No solo se trata del precio de los productos, sino del desplazamiento a la tienda: el cómputo total puede salir mejor para ti y para el planeta
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El tiempo es uno de esos recursos cada vez más escasos y valiosos en la sociedad actual, y eso está cambiando la forma en la que compramos, haciendo que mucha gente concentre sus compras en un momento determinado y superficies más grandes. En los hipermercados se puede ahorrar algo de dinero comprando en grandes cantidades; sin embargo, acudir a estos establecimientos también tiene un coste, ya que implica desplazarse en el vehículo particular y, además, requiere tiempo.
Comprar alimentos básicos como leche, latas de conserva o legumbres en Internet se ha convertido en una estrategia inteligente para ahorrar, especialmente cuando se pueden adquirir estos productos en grandes cantidades desde la comodidad del hogar, evitando los desplazamientos físicos a supermercados.
El ahorro real de la compra en Internet
Cuando compramos en tiendas físicas, no siempre somos conscientes de los costes ocultos que asumimos, tanto económicos como personales. Por ejemplo, ir al supermercado requiere tiempo, transporte (combustible) y, en muchos casos, compras impulsivas que desequilibran el presupuesto.
Imagina que vives en una zona urbana y debes recorrer varios kilómetros para llegar a un hipermercado con precios competitivos. El gasto en combustible o transporte público, sumado al desgaste físico, puede que no compense el ahorro de unos pocos euros en la compra. En cambio, al comprar online, estos costes pueden desaparecer.
Las plataformas digitales como Amazon y las tiendas en Internet de las grandes cadenas de supermercados, como Carrefour, El Corte Inglés o Alcampo, suelen ofrecer descuentos al comprar mayores cantidades de un producto. Los precios no siempre son más bajos que en la tienda del barrio, pero la gran ventaja de la compra online es que comparar entre comercios es tan sencillo como abrir una página web o una app diferente.
Por qué tiene sentido evitar desplazamientos
Uno de los mayores beneficios de comprar alimentos básicos por Internet es la eliminación de los desplazamientos. Para muchas personas, especialmente aquellas que viven en áreas rurales o en ciudades con tráfico denso, ir de compras puede ser una tarea agotadora, más aún si hay que cargar y descargar del coche cajas con litros de leche, kilos de legumbres o sacos de arroz. Perder la tarde en el supermercado, lidiando con aglomeraciones y esperando en la cola de la caja no es precisamente una experiencia gratificante.
Pero, además, al evitar los desplazamientos particulares al supermercado también hay beneficios para el medio ambiente. Hay estudios que han comprobado que cuando un camión de reparto hace su ruta, las emisiones son entre un 20 y un 75% más bajas que si todas esas personas se hubieran desplazado en su vehículo particular a la tienda, ida y vuelta. También se reduce el desperdicio de alimentos porque los comercios pueden optimizar la conservación y la vida útil de los productos que venden, ya que no los tienen que exponer en la tienda.
Planificar las compras para ahorrar
Comprar en grandes cantidades online también fomenta y obliga a tener una mejor planificación. Para calcular las cantidades que necesitamos es necesario medir nuestro consumo semanal, y así programar nuestras compras. Además, muchas plataformas permiten programar entregas recurrentes para que una vez que tenemos medido el consumo, ni siquiera tengamos que preocuparnos de añadir los productos a la cesta.
Además, comprar en Internet solo lo que necesitamos tiene la ventaja de que decidimos en cada momento lo que adquirimos, y se reduce el riesgo de comprar por impulso algo simplemente porque se encuentra de oferta en el mismo pasillo que las latas de atún.
Otra ventaja de comprar online es el acceso a una gama más amplia de productos. En un supermercado local –aunque estos cuentan con otras ventajas–, las opciones pueden estar limitadas por el espacio o la demanda inmediata. Sin embargo, en Internet puedes encontrar desde productos de importación hasta opciones ecológicas que solo están disponibles en comercios especializados.
Cinco alimentos que compensa comprar en Internet en grandes cantidades
Comprar alimentos básicos en grandes cantidades significa elegir aquellos que son menos perecederos y calcular bien las cantidades según nuestro consumo familiar para evitar desperdicios. Estos son cinco ejemplos comunes para una familia de cuatro personas:
Arroz blanco (duración: dos años o más). El arroz es un alimento básico en la mayoría de hogares, y comprarlo al por mayor puede reducir mucho su coste por kilo. Para una familia de cuatro personas que consume arroz dos veces por semana (unos 2 kg al mes), una compra de 10 kg puede durar unos cinco meses. Lo ideal es hacer uno o dos pedidos al año, almacenándolo en un lugar fresco y seco para evitar humedad o plagas.
Lentejas y otras legumbres secas (duración: uno o dos años). Las legumbres son una fuente económica de proteínas y fibra. Si en tu casa se consumen lentejas, garbanzos o judías una vez por semana (unos 2 kg al mes), comprar un saco de 10 kg puede cubrir unos cuatro meses de consumo. Como son productos secos, se conservan muy bien en recipientes herméticos.
Leche UHT o en polvo (duración: de seis a 12 meses). La leche UHT o esterilizada es perfecta para comprar en grandes cantidades, ya que no requiere refrigeración hasta después de abrirla. Si en tu casa se consumen unos 12 litros al mes, un pedido de cuatro cajas de seis litros (24 litros en total) sería suficiente para dos meses. La leche en polvo, en cambio, puede durar hasta un año sin abrir, y un bote de 1 kg rinde aproximadamente 7-8 litros.
Latas de atún o conservas de verduras (duración: de dos a 5 años). Las conservas de pescado, tomate o verduras son ideales para comprar en grandes lotes. Si tu familia usa unas ocho latas al mes, un paquete de 24 latas podría durar tres meses. Las conservas tienen una vida útil muy larga, por lo que puedes hacer tres o cuatro pedidos al año sin riesgo de que se estropeen.
Aceite de oliva (duración: entre uno y dos años). El aceite es un producto estable si se guarda en un lugar oscuro y fresco. Si en tu casa se gastan 2-3 litros al mes, comprar un bidón de 5 litros cubriría dos meses, mientras que un envase de 10 podría durar cuatro meses. Dado que el aceite no pierde calidad rápidamente, hacer dos pedidos anuales asegura un buen precio sin ocupar demasiado espacio.
Solo hay un requisito, que es tener suficiente espacio en la despensa para almacenar todos estos alimentos. Si contamos con él, podremos ahorrar tiempo y dinero en la compra.