Emilio Argüeso desveló que su cese, el pasado 2 de diciembre, fue a petición propia «porque sentía que el proyecto político ya no se iba a seguir haciendo»
La jueza rechaza imputar a la delegada del Gobierno y reitera la “pasividad” del Consell de Mazón ante la DANA
El exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, reconoció ante la jueza de la DANA que el “principal error” que se cometió en la respuesta a la catástrofe del pasado 29 de octubre fue la retirada de los bomberos que medían el caudal del barranco del Poyo. Así consta en el acta de su declaración, en condición de investigado, del pasado 11 de abril, a la que ha tenido acceso elDiario.es. Ese “error principal”, achacado al entonces jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset, fue “negligente”, afirma el alto cargo destituido por Carlos Mazón. El investigado aseguró ante la magistrada instructora que “no se le informó” de que el responsable de los Bomberos había retirado a sus efectivos desplegados en el barranco del Poyo. Se enteró “a las dos semanas por la prensa”.
De hecho, Emilio Argüeso dijo que Basset “se lo calló hasta el final” en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). “Ni en el segundo Cecopi [del 30 de octubre] les informó de esa retirada”, indica el acta de su declaración. También reprochó su silencio sobre la retirada de los efectivos que medían caudales al gerente de la Sociedad Valenciana de Gestión Integral de los Servicios de Emergencia (SGISE), Raúl Quílez, del que dependen los bomberos forestales.
El imputado declaró que, ante las comunicaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que, hasta las 16.13, indicaban un descenso del caudal, “entendían que no había problemas”. “Además, había gente vigilando”, apostilló.
El correo de las 18.43 de la CHJ que alertó de la crecida de la rambla del Poyo, afirmó Argüeso, “no sabe si fue recibido en la sala de emergencias, pero puede asegurar que no llegó al Cecopi”. El imputado sostuvo que otro de los errores de la respuesta a la emergencia fue la falta de datos por parte de la CHJ, “porque no se puede actuar sin información”.
El subdirector general de Emergencias, el funcionario Jorge Suárez, “no informó de los correos”. El investigado dudaba de que fuera por “mala fe” y especuló con la posibilidad de que Suárez “a lo mejor ni lo leyó” el correo electrónico.
También aseguró que el presidente de la CHJ, Miguel Polo, participante telemáticamente en el Cecopi, “no dijo nada” y “no informó de la situación”. Argüeso creía que Polo “tampoco sabía del correo”. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, “tampoco lo comunicó”. El investigado reprochó a Bernabé que no asistiera presencialmente al Cecopi, pese a estar a “15 minutos en coche”. “Telemáticamente no eres conocedora de todo lo que ocurre en tiempo real”, afirmó.
El “criterio de Basset” sobre el Es-Alert
Sobre el envío de la alerta, el antiguo alto cargo de Emergencias declaró que Jorge Suárez fue “el primero en plantear emitir una alarma” por el peligro de la presa de Forata. A partir de ese momento, hubo un debate con José Miguel Basset y con un jefe técnico de seguimiento sobre “si enviar o no un mensaje”, que “podía generar incluso más lío”.
“La conversación duró poco y, al final, la consellera ordenó emitirlo y la delegada del Gobierno estaba por la labor de mandarlo”, según indica el acta de la declaración. Sobre las 19.15, sin que se siguiera “el criterio de Basset”, se decidió enviar el Es-Alert.
“El contenido del mensaje no querían que fuera excesivamente alarmante y que fuera comprensible, sencillo, fácil de entender”, agregó Argüeso. El mensaje, tras su diseño y validación, fue enviado a las 20.11, cuando ya se habían producido fallecimientos y cientos de ciudadanos permanecían atrapados por la inundación. Sin embargo, Emilio Argüeso se escudó en que no fue enviado por el barranco del Poyo sino por el peligro de desbordamiento en la presa de Forata. “Para Forata podría haber sido válido”, apostilló.
Argüeso también reveló, a preguntas de su defensa, que el cese del pasado 2 de diciembre fue a petición propia, “porque había entrado en un equipo que ya no estaba y sentía que el proyecto político ya no se iba a seguir haciendo y sentía que ya no debía continuar”. Si no dimitió antes fue “por sentirse responsable”, según reza el acta de su declaración.
Papel “nulo” de Argüeso en el Cecopi
El exdirigente de Ciudadanos apuntó en varias direcciones. Por un lado, deslizó que el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, estaba de vacaciones a pesar de ostentar la responsabilidad del “seguimiento, control, operación y toma de decisiones de cualquier tipo de emergencias”. Suárez regresó de sus vacaciones el mismo 29 de octubre.
El investigado se dedicó a atender llamadas de emergencias que le llegaban a su teléfono particular, “conocido por mucha gente”. En el Cecopi le dijeron que ahí no estaban para atender “casos particulares”, con lo cual “se cabreó” y se fue a la sala del 112 para “mecanizar” los avisos que le iban llegando a su teléfono personal.
“Su papel en el Cecopi era nulo, por eso quería hacer algo, cayó la cobertura telefónica, habló incluso con gente que no conocía, que luego la gente le reportaba su agradecimiento, que le confirmaron rescates que él había gestionado”, reza el acta de la declaración. En tono triunfalista, Argüeso, añadió “que no sabe a cuánta gente salvó gracias a su intervención”.
El exsecretario autonómico de Emergencias destacó que “no cobró dietas”.
Emilio Argüeso aseguró que la reunión del Cecopi se convocó por parte de la entonces consellera Salomé Pradas a consecuencia de la situación en el municipio de Requena. “Entonces el barranco del Poyo llevaba un centímetro de agua, por lo que el Cecopi no se convoca por el Poyo”, declaró el investigado.
El exalto cargo de Emergencias dijo que dejó “de tener competencias” desde el momento que se decreta la alerta“ y descargó la responsabilidad en la gestión de la catástrofe en los alcaldes, que ”son responsables desde el momento en que se decreta el nivel cero y uno“.
También descargó en la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, que formaba parte del Comité de Dirección del Cecopi, junto con la entonces consellera Pradas. “De facto, ambas dirigían y tomaban decisiones”, afirmó.
“Gente muy variopinta” en la reunión
Por otro lado, aludió al Comité Asesor de Seguimiento, compuesto por representantes de la CHJ, de la Aemet y por dos técnicos de Protección Civil. En el Cecopi, Argüeso también recordaba la presencia de “gente muy variopinta”, como el “personal de Iberdrola”.
El exsecretario autonómico de Emergencias declaró que en el Cecopi “echó alguna bronca” y, dado que “no era jefe de nada”, se limitó a “dar su opinión”. También descartó que la ausencia de Carlos Mazón en el Cecopi, al que el jefe del Consell no fue convocado, retrasara el envío de la alerta a los móviles “ni siquiera unos minutos”.
Además, el imputado arremetió contra una responsable de comunicación que, en el marco del Gabinete de Información del Cecopi, ostentaba la función de informar sobre “las noticias que se están produciendo en el exterior” (como una “ventana”, dijo). Aurora Roca, la directora de Información, “no puso ningún tuit ni informó de lo que se estaba produciendo fuera”. “No asesoró, no articuló palabra”, aseguró Argüeso.