El IPC marca un mínimo desde octubre de 2024 por el abaratamiento del gas, la luz y la gasolina
La renta “real” de las familias supera en cinco puntos el nivel previo a la crisis de inflación mientras se estanca en Europa
Tras la mayor caída de la inflación en dos años en marzo, por las fuertes lluvias que abarataron la factura de la luz, la inflación se modera otra décima en abril al 2,2% de nuevo por la caída de los precios energéticos.
En este cálculo interanual (respecto al mismo mes del año pasado), el IPC (Índice de Precios de Consumo) marca un mínimo desde octubre de 2024 por el abaratamiento del gas, la luz y la gasolina, según los datos confirmado por el INE este miércoles.
La inflación subyacente, que mide las subidas de precios sin tener en cuenta ni la energía ni los alimentos, repuntó cuatro décimas al 2,4%, también en el cálculo interanual. En marzo, estableció un mínimo no visto desde 2021 al moderarse al 2%.
Esta inflación subyacente da una visión más estable de la evolución de los precios porque la electricidad, los carburantes o los alimentos son los productos más volátiles de la cesta de la compra del INE.
Precisamente, este miércoles, Estadística ha publicado los datos definitivos del IPC de abril, entre los que se incluyen el comportamiento de los precios de “los alimentos y bebidas” del pasado mes.
La inflación en los supermercados y fruterías, carnicerías o pescaderías se moderó cinco décimas desde el 2,1% en marzo al 1,6% de abril. En esta cesta de alimentos, destaca que el mes pasado siguió reduciéndose el precio del aceite de oliva, que acumula una caída del 42,2% en el último año.
El ‘oro’ líquido llegó a triplicar su precio desde 2021 a abril de 2024. Este alivio para los ‘bolsillos’ de las familias cuando van al supermercado o a las tiendas es una de las mejores noticias económicas del arranque de 2025. Aunque la historia es diferente para los productores.
Este martes, la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) presentó una denuncia ante Competencia por un posible pacto de precios en el aceite de oliva. COAG no señala culpables, eso es lo que insta a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a investigar. Apunta lo que cobran los agricultores, que se ha desplomado en mucha mayor medida que las tarifas que pagan los consumidores en los puntos de venta.
La inflación general acumula desde 2021 un ascenso de cerca del 20%. Es decir, la vida en abril es un 2,2% más cara que hace un año y un 20% más cara que hace cuatro años. De esta manera, se entiende mejor el daño al ‘bolsillo’ de las familias de esta crisis de inflación ‘pegajosa’, en la que la mayor pérdida de poder adquisitivo se sufrió en 2022.
Sobre estos datos, la OCDE señaló este martes que el aumento de la renta “real” de las familias en España ya supera, a cierre de 2024, en cerca de cinco puntos porcentuales el nivel previo al estallido definitivo de la crisis de inflación en 2022.
En este mismo periodo, estos ingresos disponibles de los hogares —el dinero que tenemos para gastar o ahorrar tras descontar el daño de la inflación o los impuestos, según lo calcula la OCDE— han progresado mucho menos en Alemania o en Francia —la mitad concretamente— o en Italia —donde se ha estancado—. Este cálculo se hace siempre asumiendo cifras promedio, que esconden la desigualdad de cada economía, y tomando como referencia la invasión rusa de Ucrania que, en el primer trimestre de 2022, exacerbó la crisis energética en Europa y las subidas de precios en general.