Recibe una denominación ligada a historias de naufragios, aunque en la actualidad atrae a cientos de personas por su estado natural, la claridad del agua y la ausencia de construcciones
Parece Bahamas, pero está en Castilla-La Mancha: un increíble paraíso natural con cascadas de agua cristalina
La costa oriental de Almería guarda un tramo que sorprende por su apariencia. Rodeada por la orografía árida y escarpada del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, una playa de grava blanca y mar intensamente azul asoma entre acantilados. No hay construcciones visibles ni infraestructuras a pie de arena. El entorno natural permanece prácticamente intacto, sin alteraciones urbanísticas ni servicios turísticos. A pesar de su nombre, Playa de los Muertos, es una de las zonas más visitadas de esta franja del litoral mediterráneo.
Cada verano, miles de personas recorren el camino de piedra que lleva hasta este enclave. El acceso no resulta sencillo: exige una bajada a pie de casi un kilómetro con tramos en pendiente pronunciada. Aun así, quienes lo recorren encuentran una cala extensa de unos 800 metros, abierta al mar y resguardada por formaciones rocosas.
Las aguas son especialmente claras y la visibilidad permite distinguir el fondo a varios metros. En los días de calma, la superficie presenta una tonalidad que remite a zonas de latitudes lejanas, aunque este tramo se sitúe en el sureste peninsular.
El nombre no es producto de un capricho reciente ni de una estrategia comercial, sino de la tradición oral de los habitantes de Carboneras, el municipio al que pertenece. Se remonta a épocas en las que las corrientes marinas empujaban hasta este punto restos de embarcaciones naufragadas.
La fuerza del mar y la orientación de la costa propiciaban que cuerpos sin vida aparecieran en esta orilla, alejada de puertos y núcleos de población. Esa historia ha perdurado y ha dado identidad a una playa que hoy forma parte de las más conocidas de Cabo de Gata.
Una playa sin servicios ni señalización
Forma parte del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, el espacio protegido costero más extenso de Andalucía y uno de los más valiosos por su diversidad geológica y marina. Este espacio limita la presencia de infraestructuras para preservar el entorno. Por ese motivo, no existen accesos asfaltados, duchas ni zonas habilitadas con sombra.
El aparcamiento más cercano está situado en la parte alta del acantilado, a unos 15 minutos a pie de la orilla. Hay distintos caminos que bajan desde ese punto, algunos más empinados que otros, aunque ninguno cuenta con barandillas ni señalización específica.
El terreno está formado por pequeñas piedras y grava fina, lo que permite tumbarse sin que la arena se adhiera con facilidad. Las aguas son profundas desde la primera línea de orilla, por lo que se recomienda precaución al entrar, especialmente si el oleaje es fuerte. A pesar de ello, muchos visitantes optan por practicar esnórquel o simplemente nadar cerca de la costa, ya que la transparencia del agua permite una visibilidad notable.
El lugar no cuenta con vigilancia oficial ni socorristas. Tampoco hay chiringuitos ni vendedores ambulantes, por lo que es habitual que quienes acuden a pasar el día lleven consigo todo lo necesario: agua, alimentos, sombrillas y protección solar.
Esta ausencia de servicios, sin embargo, contribuye a preservar el aspecto virgen del enclave y a limitar su masificación, al menos en temporada baja. Durante los meses de julio y agosto, la afluencia aumenta notablemente y el aparcamiento puede saturarse.
Vista desde la playa de los Muertos.
Una parada frecuente en rutas por el Cabo de Gata
La Playa de los Muertos está situada en el término municipal de Carboneras. Se encuentra a unos cinco kilómetros del centro urbano de esta localidad almeriense, donde sí existen alojamientos, comercios y establecimientos de restauración. Desde allí, el acceso en coche está señalizado a través de la carretera AL-5106. En temporada alta, el consistorio pone en marcha un sistema de autobuses lanzadera para evitar la congestión en la zona de acceso.
Este punto suele incluirse en rutas turísticas que recorren distintas calas del parque, como la Playa de los Genoveses, Mónsul o Las Negras. Aunque muchas de ellas se encuentran más al sur, en el municipio de Níjar, la de los Muertos es una de las más frecuentadas por su apariencia abierta y sus aguas en calma. Su orientación al este permite disfrutar del amanecer desde la orilla, un momento que algunas personas aprovechan para evitar las horas de mayor exposición al sol.
Junto a la playa se alza una formación rocosa llamada Punta de los Muertos, desde la que se obtiene una vista panorámica del litoral. Este promontorio es frecuentado por quienes desean contemplar la costa desde un punto elevado.
En días despejados, se puede observar parte del perfil montañoso que recorre todo el parque natural, además de formaciones rocosas esculpidas por el viento y el mar. La zona también es conocida por sus fondos marinos, que conservan biodiversidad y atraen a quienes practican buceo en las cercanías.