones para todos los gustos, desde las más clásicas hasta las más atrevidas.
Lo que no cambia es su espíritu: un plato generoso, sabroso y hecho para compartir. Porque lo mejor del cachopo es sentarse a la mesa con hambre y con alguien al lado para comentar lo bueno que está. Aunque te advertimos una cosa: lo más probable es que quieras repetir.
Diez de los mejores restaurantes para probar cachopos en Asturias
Asturias está llena de rincones donde comer de maravilla, pero si lo tuyo son los cachopos, apunta bien estos nombres, porque aquí van diez restaurantes que saben muy bien lo que hacen y lo demuestran en cada bocado.
La Sifonería (Cangas de Onís)
A pocos metros del emblemático puente romano de Cangas de Onís se encuentra La Sifonería, un lugar que respira tradición y el ambiente de la cultura canguesa. Este bar sidrería fusiona con maestría la pasión por la sidra asturiana y la comida casera, sirviendo un cachopo que destaca por su jugosidad, elaborado con entrecot de ternera. ¿El secreto? Su relleno, una combinación ganadora de jamón ibérico, queso y pimientos, coronado con un empanado de pan panko que aporta una textura ligera y crujiente. Además, el ambiente familiar y la calidez de su gente te hacen sentir que estás entre amigos.
Cachopo clásico de Río Astur Sidrería.
Río Astur (Gijón)
En pleno corazón del Barrio de la Sidra de Gijón se halla Río Astur, una sidrería con alma y sabor sin complicaciones. Aquí el cachopo rinde homenaje a la ternera asturiana, presentándose en una gran lámina de carne que esconde en su interior un relleno intenso de jamón y queso asturiano Franxón, todo cubierto con una capa de queso fundido y decorado con finas lascas de ibérico. Este plato, contundente pero con un sabor adictivo, ha conquistado tanto a locales como a visitantes. La atmósfera cálida y acogedora del lugar invita a compartir una comida entre amigos dejando correr la sidra.
Los Arcos (Cangas de Onís)
Situado en Cangas de Onís y con el prestigio de haber ganado en el concurso nacional En busca del mejor cachopo con Ternera I.G.P. Asturiana en 2024, Los Arcos se ha hecho un hueco especial en el paladar de los asturianos. Con el chef Carlos Peruyera al mando, este restaurante apuesta por una receta auténtica y bien ejecutada: solomillo de ternera, paletilla ibérica y una cuidada selección de quesos, como el ahumado de Pría y el de los Beyos, empanados con pan panko. Una deliciosa salsa de angula de monte cierra este plato en un ambiente relajado que invita a disfrutar sin pretensiones.
El cuidado cachopo de Los Arcos.
Sidrería Narcea (Cangas del Narcea)
En la zona occidental del Principado, Sidrería Narcea se ha ganado el cariño de los comensales por su cocina genuinamente asturiana. Aquí apuestan fuerte por el cachopo tradicional, elaborado con un empanado clásico de pan rallado y un relleno sencillo pero irresistible de jamón y queso. La generosidad de sus raciones y el ambiente distendido lo convierten en el lugar perfecto para una comida en familia o con amigos. Y, por supuesto, la sidra, siempre presente, realza cada bocado, haciendo que cada visita se sienta como una auténtica celebración de la tradición asturiana.
Casa Repinaldo (Candás)
En el pintoresco pueblo de Candás, Casa Repinaldo ha sabido hacerse un lugar en la escena gastronómica tras ganar la VIII edición del Concurso Nacional En busca del mejor cachopo con Ternera I.G.P. Asturiana en 2025. Este restaurante prepara su cachopo con tapa de ternera, jamón de Tineo y queso asturiano en lonchas y en crema, ambos de Oscos, dándole un toque extra crujiente con nueces junto a los quesos, a lo que ayuda un exterior de copos de trigo y maíz. Diseñado para compartir entre dos personas, cada plato transmite la pasión y el cariño puestos en su elaboración. El ambiente es acogedor, como suele ocurrir en Asturias, ideal para una comida relajada y familiar.
Un cachopo ganador.
El Duernu (Luarca, Valdés)
Si te atreves a probar algo con personalidad, El Duernu en Luarca es para ti. Este restaurante, que sorprendió al quedar muy bien en el Concurso del Mejor Cachopo del Mundo 2024 en su primera participación, prepara un cachopo que siempre llama la atención. Relleno de jamón gran reserva y queso Tres Oscos, y con un rebozado hecho con una mezcla especial de semolina y pan panko, este plato se acompaña de crujientes patatas fritas que redondean la experiencia. Su decoración sencilla y el ambiente cercano hacen que nos sintamos como en casa.
Casa Coló (Ceceda)
En el encantador pueblo de Ceceda, Casa Coló es sinónimo de tradición y encanto. Con unos ventanales que enmarcan la majestuosa sierra de Peñamayor, este restaurante rescata la vieja escuela de la cocina asturiana a través de su famoso filete al queso, una variante ligera del cachopo. Aunque en este caso se utiliza un solo filete, el queso fundido en abundancia lo convierte en una opción irresistible para quienes buscan algo distinto pero igual de sabroso. El ambiente es rústico, lejos del bullicio turístico, perfecto para disfrutar de una comida sin prisas.
El cachopo minero de La Taberna Asturiana.
La Taberna Asturiana (Gijón)
En Gijón, La Taberna Asturiana se ha ganado fama como un templo de la cocina tradicional con un toque moderno. Este local ofrece el cachopo en tres versiones que van desde la clásica, con jamón y queso Cabrales D.O.P., hasta el atrevido burgerchopo, una hamburguesa rellena de esos mismos ingredientes, pasando por su ‘cachopo minero’, que gracias a la tinta de sepia luce una apariencia oscura, como las minas de carbón. En La Taberna Asturiana se respira un ambiente familiar mientras que sobre las mesas se sirve una experiencia culinaria donde la tradición se mezcla con la innovación.
El Lavaderu (Gijón)
Si visitas Gijón, El Lavaderu es una parada obligatoria para los amantes del buen comer. Situado en el barrio de Cimadevilla, este popular mesón combina a la perfección la tradición asturiana y ambiente de barrio. Con 18 años de trayectoria, su cachopo (que abarca desde la versión clásica hasta combinaciones originales con cecina y queso de la Peral) se prepara con mucha dedicación y amor por lo local. La sidra y las tapas, siempre presentes, completan la experiencia, haciendo de cada comida un momento para recordar la esencia más pura de la ciudad.
Un cachopo acompañado de piquillos.
Las Tablas del Campillín (Oviedo)
Por último, en Oviedo encontramos Las Tablas del Campillín, la casa del cachopo por excelencia. Este restaurante ha sido pionero en elevar al cachopo a la categoría de protagonista gastronómico, participando en numerosos concursos y celebrando anualmente el CachopoDay. Su propuesta se basa en un filete de ternera empanado, relleno de jamón y queso en abundancia, que se distingue por un empanado crujiente y ligero, y su acompañamiento de patatas fritas y piquillos confitados. En definitiva, tanto cachopo como restaurante son todo un homenaje a la tradición asturiana, perfecta para que los locales conecten con sus raíces y los foráneos descubran los sabores auténticos del Principado.