Es 2 de mayo. Un numeroso grupo de vecinos de La Guardia (Toledo) se concentran ante una vivienda ocupada para proceder al desalojo de una persona migrante. Un movimiento “organizado”, relata María (nombre ficticio) a . El día anterior antes había circulado por WhatsApp un mensaje convocando a los vecinos a las puertas de la casa a partir de las 19 horas al enterarse de que una vivienda había sido ocupada.