Mucho se habla de la elección del nuevo Papa y poco de la ofensa al sentimiento religioso cristiano, católico, del delirante emperador del planeta, Donald Trump, y su comparsa ricachona, hortera y provocadora cuya penúltima trastada ha sido disfrazarle de Papa y, en vez de limitarse a compartir la chanza por WhatsApp o Signal con colegas del curro y familia, subir la imagen, ¿de , a su red Truth Social, con posterior retuiteo desde la cuenta oficial de la Casa Blanca en X.