Los vecinos de Villanueva de Córdoba para que pudiesen comer algo y no pasar frío tras horas varados en la vía. En Brazatortas (Ciudad Real), , mientras que en la estación de Atocha, en Madrid, muchos acudieron a ofrecer cobijo a los pasajeros del vestíbulo que se preparaban para pasar la noche tras la cancelación de viajes. “Un pis y una cama”, según el ejemplo de Lola, de 43 años, que hizo el trayecto en coche desde Carabanchel para brindar auxilio. Las salidas de las ciudades recuperaron por un día, además, la casi desaparecida práctica del autoestop, entre otros muchos ejemplos de solidaridad ciudadana ante la situación inaudita del apagón total.