Vox y el PP recurren al Che Guevara y a ETA para impedir homenajes a españoles asesinados en un campo nazi

La extrema derecha y los populares suman sus votos en los pueblos madrileños de Collado Villalba y Alpedrete para rechazar la instalación de adoquines en recuerdo de sus vecinos deportados a Mauthausen, algo a lo que también el PP se negó el pasado mes de marzo en un pueblo palentino y otro cántabro

Las pruebas de la responsabilidad franquista en la deportación de españoles a campos nazis

El Che Guevara, el “terror rojo” de los republicanos durante la Guerra Civil, el comunismo o ETA han servido a Vox y al Partido Popular para oponerse al homenaje a dos españoles asesinados en el campo de concentración nazi de Mauthausen, que celebra esta semana el 80 aniversario de su liberación. Son los argumentos que han utilizado para justificar su voto en contra en el pueblo madrileño de Collado Villalba, pero no es la primera vez: en marzo pasado unieron sus votos en Alpedrete con el mismo objetivo, y en un pueblo de Palencia y en otro de Cantabria los populares vetaron la colocación de sendas placas para recordar a dos vecinos deportados.

Las iniciativas, presentadas por los grupos de izquierdas de las localidades, proponían colocar las llamadas Stolpersteine, pequeños adoquines instalados en el suelo que recuerdan a personas deportadas a campos de concentración nazi. La iniciativa se extiende por el mundo y en España se ha concretado en la colocación de más de 500 placas que recuerdan a las dobles víctimas del franquismo y el nazismo, pero las derechas han impedido que, de momento, estos cuatro municipios se sumen a la lista.

El rechazo más reciente ha sido el del pueblo madrileño de Collado Villalba, donde el PSOE impulsó una moción que ya en 2020 había sido presentada por Más Madrid. En ella, la izquierda reclamaba homenajear a dos de sus vecinos, Primitivo García y Pedro Baltanas, y colocar dos stolpersteine en su honor. Ambos combatieron del lado republicano en la Guerra Civil, se exiliaron a Francia y lucharon con los aliados en la Segunda Guerra Mundial, pero fueron deportados a Matuhausen (Austria), donde en 1941 Primitivo y un año más tarde Pedro serían asesinados. Ambos se convirtieron en dos de los 5.000 españoles que murieron en “aquel horror”, destaca la moción.

Los socialistas llevaron al pleno del pasado 24 de abril la propuesta, pero fue rechazada por el gobierno municipal del PP con el apoyo de Vox. Para justificar su posición, el concejal de la extrema derecha Juan Francisco Álvarez comenzó su intervención asegurando que su formación “lamenta” el asesinato de los villalbinos, a lo que añadió: “Como lamentamos las víctimas de la Guerra Civil y del periodo anterior a ella y posterior de ambos bandos”, dijo al tiempo que, sin nombrar el golpe franquista, hizo referencia a cómo “lamentablemente” la contienda “estalló” en España en 1936.

El miembro de Vox acusó al PSOE de “implantar el terror rojo” durante la guerra y de “colgar” en la Puerta de Alcalá “un cartel con las caras de Stalin y Lenin y un ‘viva la URSS’”. “No un ‘viva la libertad’ sino viva el comunismo responsable de la muerte de más de cien millones de personas”, afirmó antes de poner sobre la mesa varias frases del Che Guevara –como “fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario”– que, a su juicio, “resumen el credo criminal” del comunismo. Francisco Álvarez también recurrió a Santiago Carrillo, Paracuellos del Jarama, “las sacas y checas” republicanas donde “las izquierdas se explayaron asesinando” y al “comunismo asesino que representa ETA” para argumentar su voto en contra. “Es una moción sesgada y totalitaria” con la que el PSOE “oculta lo que la izquierda hizo en aquellos años”, zanjó.

Por su parte, el concejal de juventud, Joel Dalga (PP), también aludió a la banda terrorista para oponerse a la iniciativa: “Creo que los villalbinos hubieran agradecido más si la moción a tratar hoy hubiera sido para fijar más de 800 ladrillos por las víctimas del terrorismo de ETA”, afirmó antes de acusar a los socialistas de antisemitismo por “no mencionar” en el texto “el genocidio cometido contra el pueblo judío”. Tanto el representante popular como el de extrema derecha quisieron dejar claro que “condenamos el nazismo” pero “también el comunismo”.

