La plataforma de vídeo sigue creciendo, dejando atrás sus códigos amateur, centrada en la potencia de sus algoritmos y la profesionalización de los creadores
Las tres derrotas de Google que pueden cambiar Internet y dejar marcada la red “que se avecina”
“Vale, pues aquí estamos con los elefantes. Lo que mola sobre estos chicos es que tienen una trompa realmente muy, muy larga, es genial. Y eso es prácticamente todo lo que hay que decir”. Si algo tienen en común las plataformas que han terminado convirtiéndose en los gigantes digitales que vehiculan la vida moderna es que su origen no suele resultar muy épico. El vídeo (Yo en el zoo) forma parte de todos los museos de antropología digital, pero tampoco lo es. Es solo el fundador de YouTube Jared Karim hablando frente a dos de estos animales en el zoo de San Diego.