ETA-pm invirtió el botín del secuestro del empresario Luis Suñer en la película ‘La fuga de Segovia’ y la guerrilla salvadoreña

‘Operació Apolo’, del periodista Sergi Moyano, revela detalles inéditos contados por un etarra valenciano y sigue el rastro del dinero del millonario rescate pagado por el dueño de Avidesa y blanqueado en Suiza

Uno de los secuestradores del industrial valenciano Luís Suñer (Alzira, 1910-1990) relata por primera vez detalles inéditos de una de las últimas acciones de ETA político militar, acaecida en pleno proceso de negociación para la disolución de la rama etarra y su posterior integración en la vida política democrática del País Vasco. El empresario, dueño de Cartonajes Suñer y de Avidesa, encabezaba la lista que había publicado el Gobierno de la UCD de los mayores contribuyentes a la Hacienda pública tras haber construido durante el franquismo una fortuna en su Alzira natal. Una parte del botín que desembolsó su familia a cambio de su libertad —un total de 325 millones de pesetas, unos dos millones de euros— fue invertida por ETA-pm, ya en fase de disolución, en la mítica película La fuga de Segovia, dirigida por Imanol Uribe y producida por Ángel Amigo, y en las guerrillas de El Salvador agrupadas en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), entre otros. Es uno de los muchos detalles que revela Sergi Moyano en su libro Operació Apolo (Alfons el Magnànim, 2025), un minucioso trabajo de reconstrucción del secuestro que obtuvo la ‘Beca Josep Torrent de periodismo de investigación’, otorgada cada año por la Unió de Periodistes Valencians.

Moyano (Carcaixent, 2000) se topó con el testimonio inédito de uno de los secuestradores, un valenciano de origen madrileño que se integró en ETA-pm tras su militancia en la izquierda radical y en el incipiente movimiento LGTBI, con el trasfondo del desencanto de la Transición. La fuente anónima nunca fue detenida ni juzgada por estos hechos. “Es la primera vez que habla y descubre detalles inéditos del caso, nunca ninguno de los integrantes del comando que planificó y ejecutó el rapto fue identificado por la Policía ni respondió ante un tribunal”, explica el autor en una entrevista con elDiario.es.

Sergi Moyano ha repasado el secuestro desde todos los ángulos, en una trepidante investigación periodística de dos años. El autor, periodista de Televisión Española, ha contrastado el relato de uno de los protagonistas, pareja de otro de los componentes valencianos del comando, con la documentación oficial del secuestro, especialmente el sumario de la Audiencia Nacional, y con el testimonio de cuatro exmiembros de ETA-pm, dos de ellos pertenecientes a la antigua cúpula etarra. Además, Moyano ha completado sus pesquisas con los recuerdos de algunos trabajadores de Suñer y de un directivo presente en el momento del rapto, y con material de archivos, tanto privados como de instituciones públicas, propiciando un relato completísimo de un secuestro que se mantiene vivo en la memoria valenciana de la Transición.

“La principal novedad es que Luis Suñer estuvo encerrado apenas a unos pocos kilómetros de su casa, en un zulo en la comarca de la Safor que construyeron a propósito en un negocio abierto al público que aprovecharon como tapadera”, afirma el autor de la obra, de próxima publicación en su versión en castellano en la editorial Libros del KO.


El periodista Sergi Moyano, autor de ‘Operació Apolo’.

La crónica repasa la campaña de atentados de ETA-pm, previa al secuestro, contra los intereses turísticos en zonas de la costa valenciana, especialmente Xàbia, localidad en la que importantes banqueros y empresarios vascos se habían asentado junto con sus familias, así como los entrenamientos del comando formado por valencianos. “El comando practicó con las armas en cuevas diseminadas entre la Safor y la Marina y compraron una casa en la Vall de la Gallinera, convertida en laboratorio terrorista, donde aprendieron a utilizar armas y detonadores y a colocar la Goma-2”, explica Moyano.

