Los actos han tenido lugar apenas un mes y medio después de que el Ayuntamiento de Palma, gobernado por populares y extrema derecha, otorgase la máxima protección a la construcción, que glorifica a los autores de la masacre de ‘La Desbandá’
Sa Feixina, el monumento franquista recién blindado por el PP que honra a los autores de la masacre de ‘La Desbandá’
Tanto el Govern del PP en Balears como Vox han escogido este fin de semana la plaza palmesana de Sa Feixina, en la que se ubica el mayor monumento franquista de las islas, para celebrar el Día de las Familias y reivindicar su papel como “pilar fundamental de la sociedad”. Los actos han tenido lugar apenas un mes y medio después de que el Ayuntamiento de la capital balear, gobernado por populares y extrema derecha, le otorgase la máxima protección pese a que fue erigido por el franquismo en 1947 para glorificar a los “héroes” del Crucero Baleares, responsable del bombardeo llevado a cabo en 1937 contra la población civil que huía de Málaga a Almería en plena ofensiva fascista, episodio históricamente conocido como ‘la Desbandá‘.
Pese a la tragedia que conmemora el monumento, los de Santiago Abascal reunían este sábado junto al mismo a unas 500 personas -de acuerdo a las cifras difundidas por la formación- en “una jornada lúdica” en la que, en palabras de Vox, los asistentes “disfrutaron de una gran paella familiar”, un tardeo con música y actividades infantiles. Por su parte, la presidenta del Govern, la popular Marga Prohens, acudía este domingo a Sa Feixina para formar parte de las actividades organizadas por el Ejecutivo en el lugar, como pintacaras, un espectáculo de magia, cuentacuentos y un laberinto de ilusiones.
En un mensaje publicado en la red social ‘X’ (antes Twitter), Prohens ha defendido que “las familias, sean como sean, son el pilar fundamental de la sociedad”. “Un día para compartir y para poner en valor todo lo que nos une”, ha recalcado la líder balear.
Se trata de la primera vez que en la zona se celebra un acto de estas características. Con su silueta de hormigón armado y su impronta monumental, en los últimos años Sa Feixina ha servido de escenario para algunos de los actos políticos de Vox, que, desde su irrupción institucional en las islas en 2019, ha utilizado este lugar como escenario simbólico para sus manifestaciones en defensa de lo que denominan “la historia de España sin complejos”.
El 20 de noviembre de 2023, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Franco, varios miembros del partido acudieron al lugar en una acción no oficial, pero ampliamente difundida en redes sociales. Fue además en esta zona donde el líder de Vox, Santiago Abascal, celebró en abril de 2023 el mitin principal de precampaña del partido en Balears.
En otras ocasiones, Falange ha organizado ofrendas florales en el monolito como homenaje a los “caídos por Dios y por España”, mientras que la organización ultracatólica HazteOir ha convocado varias concentraciones en sa Feixina, especialmente en 2016 y 2017, cuando se intensificó el debate sobre la posible demolición del monolito. Bajo el lema “No borren nuestra historia”, defendían su valor como patrimonio cultural e histórico, minimizando su origen franquista.
Inaugurado en presencia de Franco
El monumento, inaugurado en 1947 con la presencia del dictador Francisco Franco y diseñado por los arquitectos Francisco Roca Simó y Antoni Roca Cabanellas, fue construido gracias a las abundantes donaciones de particulares y empresas que reunieron las 100.000 pesetas que costó su ejecución en recuerdo de los marineros fallecidos en el hundimiento del Baleares: el crucero del bando sublevado había sido torpedeado por la flota republicana en 1938 durante la batalla del cabo de Palos, en la Guerra Civil. El barco se hundió con más de 700 hombres a bordo, muchos de ellos reclutados en Mallorca.
Un año antes, el barco había sido responsable de bombardear contra los miles de civiles que el 7 de febrero de 1937 se arrojaron desde Málaga a la carretera rumbo a Almería. Durante días, decenas de miles de personas huyeron en dirección este de los regulares marroquíes y los tanques italianos que venían por el oeste. En su huida, fueron bombardeadas por los aviones Heinkel de la Luftwaffe y tres buques que los cañoneaban desde el mar: el Almirante Cervera, el Baleares y el Canarias.
Los historiadores calculan que fallecieron entre 5.000 y 10.000 civiles. Sin embargo, durante la dictadura todas ellas acabaron en el olvido, mientras el hundimiento del Baleares fue convertido por el régimen franquista en un emblema de heroísmo y martirio nacional y utilizado como herramienta de propaganda en todo el país.