El miedo. Lo que definió aquella época fue sobre todo el miedo. Los cadáveres aparecían cada día en las cunetas. Los falangistas llamaban a la puerta para llevarse a los hombres. Concejales republicanos eran asesinados y sus familias quedaban expuestas. La leva obligatoria del bando fascista dejaba madres con dificultades para alimentar a sus hijos y sin saber si los padres regresarían del frente algún día. El miedo. Estas y otras circunstancias aparecen reflejadas en los expedientes de mujeres internadas en el manicomio de Conxo, en Santiago de Compostela, hasta 1953 el único psiquiátrico público de Galicia. La periodista e investigadora Montse Fajardo ha recuperado sus historias en un libro, (, 2024), que propone una mirada inédita sobre cómo el franquismo se sirvió de la psiquiatría para justificar una represión con evidente sesgo machista.