También reconstruye minuciosamente el secuestro de Suñer el 13 de enero de 1981 y el diseño y acondicionamiento del primer zulo en el que permaneció el industrial alzireño. Los dos valencianos del comando, que conocían al dedillo el terreno en el que se movían, aprovecharon el negocio que regentaban de cara al público como tapadera para instalar un “zulo minúsculo de apenas dos metros”, donde Luis Suñer acabaría pasando la mayor parte de su secuestro, dos meses y medio.


‘Operació Apolo’ se publica en castellano el próximo 19 de mayo en la editorial Libros del KO.

Allí permanecía el conocido empresario mientras se produjo el intento de golpe de Estado del 23-F, del que no se enteró hasta más tarde. “En plena crisis política y social durante la Transición y mientras los polimilis negociaban con el Gobierno su disolución, el intento de golpe de Estado del 23-F acabó de convencer a los militantes de ETA-pm de que la lucha armada ponía en riesgo la democracia y el autogobierno vasco que acababa de empezar a caminar”, afirma el periodista. “Los polimilis ya criticaban abiertamente los crímenes de sus adversarios”, apostilla en referencia a la otra rama de ETA, que no se disolvería hasta cuatro décadas después.

La obra repasa el impacto del secuestro en la sociedad valenciana y la tensa negociación de la familia con ETA-pm para pagar el millonario rescate, así como los pasos de los servicios antiterroristas de la Policía, entonces dirigidos por el comisario Manuel Ballesteros, un conocido agente de la Brigada Político Social.

El blanqueo del rescate

Y también desvela, casi peseta a peseta, a dónde fue a parar el rescate pagado por la familia y cómo se blanqueó tanto en Suiza y Luxemburgo como en Francia y en el País Vasco. “A través del sumario he podido rastrear la pista del dinero del rescate”, dice Sergi Moyano. Del botín, 63 millones de pesetas (379.000 euros) fueron a parar al rodaje de La fuga de Segovia, protagonizada entre otros por el cantautor Ovidi Montllor y convertida en un clásico del cine político de la Transición.


Escena de la película ‘La fuga de Segovia’, de Imanol Uribe.

“Antes de entregarlos”, asegura Moyano, “los blanquearon con la ayuda de militantes del EIA, partido de la izquierda abertzale, que se fueron a potear por las fiestas de los pueblos y, en cada ronda que pagaban, iban deshaciéndose de los billetes de 5.000 pesetas del rescate de Suñer, que estaban marcados por el Banco de España”.

La Policía, según el periodista, estaba al tanto de las inversiones de los polimilis, que en una suerte de “mecenazgo cultural” en plena etapa de renuncia a las armas financiaron, entre otros proyectos, al periódico Egin, a la coalición Euskadiko Ezquerra y a varias revistas de la izquierda abertzale. El entonces ministro del Interior, Juan José Rosón, llegó a manifestar, según el autor: “Preferimos que os gastéis el dinero en películas y libros que no en munición y bombas”.

El empresario, después de pasar sus últimas dos semanas de cautiverio en un segundo zulo en Trasmoz (Zaragoza), fue liberado el 14 de abril de 1981, tras el pago del rescate y el recibimiento en su Alzira natal fue un acontecimiento histórico. Por su parte, los miembros del comando valenciano abandonaron las armas. “Todos reconstruyeron su vida alejados de la violencia”, afirma Sergi Moyano.


El periodista Sergi Moyano, autor de ‘Operació Apolo’.

Los únicos condenados por el secuestro de Luis Suñer fueron indultados en 1986: “Eran los integrantes del segundo comando que estuvo a cargo del empresario en las dos últimas semanas de cautiverio en una casa en Trasmoz. Fueron pillados por la policía ‘in fraganti’ en 1982 reteniendo al doctor Julio Iglesias Puga, el padre del cantante”.

Los hechos investigados por el periodista están prescritos. “La pareja de valencianos nunca fue identificada por la Policía como miembros de ETA”, dice el autor.