Superados los trances del y de la proposición no de ley sobre la , el siguiente choque entre el Gobierno y Junts está servido. Hace un año, a cambio de la aprobación de otro decreto económico, el PSOE se comprometió con Carles Puigdemont a delegar a la Generalitat las competencias respecto a la gestión migratoria. Y los independentistas catalanes exigen ahora cobrar lo pactado antes de sentarse a hablar de los Presupuestos. Con las conversaciones muy avanzadas desde hace meses respecto a los recursos para la acogida de extranjeros, la negociación se ha bloqueado en un punto crítico: el control de los pasos fronterizos terrestres, marítimos y aeroportuarios.