La vida de ‘Berta’ y ‘Berto’, dos chorlitejos patinegros, es, en el mejor de los casos, compleja, y, en el peor, imposible. Los primeros pollos de la temporada de la pareja nacen cuando el verano está a punto de comenzar, y han de ser criados hasta agosto. Hasta ahí no parece una tarea excesivamente ardua. El remate está en el hecho de que el ave habita en lugares como las playas. Parte de su vida, por tanto, transcurre entre gritos, sombrillas, altavoces y latas de cerveza.