La Guardia Civil certifica que García Ortiz no habló con periodistas la noche de la filtración del correo de la pareja de Ayuso

El informe de la Unidad Central Operativa solo revela una llamada entrante de un periodista a las 21.38 horas del 13 de marzo, antes de que Álvaro García Ortiz tuviera acceso al email, que además no descolgó

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El último informe de la Guardia Civil revela que el fiscal general del Estado no habló con nadie ajeno a la Fiscalía en la noche del 13 de marzo, cuando se filtró un correo de la pareja de Isabel Díaz Ayuso por el que está imputado Álvaro García Ortiz. Los agentes de la Unidad Central Operativa han certificado que en esa noche de marzo solo un periodista llamó al fiscal general y que éste no descolgó el teléfono al estar hablando en ese momento, en plena crisis informativa, con la fiscal provincial de Madrid. Además, el intento de llamada se produjo 20 minutos antes de que García Ortiz tuviera acceso a los correos.

“No existe ninguna llamada, ni intento de comunicación con este terminal, a excepción de esta, fuera del ámbito de la Fiscalía durante toda la tarde/noche en la que se desarrollan estos acontecimientos”, explica el informe de la Guardia Civil. La única llamada con un medio de comunicación registrada es el ocho de marzo con un teléfono correspondiente al grupo editor de La Razón. Los agentes explican que tampoco han podido encontrar mensajes de WhatsApp anteriores al 16 de octubre de 2024, la fecha en que se abrieron las diligencias en el Supremo.

Esa llamada fallida de un periodista de la Cadena SER en la noche del 13 de marzo se produce a las 21.38 de la noche: nueve minutos después de que El Mundo publicara su noticia y 20 minutos antes de que el fiscal general recibiera los correos en su propio email. En plena crisis informativa y mientras la cúpula de la Fiscalía intentaba que el fiscal del caso, que estaba en un partido de fútbol, remitiera urgentemente toda la documentación.

El juez Hurtado envió a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a registrar los despachos del fiscal general y la fiscal provincial de Madrid el pasado mes de octubre, primera diligencia que tenía por objetivo intervenir sus teléfonos y cualquier mensaje o correo electrónico relacionado con el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. En el caso de la fiscal provincial, Pilar Rodríguez, los agentes recopilaron suficientes comunicaciones para elaborar el informe clave del caso, pero en el teléfono del fiscal general descubrieron que no había ningún tipo de mensaje.

El instructor puso entonces en marcha una batería de diligencias destinadas a descubrir si en esos días de marzo de 2024 el fiscal general había mantenido comunicaciones relacionadas con el caso y participado, de alguna manera, en la filtración del correo con la confesión de Alberto González Amador. Una de ellas, además de intentar recuperar los mensajes borrados tras cambiar de teléfono con la causa ya en marcha, era pedir a las empresa telefónicas la relación de llamadas.

El fiscal general, en su comparecencia ante el juez, negó haber participado en cualquier tipo de filtración sobre la causa de González Amador e, incluso, especificó que él todavía estaba examinando el material cuando en la noche del 13 de marzo algunos medios empezaron a publicar que el empresario había ofrecido un pacto a la Fiscalía. El análisis de la UCO de sus llamadas demuestran que entre el 8 y el 14 de marzo solo un periodista, de la Cadena SER, llamó y sin conseguir establecer contacto con el fiscal general.