Aunque prohíbe las Viviendas de Uso Turístico dispersas, el 73% de los edificios situados en el centro histórico de la capital podrán ser transformados en bloques de apartamentos para visitantes
Las 400.000 viviendas turísticas que colonizan las ciudades españolas, calle a calle
Madrid aprobó el pasado miércoles una de esas modificaciones urbanísticas que van a condicionar los movimientos inmobiliarios de los próximos años en la capital. Una norma muy técnica que afecta sobre todo a los pisos turísticos pero que tendrá efectos palpables sobre el terreno, aunque todavía no esté claro si se convertirá en el Plan Reside, como lo ha tildado el equipo de Almeida o en el Plan Expulsa o Plan Especula, como lo denomina la oposición.
Sobre el papel, el equipo de Gobierno quiere separar a turistas de residentes, vetando los pisos Airbnb dispersos en el corazón de Madrid mientras a cambio ofrece dedicar edificios enteros a los apartamentos turísticos con ciertas condiciones, algo que en la normativa anterior estaba bastante limitado. En el la periferia, su plan es permitirlos en los bajos, sótanos o primeras plantas en el resto de la ciudad.
El Ayuntamiento de Madrid permitirá a partir de la entrada en vigor de la ley (lo hará previsiblemente después del verano, si tiene el visto bueno de la Comunidad de Madrid) que muchos edificios situados en calles principales se puedan convertir en turísticos con un simple cambio de licencia. Un estudio del PSOE calcula que serán 2.831, el 17% del total en el casco histórico de Madrid, que comprende los distritos de Centro, Chamberí, Salamanca, parte de Retiro y también parte de Arganzuela. Además, también podrán hacerlo los edificios ubicados en calles más secundarias, también con una petición de licencia pero con una limitación teórica de 15 años. Estos suponen el 39% según el mismo estudio, 6.637 bloques de viviendas.
Por último, hay un tercer grupo de edificios que podrán destinarse de forma integral a Viviendas de Uso Turístico (VUT) mediante la petición de un plan especial, debido a su alto grado de protección. Serán el 17% (2.800 bloques). Solo el 27% se queda a salvo de la conversión en pisos Airbnb (4.438 edificios).
La oposición ha denunciado que en realidad esta modificación normativa supone una enorme recalificación en toda la ciudad, al permitir usos con mayor rentabilidad económica en inmuebles que hasta ahora solo podían utilizarse para residentes, lo que puede hacer subir el valor de todos estos inmuebles y también el precio de la vivienda. Supondrá además la legalización de la actividad de bastantes negocios turísticos que llevan años explotando estos edificios sin licencia municipal, sobre los que hasta ahora el Ayuntamiento ha tenido muy difícil actuar debido a la capacidad litigadora de las empresas que los gestionan, que suelen recurrir las multas y utilizar todo tipo de argumentos legales para alargar los procesos sancionadores.
El Grupo Municipal Socialista ha trazado un mapa muy específico donde consultar qué edificios pueden ser declarados como turísticos utilizando cada una de las nuevas herramientas legales en este plano del centro histórico. Si quieres verlo más en detalle puedes descargarlo en este enlace.
Edificios que pueden albergar pisos turísticos al completo con la nueva normativa municipal, en el centro histórico
El concejal del PSOE Antonio Giraldo asegura que la nueva normativa “favorece que los vecinos se vayan, flexibilizando la transformación de edificios completos residenciales en pisos turísticos” y ha resumido en redes sociales los principales peligros que observa.
Las expulsiones recientes de bloques enteros de inquilinos en distintos puntos (Mesón de Paredes 88, General Lacy 22, Tirso de Molina 20 o Trafalgar 22 están entre los más destacados) muestran la amenaza que suponen en este contexto normativo los fondos de inversión, que ahora tienen un caladero de edificios más grandes donde pescar.
El Ayto de Madrid acaba de aprobar la nueva regulación de las viviendas de uso turístico. Una llamada a la expulsión de comunidades de vecinos completas, puesto que favorece la transformación total de edificios residenciales.
Hilo resumen del PLAN ‘RESIDE’ de Almeida. 🧵⬇️
— Antonio Giraldo (@giraldeo.es) 21 de mayo de 2025, 13:05
Por su parte, Más Madrid asegura que estos cambios en el planeamiento, unidos a la existencia en el centro histórico de 1.200 edificios de un único propietario facilitará el cambio de inquilinos por turistas en ellos.
“Hasta 315.000 viviendas pueden convertirse en pisos turísticos legales en Madrid”, aseguró la portavoz de Más Madrid esta semana, ahondando en el argumento del PSOE. Y añadió: “Los fondos de inversión para los que usted trabaja les van a poner de patitas en la calle el día uno”, dijo dirigiéndose al concejal de Urbanismo, Borja Carabante.
Porcentaje de viviendas del centro histórico que según Más Madrid pueden convertirse en pisos turísticos con la nueva norma
¿Qué pasará fuera del centro histórico, en el resto de Madrid? Que la normativa será algo más dura que en la actualidad, pero permitirá abrir VUT en muchos locales, debido a que ahora se exige contar con acceso independiente para tener licencia municipal. El equipo de Almeida rechazó extender a Tetuán y a otros distritos periféricos las restricciones del centro, por lo que las asociaciones vecinales temen que los bajos de calles enteras se conviertan en pisos turísticos.
Ya está sucediendo esta transformación, de hecho, en muchas vías. Un análisis de la calle Teruel publicado en Somos Tetuán deja ver las amenazas sobre la vivienda residencial a la que lleva la ausencia de barreras. El Ayuntamiento ve que esta “descentralización” es “deseable como objetivo para distribuir de manera más equilibrada el uso de hospedaje” y también “difundir los beneficios económicos y de actividad de este sector”, dice en un documento de respuestas a las alegaciones al que tuvo acceso este periódico.
En este sentido, Más Madrid ha alertado sobre el riesgo de que hasta 66.000 locales estén en el punto de mira de los fondos para crear más VUT, el 55% de los existentes en el zócalo comercial de la periferia. En esas zonas, el Ayuntamiento solo ha previsto la protección de los situados en los principales ejes económicos.
La incógnita de los 15.000 pisos ilegales
La aprobación del Plan Reside llega en plena discusión política por la manera de prohibir los pisos Airbnb ilegales, que esta semana el Ministerio de Consumo vetó a miles respaldado por la justicia, algo que llegó a aplaudir el propio Almeida, que mantiene que bajo su mandato está multando más que nunca y ha aumentado las sanciones hasta los 100.000 euros por alojar turistas sin licencia municipal.
Pese a ello, el número de VUT ilegales ha aumentado en Madrid y se distribuyen ya por todo el municipio, como puede observarse en el mapa de las 400.000 viviendas para turistas que existen en España y que publicó elDiario.es hace unos días.
Con la reordenación aprobada, lo que el Ayuntamiento quiere es que la oferta legal prefiera conseguir licencia en los muchos espacios donde puede obtenerla y que los pisos dispersos ilegales vayan desapareciendo. “No vamos a prohibir las viviendas de uso turístico, porque son absolutamente indispensables para la oferta de Madrid”, recordó Carabante durante el debate, en el que explicó que actualmente uno de cada tres turistas que duermen en la capital se aloja en este tipo de pisos. “En pisos ilegales”, le recordaron desde la oposición.