Sin placa por ser republicano

En Alpedrete (Madrid) todos los partidos de izquierdas se unieron también para impulsar algo similar, en esta ocasión con el vecino Valentín Barroso, fundador de la agrupación socialista de la localidad, fallecido en Mauthausen en diciembre de 1941. La moción reclamaba la colocación de una Stolpersteine, su reconocimiento como vecino ilustre del municipio y la organización de un acto público de homenaje por ser considerado “un testimonio de la lucha por la libertad y un recordatorio de los horrores del fascismo”.

La moción detallaba incluso el coste del adoquín –132 euros–, pero no parece ser el dinero el problema que vio el gobierno municipal del PP y Vox, que el año pasado quiso eliminar del callejero los nombres de Paco Rabal y Asunción Balaguer. En esta ocasión, sus votos han tumbado la iniciativa porque a su juicio “reabre debates ideológicos ajenos a las preocupaciones reales de nuestros vecinos”, defendió el concejal de Hacienda, José Francisco Iglesias (PP), que acusó a la izquierda de “hacer del Holocausto política partidista” y aseguró que el ayuntamiento “carece del marco legal” para aprobar el texto.

Casi al mismo tiempo, el PP del pueblo palentino de Hontoria de Cerrato rechazaba la colocación del adoquín en recuerdo de Antonio García Hevia, que tras huir a Francia durante la Guerra Civil fue capturado por los nazis y murió en Mauthausen en julio de 1941. El alcalde, Juan Antonio Abarquero, explicó que no se denegó la posibilidad de colocar la placa sino que el pleno aprobó que únicamente fuera instalada en el cementerio municipal. Sin embargo, la idea de las Stolpersteine es que los adoquines estén en lugares públicos y de tránsito, tal y como en este caso pidieron Izquierda Unida y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

También Donato de Cos fue asesinado en Gusen, subcampo de Mauthausen, y tampoco su pueblo ha llegado a homenajearlo. El PSOE de Rionansa (Cantabria) propuso a principios de marzo que el municipio se adhiriera al proyecto Stolpersteine, pero el grupo municipal del PP, con el apoyo de un concejal tránsfuga del PRC, votaron en contra pese a que Donato había sido además teniente de alcalde del propio consistorio durante la República. Precisamente, su identidad republicana es lo que motivó al alcalde, José Miguel Gómez, a negarle el homenaje, al no considerar adecuado “que se honre a una víctima de un bando y no se honre a los otros”, dijo en declaraciones a elDiario.es.

Ni guerra ni ETA: deportados

Las negativas de los populares contrastan con su posición a favor de este tipo de placas en otros ayuntamientos como el de Majadahonda (Madrid), donde recientemente se ha aprobado su instalación en recuerdo de Mariano Escribano, otro deportado. Por eso, en los municipios en los que no se ha logrado no entienden el por qué: “Pretendíamos poner en valor a estas dos personas de nuestro municipio sin ningún ánimo de revanchismo ideológico”, afirma Marisa Antón, concejala del PSOE de Collado Villalba, que se dirigió directamente al PP y Vox durante el pleno: “He leído la moción y le aseguro que no hablo del Che Guevara ni de la Guerra Civil ni de ETA. Aquí estamos reconociendo a dos villalbinos que fueron asesinados en un campo de concentración. Punto y final”.

Por su parte, los grupos que apoyaron el homenaje en Alpedrete –PSOE, Podemos, IU, Más Madrid y UNPA– han decidido escribir al secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, al que le reclaman que interceda y adopte “las medidas necesarias” para cumplir con la Ley de Memoria Democrática, que consideran que se vulnera en el pueblo por rechazar una moción que tiene como objetivo “el reconocimiento” de las víctimas del franquismo. Además, reclaman al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática la emisión de una declaración de reparación en nombre de Valentín Barroso.

A pesar de que las derechas hayan impedido el homenaje en su pueblo, los partidos impulsores de la iniciativa han decidido poner en marcha una serie de actividades sin apoyo de la alcaldía que culminarán este domingo, cuando en Mauthausen se celebrará la conmemoración oficial de la liberación del campo, con un acto de recuerdo a Barroso.