Las “pequeñeces” pueden ser muchas cosas: una casa de muñecas, un cuadro tejido con cabello humano… objetos diminutos o peculiaridades cotidianas que la historiografía ha pasado por alto por pertenecer al ámbito doméstico. Precisamente eso es lo que la busca rescatar del olvido: dar voz a esos detalles íntimos, aparentemente insignificantes, que configuraron la vida diaria de una época.