Las emergencias aéreas, al borde de la huelga: «Solo las empresas se benefician del aumento de fondos públicos»

Los trabajadores denuncian que llevan una década de congelación salarial y que han perdido un 26% de poder adquisitivo, pese a que las administraciones pagan un 50% más por los mismos contratos públicos

Antecedentes – Los rescates marítimos por aire no llegan a tiempo en Cantabria por falta de efectivos: “Es un servicio funerario, recogemos cadáveres”

Pilotos, rescatadores y técnicos de aviones y helicópteros de emergencias están al límite. Tras diez años de congelación salarial con jornadas que superan las 2.000 horas anuales, el personal de los trabajos aéreos de emergencia se encuentra al borde de una huelga indefinida. 

Y es que, según denuncian, mientras las administraciones públicas han incrementado en hasta un 50% las partidas destinadas a los contratos con las empresas que prestan estos servicios, sus trabajadores -subcontratados por compañías privadas como Avincis, Eliance o Pegasus- no han visto “ni un euro de mejora” en sus nóminas. Así, según un estudio del sindicato mayoritario SLTA (Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos), han perdido un 26% de poder adquisitivo desde 2015.

“Solo las empresas se benefician del aumento de fondos públicos”, critican desde este colectivo, que advierte de que la huelga indefinida es ya una amenaza real que podría empezar el próximo 1 de julio ante la negativa de las compañías privadas a trasladar parte de esos ingresos públicos a mejoras salariales. 

“Es difícil de creer que ni siquiera un pequeño porcentaje de todo el incremento multimillonario en las partidas presupuestarias de las administraciones haya sido en origen destinado a actualizar los salarios de los trabajadores de las empresas adjudicatarias”, lamentan desde SLTA. “El dinero que estaba destinado a mejorar nuestras condiciones económicas muy probablemente está yendo directamente a las arcas de las empresas y a conseguir bonus para sus directivos”, inciden desde este sindicato.

Y es que el estudio elaborado por el SLTA pone cifras concretas al desequilibrio respecto a otros trabajadores de emergencias que trabajan directamente para la Administración. En este sentido, mientras el conjunto del personal sanitario, fuerzas de seguridad o brigadas forestales ha registrado subidas salariales de entre el 11% y el 30% en la última década, el personal fijo que opera en servicios subcontratados de emergencia aérea -como helicópteros medicalizados, rescates en alta montaña o traslados urgentes- sigue con los mismos sueldos desde 2015.


Evolución de los salarios de diferentes profesionales de emergencias.

Además, el sindicato advierte de que estos trabajadores realizan entre un 20% y un 25% más de horas anuales que el resto del sector. Según denuncian, mientras los convenios colectivos del resto de profesionales marcan entre 1.500 y 1.700 horas al año, ellos superan con frecuencia las 2.000. “No solo no cobramos de más ese porcentaje, sino que además ni siquiera se nos actualiza el salario por el efecto de la inflación”, lamentan.

“Si se realiza la división entre el salario anual bruto por las horas trabajadas es bastante evidente que se maquilla nuestro sueldo a base de realizar muchas más horas de trabajo que los demás, de perder más días libres, de trabajar más festivos y, en definitiva, a base de perder calidad de vida por tener una jornada laboral mucho mayor, peores condiciones de turnos de trabajo y un sueldo inferior”, sentencian desde SLTA.

Reducciones salariales

Los datos recabados por SLTA incluyen contratos públicos de toda España, algunos de ellos gestionados directamente por las comunidades autónomas y otros por organismos estatales. Según detalla el informe consultado por elDiario.es, los trabajadores de las empresas citadas no solo no han mejorado las condiciones a sus trabajadores, sino que en algunos casos se han visto incluso reducciones salariales.

En Pegasus, por ejemplo, se bajó el sueldo en 2021. En Eliance, se igualaron condiciones entre centros de Madrid y Sabadell, pero sin aplicar subidas. Y en Avincis, se producen “serias discriminaciones”, según apunta el documento: “El grueso del personal fijo no ha obtenido ninguna mejora, pero los externos a la compañía, como sanitarios autónomos o pilotos contratados solo a tiempo parcial, han obtenido un aumento del 10%”.

Al respecto de esto último, desde SLTA manifiestan que se “alegran de cualquier tipo de subida”, pero subrayan que esta “debe ser equitativa para todos los colectivos, ya que si no provoca un gran malestar en las plantillas ante semejante agravio comparativo”. 

Antes de llegar al límite de celebrar una huelga, el sindicato asegura que ha mantenido más de 40 reuniones con representantes de distintas administraciones en los últimos años, presionando para que se aumentaran las partidas económicas de los contratos. “Las administraciones han cumplido. Nosotros también. ¿A qué esperan las empresas para cumplir su parte y equipararnos salarialmente al resto del personal de emergencias?”, se preguntan desde SLTA.

“Quizá por su parte están mejorando balances como nunca, pero quizá también están abocando al sector a la huelga indefinida y como única respuesta posible”, sentencian. 

Así pues, el conflicto ya está en marcha. Este jueves se presentó la solicitud de mediación ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), y este mismo viernes ha quedado registrada oficialmente. En el documento, el sindicato es claro: “En caso de que no se llegue a una solución, se iniciará la huelga con fecha 1 de julio”. De esta manera, el verano podría comenzar con los helicópteros de emergencia en tierra.

Un año después, Santander sigue esperando

Por otro lado, según ha podido saber este periódico, un año después de la denuncia por parte del mismo sindicato sobre la precariedad del servicio aéreo de emergencias marítimas en Cantabria, la situación apenas ha cambiado. La base de Santander, que cubre toda la costa desde Asturias hasta Irún, sigue siendo la única de Salvamento Marítimo -junto con Santiago de Compostela- que opera con guardia localizada, en lugar de presencial.

Este modelo implica que la tripulación no está en la base, sino dispersa en sus domicilios u hoteles, lo que alarga el tiempo de respuesta a unos 45 minutos, frente a los 10 o 15 minutos que se requieren en las nueve bases con presencia continua.

La única novedad, según han trasladado fuentes de SLTA a elDiario.es, ha tenido lugar este mes de mayo, y consiste en la organización del servicio en dos turnos de guardia localizada. Se trata, tal y como explican, de una mejora para las condiciones del personal, pero insuficiente desde el punto de vista operativo. Y es que mientras las instalaciones siguen sin estar adecuadas para una guardia presencial, como sí ocurre en otras zonas del país, la tripulación en Santander “sigue despegando tarde”, y la sensación, como ya lamentaron hace un año, es la de “acudir a recoger cadáveres”.